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Moda impositiva

TRIBUNA: Borja Oria

10 jul 2013 - 04:50

Acabamos el año 2012 con un balance negativo para nuestro sector. Las ventas en el comercio textil registraron una caída del 5% en comparación con el ejercicio anterior, lo que supone el mayor descenso desde 2009 (-6,5%), lo que nos lleva a que desde el inicio de la crisis el sector haya sufrido en España una caída de la facturación de casi el 30%, llegando a los niveles de ventas de principios de los 90. Estos datos iban acompañados de unas previsiones no mucho más halagüeñas para el primer semestre de 2013, que apuntaban a un periodo complicado para el sector de la moda española por la situación macroeconómica nacional y la falta de buenas noticias.

 

Hoy, medio año después, desgraciadamente podemos ratificar que nuestras peores sospechas se han confirmado. La crisis no ha dado tregua a ninguno de los sectores empresariales, y la moda no ha sido una excepción, haciendo que se perpetúen en el tiempo las sensaciones negativas que tenemos desde hace ya algunos años. Para nosotros, ni siquiera la tan esperada campaña de Semana Santa dio un respiro a esta situación; el mal tiempo hizo que muchos optaran por quedarse en  sus casas y esperar a que escampara para hacer las compras primaverales.

 

Y cuando vivíamos con esperanza e ilusión el comienzo de una nueva estación, que para el sector es como una nueva oportunidad de negocio, todo quedó empañado ante los rumores que apuntaban a próximas subidas de impuestos. Y aunque las noticias son confusas, todo parece indicar que muy probablemente en los próximos meses nos enfrentemos a una nueva subida fiscal. Y no lanzo campanas al vuelo ni quiero ser fatalista, simplemente me remito a las cifras: en los últimos meses hemos experimentado 30 subidas de impuestos; se ha modificado cinco veces el IRPF, cuatro el Impuesto de Sociedades, y una lamentable subida del IVA, entre otros. 

 

Ante esta situación y aunque a día de hoy todavía no se ha confirmado, todo parece indicar que volvemos a vivir con la amenaza de enfrentarnos a una realidad económica que, lejos de ayudarnos a superar el actual momento, hará un poco más complicado emprender el camino de la mejoría.

 

Ya hemos vivido en nuestro sector el nefasto impacto que tiene en el consumo la subida de un impuesto regresivo como el IVA, que aunque en muchos casos sea el empresario el que asuma la subida y no lo repercuta en el precio final para los clientes, tiene un impacto psicológico negativo en el consumidor que hace que inmediatamente se reduzcan las ventas (-9,5% de caída con la subida de julio de 2010 y -4% con la subida de septiembre 2012 con un impacto en la Campaña de Navidad 2012/13 de -10,8%).

 

Recientemente, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha dicho que la presión fiscal es ya suficientemente alta y que, aunque el camino más fácil para los gobiernos sea la subida de impuestos, está demostrado que tiene “efectos contractivos”.

 

Es por todo lo anterior por lo que tenemos que pedir al Gobierno de la nación que cumpla su programa electoral en el que una de sus piedras angulares era la NO subida de impuestos y, en algunos casos, la bajada de los mismos.

 

Tenemos que recordar que la subida del IVA se presentó como una “medida temporal”, y probablemente ahora sea el momento de plantearse seriamente una reducción de dicha carga impositiva.

 

Es indiscutible que una rebaja de los impuestos ayudaría a la recuperación del consumo y, por tanto, a reactivar la economía y, por prolongación, la creación de empleo, por lo que no cabe ninguna duda del efecto beneficioso que tendría para España.

 

 

Borja Oria es Presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex)