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Moda y política: ideologías que marcan tendencia

Franc Marin-Camp

22 abr 2013 - 04:43

¿Qué tienen en común Obama y la ikurriña? La imagen del presidente estadounidense y la bandera vasca son iconos, con un claro trasfondo político, utilizados en los diseños de muchos objetos. Lemas célebres y personajes históricos, como John F. Kennedy o Eva Perón, están presentes en multitud de camisetas y complementos. A estos ejemplos se suman artículos con carga ideológica como los pañuelos de inspiración palestina, fácilmente identificables en las grandes cadenas de distribución de moda.

 

Guillem Rey, director de márketing de Biplano (la empresa que gestiona los derechos de la célebre imagen de Che Guevara en España), opina que “el diseño pesa más que los valores” en la fabricación de moda. “En el caso de Ernesto Guevara, es más frecuente introducir su imagen creando una marca propia, que en colecciones de grandes cadenas”, afirma Rey. La mitad de las licencias que gestiona Biplano son utilizadas para ropa y complementos. El director de márketing de la empresa afirma que el interés por los derechos de este tipo de imágenes está más o menos presente en la moda en función de los ciclos.

 

En Cataluña, el fenómeno soberanista también ha hecho aflorar nuevos negocios de moda. En la ciudad de Vic, uno de los feudos del nacionalismo catalán, el publicista Guillem Soldevila ha creado la marca VamCats de calzado deportivo. Lo que para la agencia GS Gràfica empezó como un encargo publicitario para una marcha independentista, se convirtió en una colección de cinco pares de zapatillas con la bandera estelada en su diseño.

 

Lejos de ser una moda pasajera, Soldevila asegura que el proyecto empresarial surgió “por petición popular”. Siete meses después de su creación, VamCats cuenta con una treintena de modelos que se distribuyen en medio centenar de establecimientos multimarca. El publicista asegura que a muchas tiendas ya no les cuesta “mojarse” a la hora de ofrecer a sus clientes un producto comprometido ideológicamente. Con más de 15.000 pares de zapatos vendidos, la marca ha registrado un millón de euros de facturación, y tiene prevista la creación de nuevos complementos.

 

Pero enarbolar banderas no es nada nuevo, y menos aún cuando hay detrás el deseo de provocar reacciones. Ágatha Ruiz de la Prada también utilizó la senyera para ataviarse en la boda de los Duques de Palma, que se celebró en Barcelona. La diseñadora volvió a situarse en el punto de mira cuando, en la boda de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, se vistió con los colores de la bandera republicana.

 

Capítulo aparte merece la presencia de la política en la publicidad. Benetton, conocida por sus polémicas campañas, volvió a romper tabúes en 2011. La marca italiana presentó unos fotomontajes en los que se mostraba a distintos líderes mundiales “opuestos” besándose. Bajo el nombre de Unhate, la campaña reunía besos como el del líder bolivariano Hugo Chávez con el inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama. Una de las instantáneas, la que presentaba el contacto labial entre el papa Benedicto XVI y el imán de la mezquita de El Cairo, Mohamed El-Tayeb, tuvo que ser retirada debido a acciones legales tomadas por la Santa Sede.