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Mário Jorge Machado (ATP): “Ningún país debería depender tanto de otra zona geográfica”

El nuevo presidente de la Associação Têxtil e Vestuário (ATP) reflexiona sobre la deslocalización de la industria y los retos y oportunidades del sector en el escenario actual.

C. Juárez

27 feb 2020 - 04:57

Mário Jorge Machado (ATP): “Ningún país debería depender tanto de otra zona geográfica”

 

 

Es presidente de la Associação Têxtil e Vestuário (ATP) desde hace pocos meses, pero Mário Jorge Machado se muestra optimista ante el futuro del sector. Ni el coronavirus se erige como una amenaza para el directivo, al frente también del grupo de tejeduría Adalberto. Machado opina que por ahora la situación es coyuntural, y que si la industria portuguesa del textil se beneficia en detrimento de China será a largo plazo.

 

P.:  Dijo en una ocasión que el modelo de Amancio Ortega salvó la industria portuguesa porque la velocidad obliga a la proximidad, ¿continúa siendo así? 

R.: Sin duda, porque el modelo de responder con velocidad a la demanda del cliente requiere proximidad, y eso ha aupado a la industria portuguesa. Además, Inditex también ha impulsado que otras compañías también vengan a aprovisionarse a Portugal.

 

P.: ¿Portugal sigue dependiendo de Inditex? 

R.: Sí, continúa siendo uno de los grandes clientes de la industria textil portuguesa.

 

P.: ¿Qué consecuencias tuvo el cambio en el aprovisionamiento de los grandes grupos del sector? 

R.: En su momento tuvo consecuencias, pero desde 2009 las exportaciones portuguesas han ido creciendo año a año, porque algunas de las empresas que emigraron a Asia percibieron que también necesitaban de la industria de cercanía para algún tipo de producto.

 

 

 

 

P.: ¿La desaceleración de la industria en España ha afectado a Portugal?

R.: Aquí pasa exactamente lo mismo, sobre todo entre 2013 y 2019. Durante esos años, la industria en general ha desacelerado bastante.

 

P.: ¿Portugal puede salir beneficiado del descenso de la producción en China por el coronavirus?

R.: Estamos hablando de una situación que no es estructural. Puede que la industria portuguesa de la moda se beneficie de la situación en un futuro, pero también puede repercutir de forma negativa ya que es un sector global y al final afecta a todos. Aun así, todavía es demasiado pronto para hablar de ello.  

 

P.: Un empresario nos dijo la semana pasada que el coronavirus será en el aprovisionamiento en moda lo que el 11S a la economía global. ¿Está de acuerdo?

R.: No creo, a no ser que sea una situación que se prolongara durante varios años. En ese caso, el problema no sería sólo textil, porque todas las industrias tienen componentes que están hechos en Asia.

 

 

 

 

P.: ¿Los grandes grupos deben reducir la dependencia de China y de Asia en general?

R.: Sí, ahí está el problema. Ningún país debería depender tanto de otra zona geográfica. Los sectores industriales de Europa deberían ser más robustos y más independientes. Deberíamos plantearnos si la industria está demasiado deslocalizada. No deberíamos confiar tanto. De hecho, la situación puede llegar a ser ridícula si se produce un conflicto con Asia, ya que dependemos completamente de ellos. Los gobiernos y la Unión Europea deberían poner en marcha más medidas para incentivar la producción en la región.

 

P.: ¿La cuenca euro mediterránea (Portugal, Marruecos, Turquía...) puede absorber toda la producción que hoy se hace en China?

R.: No, no estamos preparados. Hay que hablar de equilibrios, pero la pregunta real es si Europa está preparada para no tener producción aquí. ¿Estamos preparados para depender completamente de terceros? Además, el crecimiento y la potencia económica de la región también dependen de su músculo industrial: Alemania es el país europeo más fuerte porque es el que tiene más industria que el resto de países europeos.

 

P.: ¿Qué innovaciones tiene que llevar a cabo la industria para seguir adelante?

R.: La sostenibilidad, es una de ellas. La optimización de procesos sostenibles en la producción es una de las prioridades actuales del sector.

 

 

 

 

P.: Portugal vive principalmente de la necesidad de respuesta rápida del fast fashion. ¿Es compatible con un mundo sostenible?

R.: La industria de Portugal vive de dos cosas: del fast y del long fashion. Lo que hay que hacer es adaptar la producción a la demanda y reducir el exceso de producto, así se consigue ser más sostenible. Ahora se incentiva a los consumidores a comprar menos por impulso, eso significa que la producción tiene que estar más afinada, y esa es la gran oportunidad de la industria en proximidad.

 

R.: En moda se habla cada vez más de la necesidad de producir menos. ¿En qué lugar dejará esto a un hub productivo como Portugal?

R.: La sostenibilidad también pasa por optimizar los procesos productivos, y es ahí donde nos tenemos que enfocar ahora. Tenemos que invertir en procesos de recircular productos.

 

P.: ¿El futuro de la industria pasa por la concentración?

R.: La concentración es una ventaja, pero somos una industria muy flexible y la concentración no permite tanta flexibilidad.

 

 

 

 

P.: ¿Lo primero que hace falta es un cambio de mentalidad?

R.: Sí, hay que modernizarse y comenzar a implantar nuevas herramientas que ya están en el mercado, por ejemplo, la inteligencia artificial. De esta manera se puede hacer una producción adecuada a las ventas, así se pueden mejorar las previsiones y ajustarse al mercado. La inteligencia artificial y el análisis del big data serán el futuro de la industria.

 

P.: España ha subido el salario mínimo. ¿Es una amenaza para el sector si pasa lo mismo en Portugal?

R.: Sí, sobre todo para las empresas con más mano de obra. Pero los grupos que producen en Europa tienen que ser conscientes de que la producción se realiza con unos principios sociales éticos.

 

P.: ¿Qué rol debe la patronal en este proceso de transformación?

R.: Procuramos servir de orientador para las empresas del sector y ayudarles para actuar a futuro. Procuramos mostrar cuáles son las amenazas y las oportunidades actuales a las que se enfrente el sector.