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Miguel Ángel Guilló (Eti-Textil): “En la era Amazon es inconcebible que una tienda no tenga lo que se busca”

El ejecutivo, al frente del grupo de Rfid, sostiene que el principal freno de esta herramienta que lleva décadas en el mercado no es la inversión que conlleva sino el cambio organizativo que comporta.

S. Riera

5 sep 2019 - 04:52

Miguel Ángel Guilló (Eti-Textil): “En la era Amazon es inconcebible que una tienda no tenga lo que se busca”

 

 

“¿Es experiencia ir a una tienda y que te digan que si algo no está en la estantería no está disponible?”, se cuestiona Miguel Ángel Guilló, consejero delegado de Eti-Textil, especializado en sistemas de control de mercancía por radiofrecuencia (Rfid). A pesar de que a esta herramienta le ha costado más de dos décadas introducirse en el comercio minorista, Guilló explica que es una de las claves de la nueva experiencia en tienda. Según el ejecutivo, “en la era Amazon es inconcebible que una tienda no tenga lo que se busque”.

 

Pregunta: Hace mucho tiempo que se habla del Rfid en el comercio, ¿por qué ha tardado tanto en implantarse?

Respuesta: El Rfid supone un cambio importante en la manera de gestionar un negocio. No es una cuestión sólo de leer códigos de barras, sino que requiere dotar a la empresa de ciertas medidas. El cambio de paradigma en la gestión y en las operaciones es importante. El Rfid crea una referencia única para cada artículo: si hay mil unidades, hay mil referencias. El código de barras establece, en cambio, una referencia por cada mil unidades. Se impone así un cambio en el sistema de gestión, que requiere inversión, pero también preparar a la compañía para ello.

 

P.: ¿Por qué el comercio de moda ha apostado por esta herramienta?

R.: El retail ya es un negocio complejo de por sí, pero en moda, diría que lo es aún más. Con el código de barras era muy difícil saber dónde estaba una pieza en el inventario ni se tenía una visión de él en tiempo real.

 

 

 

 

P.: El hecho de que lo haya incorporado Inditex, ¿ha acelerado su implantación en el retail?

R.: Absolutamente. En 1999, ya hacíamos desarrollos sobre cómo introducir inteligencia a la etiqueta y las empresas lo veían como tecnología del siglo XXII. Desde entonces llevamos quince años evangelizando sin que se terminase de ver su función. Primero lo implantó Decathlon y después Inditex, y no fue hasta entonces cuando se empezó a ver su eficacia.

 

P.: De 1999 hasta hoy el comercio también ha sufrido varias transformaciones…

R.: Inicialmente, el Rfid se aplicó para control el almacén y reducir costes logísticos. Y las primeras empresas que lo implantaron lo hicieron en este sentido. Pero con el tiempo vimos que esto sólo era la punta del iceberg, porque no sólo reducía los costes logísticos sino que también es una herramienta para generar ventas. Si se vincula con otras herramientas que aportan inteligencia, tenemos, por ejemplo, un probador capaz de sugerir artículos para la venta cruzada.

 

P.: ¿Ha sido con la omnicanalidad que las empresas han visto su utilidad?

R.: Sin duda. Pero también ha coincidido con un cambio en el propio sistema de retail que le ha favorecido. Antes, el consumidor veía un producto, se lo probaba y lo compraba. Pero ahora se compra de otra manera. Se entra en la omnicanalidad y esta requiere de una mayor información de la habitual. Este ha sido el verdadero acelerador porque ahora ha pasado a ser considerado como un elemento indispensable.

 

 

 

 

P.: ¿Se avanzó a su tiempo?

R.: Absolutamente. Hoy en día, la inteligencia artificial junto al poder de generar lecturas y captar información permiten disponer de más indicadores y potenciar la venta cruzada o tener una publicidad más efectiva.

 

P.: ¿De controlar almacenes a gestionar la comunicación?

R.: La publicidad que se tenía hasta ahora era genérica y su influencia, por tanto, reducida. Pero a partir de una prenda que se selecciona en una tienda se puede captar el perfil de aquel consumidor y se le pueden realizar sugerencias personalizadas mediante una publicidad selectiva. Con Google y la publicidad selectiva se puso fin a la práctica de contratar una página de publicidad en un medio generalista, que equivalía a disparar a todo aquello que se movía.  El Rfid puede dar lo mismo que Google pero en el punto de venta, dotando al offline de la potencia del online.

 

P.: ¿Qué aporta el blockchain en este sentido?

R.: El blockchain es una plataforma abierta que genera la trazabilidad en la misma transmisión de la información. El Rfid no hace pública toda su información, porque le pertenece. Son dos herramientas que se pueden vincular.

 

 

 

 

P.: Más allá de los grandes grupos, el resto del sector son cadenas medianas y pequeñas, y micro pymes. ¿Requiere una gran inversión la implantación del Rfid para estas empresas?

R.: Su implantación ha demostrado tener un retorno de la inversión tremendamente alto. El Rfid tampoco está diseñado para las grandes cadenas, también puede implantarse en las pequeñas. Siempre dependerá de aquello que se quiera hacer y de la complejidad del negocio, de la diversidad en su aprovisionamiento y del número de tiendas. Hay ejemplos de empresas que trazan y gestionan inventarios con éxito y costes reducidos.

 

P.: ¿Es la punta de lanza de la digitalización?

R.: Ayuda a ello. Hoy, somos capaces de mover mercancía sin coste añadido, mientras que antes se requería de una persona que fuera a realizar las lecturas de una en una. Se puede tener Rfid pero sin vincularlo a la inteligencia artificial, pero permite hacer cruces y tratar la información para ejecutar acciones. Ya no sólo es dar sentido a la confluencia entre el online y el offline, sino que se dinamiza el offline. Hay mucho por hacer aún en el canal físico.

 

P.: ¿La experiencia?

R.: ¿Es experiencia ir a una tienda y que te digan que si algo no está en la estantería no está disponible? Hoy, con las herramientas adecuadas, quizás aquella pieza que se busca no esté, pero se pueden realizar sugerencias y entrar en una venta guiada que genere una experiencia más agradable. El factor humano continúa siendo determinante, con buenos dependientes que traten al cliente como deben hacerlo. Y el Rfid simplemente lo facilita.

 

 

 

 

P.: ¿Es este el único camino para competir contra Amazon?

R.: Como consumidor, si voy a una tienda donde me realizan sugerencias y compro lo que necesito, ¿hasta qué punto estaré dispuesto a regresar a un sistema tradicional? En los tiempos de Amazon es inconcebible que una tienda no tenga lo que se busque.

 

P.: Si la tecnología es el puntal de crecimiento de las empresas, ¿hacen falta perfiles más técnicos en sus plantillas?

R.: Dependerá del nivel al que la queramos implantar. Se ha dicho ya que los puestos de trabajo que tendrán mayor demanda en la década de los veinte todavía no cuentan con formación. En el caso del Rfid, el cambio viene más allá de los lectores. Si se quiere integrar al sistema, sí se necesitarán gestores de datos para cruzar la información y obtener el análisis. Las necesidades entre la era Rfid y la post Rfid son diferentes. Todavía se están formando los perfiles para gestionar la abundancia de datos.

 

P.: ¿La distribución española invierte en tecnología en comparación con otros países?

 R.: En Rfid, en España se ha entrado tarde. En Reino Unido o Alemania hace años que se trabaja con él. Ahora, en el comercio español existe inquietud y se está realizando un gran esfuerzo inversor.