Mezlan, el zapatero de Almansa que conquistó Madison Avenue

De Almasa a Madison Avenue. El empresario manchego Antonio Sánchez está detrás de Mezlan, la marca de calzado masculino de lujo que acaba de abrir un establecimiento en el Jeffries Building, en un enclave estratégico de la moda para hombre, donde también se encuentran Thomas Pink, Eredi Pisano, Hartmenn y The Art of Shaving.

La de Nueva York es la séptima tienda que Mezlan tiene en Estados Unidos y cuenta con una superficie de 120 metros cuadrados. Pese a tener sus orígenes la localidad de Almansa, una de las cunas del calzado en España, Sánchez ha focalizado todo su negocio en el mercado estadounidense, donde en 2008 abrió su primera tienda en Las Vegas, en el hotel The Palazzo.

Más adelante, Sánchez pisó el acelerador en el país y puso en marcha más puntos de venta. Al establecimiento de Las Vegas le siguieron otros en Phipps Plaza en Atlanta; en 900 North Michigan Shops en Chicago; en el Fashion Center de Pentagon City, en Arlington; en la Houston Galleria, y en el Westfield Valley Fair, en Santa Clara. Los planes de la compañía pasan por continuar creciendo por el territorio con tiendas en San Francisco, Washington y Nueva York.

Antonio Sánchez aterrizó en Estados Unidos a mediados de los ochenta para introducir la marca Mezlan, con fábrica en Almansa

Sánchez se embarcó a mediados de los ochenta rumbo al mercado estadounidense para comercializar Mezlan, la marca de calzado para hombre que producía en la localidad castellanomanchega de Almansa. Recién aterrizado en Estados Unidos, Sánchez recorrió todo el país e introdujo la marca en Neiman Marcus, Saks Fifth Avenue, Bloomingdale’s y Nordstrom, además de trazar una red de puntos de venta multimarca.

La factoría de Almansa estuvo en marcha hasta 2015, cuando echó el cierre de manera definitiva, según consta en el Registro Mercantil. Sánchez gestiona ahora el negocio de Mezlan en Estados Unidos desde la sociedad Pacific Shoe Corporation, con sede en California. En las últimas décadas, el empresario español ha ido engrosando su negocio de calzado, con la adquisición en 1998 de la marca italiana Bacco Bucci, de perfil más joven, y el lanzamiento de Impronta, de un segmento más elevado.

Con aquella operación, Sánchez puso también un pie en Italia con la incorporación de un estudio de diseño en la región de Marcas, situada en el centro del país. La empresa mantiene también allí su centro de operaciones para el mercado europeo.

En 2008, la compañía puso en marcha su negocio de retail con la apertura de tiendas. Sánchez se ha abierto paso durante tres décadas en el mercado estadounidense con un zapato de vestir que comercializa entre 400 dólares y 600 dólares. Bacco Bucci, por su parte, se posiciona en un segmento más bajo, de entre 150 dólares y 300 dólares, de estilo casual.