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Manel Jadraque, el hombre de confianza de Thomas Meyer en los años más agitados de Desigual

C. Pareja/ P. Riaño

5 may 2015 - 04:57

Manel Jadraque, el hombre de confianza de Thomas Meyer en los años más agitados de Desigual

 

 

Manel Jadraque ha sido, durante los últimos años, la mano derecha del artífice de uno de los últimos fenómenos de la moda en España, la compañía catalana Desigual. Al frente de la dirección de la compañía desde mediados de 2012 y con el reto de suceder a Manel Adell, Jadraque ha sido el cerebro frente a la creatividad de Thomas Meyer. Ahora, Jadraque ha sido cesado súbitamente como consejero delegado de la cuarta mayor empresa de moda de España, tras haber perdido, quizás, la confianza de Meyer y, seguro, la del fondo galo Eurazeo.

 

Desigual nombró a Manel Jadraque como director general a mediados de 2012, cuando Manel Adell, directivo histórico de la compañía y el ejecutivo que gestó la transformación de la empresa en el gigante que es actualmente, decidió abandonar el grupo por diferencias con el fundador de la empresa.

 

Inicialmente, Jadraque asumió la dirección general de forma interina, pues la compañía tenía previsto fichar a un nuevo ejecutivo. Pero Jadraque, que se había incorporado a Desigual en 2004 como director de producto y operaciones con experiencia previa en empresas como Loewe y Louis Vuitton, consiguió ganarse la confianza de Thomas Meyer. Poco a poco, fue sumando responsabilidades, hasta el punto de que con la entrada de Eurazeo en el capital fue nombrado consejero delegado.

 

Considerado por muchos como un hombre “extremadamente inteligente” (según explica un ex directivo de la empresa), Jadraque, formado en el Instituto de Empresa (IE) y en la Universidad de Barcelona, creó su propio equipo, prescindiendo de directivos que trabajaron en la etapa anterior de Desigual bajo la batuta de Adell. Ejecutivos como Carlos MaizJosé Armillas o Marc Calabia se incorporaron a la compañía para que Jadraque formara el escuadrón que le ayudaría a liderar la empresa.

 

En los dos últimos años, Desigual ha consolidado su crecimiento. Si Jadraque tomó las riendas de una empresa que en 2012 alcanzó una facturación de 705 millones de euros, en 2014 esta cifra se ha situado en 963 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 36,6% en dos años. Fue el propio Jadraque el encargado de expresar públicamente que el objetivo de Desigual para 2014 pasaba por alcanzar mil millones de euros, algo que, finalmente, no se ha cumplido.

 

Al tiempo que la facturación ha crecido, la compañía también ha mejorado su rentabilidad. En los dos últimos años, la empresa ha elevado su resultado un 82%, desde los 74 millones de euros a cierre de 2012 a los 134,9 millones de euros de 2014. De hecho, en la toma del 10% del capital Eurazeo valoró a la empresa liderada por Thomas Meyer en 2.700 millones de euros, o 10,2 veces ebitda.

 

Pero las expectativas no se han cumplido para Eurazeo, que un año después de entrar en el capital de Desigual ya ha comenzado a moldear a la cadena de moda femenina y masculina a su gusto. Además de contar con dos puestos en consejo de administración de la empresa, fuentes de la compañía señalan que las directrices de Eurazeo tienen cada vez más peso en la gestión de la empresa.

 

A sus espaldas, Jadraque deja un Desigual que poco tiene que ver con el Desigual que hicieron crecer y madurar el tándem formado por Meyer y Adell. “Desigual debe ser más mainstream y llegar a todo el mundo”, expuso Jadraque en un encuentro con periodistas en marzo de 2014, dejando claro que la compañía estaba tomando un rumbo muy distinto al que le caracterizó en sus inicios.

 

Al cambio en el producto se le unió, también, una nueva forma de comunicar.  Anuncios de televisión creadores de polémica que hicieron que la marca sumara el mismo número de fans que de detractores; el fichaje de top models que poco tenían que ver con su público objetivo o una apuesta en firme por mostrar todas sus colecciones en pasarelas internacionales como la de Nueva York o en otras más locales como las de Madrid o Barcelona.

 

Pese a su experiencia en el sector y a haber elevado a Desigual a la categoría de fenómeno mediático, Jadraque no ha terminado de convencer ni a Thomas Meyer ni a Eurazeo, que cada día está un poco más cerca de incrementar en un 4% su participación en la compañía, que podría estar incumpliendo las previsiones pactadas en la compraventa.