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Moda y producto técnico, un tándem de éxito en el 'pelotón' del ciclismo en España

F. Marín-Camp

16 mar 2015 - 04:43

 

De Cenicero a Fuenmayor, pasando por Haro, Laguardia y Santo Domingo de la Calzada. En 2015, la célebre carrera de bicicletas clásicas L’Eroica cambiará las colinas de la Toscana por el paisaje de viñedos de La Rioja y Álava. Este nuevo escenario da muestra del auge del ciclismo en España, un boom que no escapa a la industria de la moda y en el que están implicadas marcas tan dispares como Assos, Bianchi, Santini y Le Coq Sportif.

 

La tienda online Bikeinn, propiedad de Tradeinn, lleva “una dinámica de crecimiento del 40% en tiempos de crisis”, según asegura Jordi Nogués, director de producto de la compañía. “El ciclista es un tipo de consumidor que busca siempre el último modelo y se fija mucho en las características técnicas, tanto de la bicicleta como de las prendas y accesorios”, explica el directivo. Una opinión que coincide con la de Xavier Pladellorens, consejero delegado de Deporvillage, que describe al comprador ciclista como “un cliente muy informado”.

 

Noemí Rossi, al frente de Santini en el mercado español, resume el auge del ciclismo de otra manera: “Es un sector que no ha conocido la crisis”, asegura. La firma italiana está presente en España desde 1987 y, junto con Bianchi, es uno de los patrocinadores de L’Eroica Hispania.

 

En 2014, Santini superó el millón de euros de facturación en España, mientras que a nivel global las ventas alcanzaron 13 millones de euros. En el mercado español, la compañía cuenta con más de 200 puntos de venta. “A nuestro consumidor no le gusta el monomarca”, aclara Rossi, que distribuye sus artículos sólo en tiendas especializadas y en centros de El Corte Inglés.

 

En España existen compañías especializadas en moda y artículos para ciclistas como Etxeondo. Fundada en 1976, esta compañía guipuzcoana distribuye en más de una treintena de países entre los que se encuentran Alemania, Francia, Estados Unidos o Japón. La marca, que fabrica en la localidad navarra de Castejón, tiene un alto componente técnico.

 

La también española Spiuk tiene su sede en Vizcaya. El grupo está presente en más de veinte mercados como Italia, Francia, Reino Unido, Brasil, Argentina o China. La catalana Inverse, por su parte, fue fundada en Barcelona en 1969 y también ofrece artículos específicos para running y triatlones. Todas estas compañías utilizan materiales como el Gore-Tex o la Lycra para confeccionar sus productos.

 

En el ámbito internacional existen grupos como Bontrager, Castelli, Specialized o Nalini, que ofrecen productos para ciclistas con un alto componente técnico. Algunas de estas marcas, como Nalini y Bontrager, distribuyen todo tipo de accesorios para la práctica de este deporte, que van de neumáticos hasta sillines o luces, además de textil y calzado. Este tipo de artículos se sitúan en un segmento alto de mercado: “Estamos hablando de productos muy técnicos, el ciclista no sólo se gasta el dinero en la bicicleta, sino también en una prenda que transpire o que regule la temperatura corporal”, afirman desde el sector.

 

Moda y producto técnico, un tándem de éxito en el ‘pelotón’ del ciclismo en España

 

El tirón del ciclismo, con su historia y sus protagonistas, es uno de los ganchos de Le Coq Sportif a la hora de atraer a sus consumidores. La compañía francesa, que ya en 1929 producía maillots de lana, empezó a patrocinar el Tour de Francia en 1951.

 

“Nuestra estrategia se basa en atraer al consumidor de la calle a través de réplicas de nuestros artículos antiguos, buscando la inspiración en los archivos de Le Coq Sportif”, explica Lluís Pruñonosa, director general del grupo en España.

 

La compañía gala activó esta estrategia en 2011, lanzando diseños retro al tiempo que aumentaba el uso de la bicicleta en las ciudades, el llamado urban cycling. Además, Le Coq Sportif ha dado un paso más y ahora también cuenta con una línea de artículos técnicos “con diseño” para la práctica del ciclismo. El grupo, que factura 120 millones de euros a nivel global, alcanzó los ocho millones en España el pasado año.

 

Tal y como pasa con el running, la práctica del ciclismo ha ganado nuevos adeptos en los últimos años. “Algunos de los ciclistas ocasionales acaban aficionándose y eso genera un traspaso hacia compañías más técnicas como la nuestra”, explica la directora de Santini en España.