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Mala conducta, dopaje e infidelidades: Nike suma a Sharapova al club de los contratos rotos

Modaes

9 mar 2016 - 04:47

 

Ni drogas, adicciones sexuales o infidelidades. Para Nike, estas y otras malas conductas son razones más que de peso para romper un contrato con sus patrocinados. El gigante estadounidense de la moda y el equipamiento deportivo ha rescindido recientemente su contrato de patrocinio con la tenista Maria Sharapova, por dopaje, y con Manny Pacquiao, por declaraciones homófobas, que se suman así al club de los contratos rotos de Nike.

 

El último de los escándalos que ha sacudido el sector del deporte ha estado relacionado con la tenista Maria Sharapova, hasta ahora patrocinada de Nike. La tenista no superó un control antidopaje en el pasado Open de Australia, por lo que el gigante estadounidense decidió suspender su relación con la deportista. Nike y Sharapova renovaron su contrato en 2010 hasta 2018 por 70 millones de dólares.

 

Sharapova se suma a la reciente polémica protagonizada por el boxeador filipino Manny Pacquiao, que también desencadenó en la rescisión de su contrato con Nike. El deportista dijo que los homosexuales eran “peores que los animales”, unas declaraciones que la compañía estadounidense tildó de “aberrantes”.

 

“Cuando un grupo como Nike firma un contrato de patrocinio, ya prevé las posibilidades de rescisión unilateral en caso de conducta inapropiada, como puede ser en el caso del dopaje o declaraciones racistas”, explica Marc Armengol, director general de Unisport, escuela de negocios especializada en el sector deportivo.

 

 

El impacto económico que puede tener la pérdida de un patrocinado a las cuentas de la compañía es muy “relativo”, según los expertos. “Se puede perder la simpatía por parte de los seguidores incondicionales del deportista, pero la marca también debe defender su posicionamiento ético, haciendo públicos los motivos que le han llevado a tomar esta decisión”, explican desde Unisport. “El tiempo de reacción en este tipo de crisis es un factor determinante”, añade Armengol.

 

Uno de los contratos rescindidos por Nike que más revuelo causó fue el del ciclista estadounidense Lance Armstrong, que confesó haberse dopado. Además de perder los honores de haber ganado siete Tours de Francia, Nike anunció en octubre de 2012 que rompía su contrato con el deportista. Este patrocinio unía a Armstrong con Nike desde hacía 16 años.

 

Pero Nike también ha dejado algunos de sus contratos en cuarentena, e incluso ha perdonado a sus patrocinados en algunos casos. El atleta estadounidense Justin Gatlin vio como el gigante de la moda deportiva dejaba en stand by su contrato en 2006 por dar positivo en testosterona. En 2010, Nike volvió a reactivar su contrato de patrocinio con el deportista.

 

Entre los perdonados de Nike se encuentran dos de los deportistas más famosos en su disciplina. El jugador de baloncesto de la NBA Kobe Bryant fue arrestado en 2003 por agresión sexual. Aunque finalmente ambas partes llegaron a un acuerdo, Nike decidió no usar la imagen del deportista durante dos años, aunque no rescindió su contrato con el baloncestista.

 

 

Nike también cuenta con patrocinios en el golf. Tiger Woods, uno de los golfistas más importantes de todos los tiempos, estuvo internado en un centro de rehabilitación por su adicción al sexo. No obstante, Nike continuó al lado del deportista, respaldándolo con un contrato valorado en 150 millones de dólares (136,5 millones de euros).

 

Pero no sólo Nike ha tenido que romper contratos con sus deportistas patrocinados. Aunque con menos frecuencia, la alemana Adidas también tiene que enfrentarse de vez en cuando a los escándalos de los deportistas que tiene en nómina. Uno de los últimos casos fue el del velocista Tyson Gay, que tras confesar haber consumido “sustancias prohibidas” Adidas rescindió su contrato de patrocinio.

 

La compañía alemana, que llevaba vinculada al deportista desde 2005, alegó poder rescindir los contratos “si el atleta es declarado culpable de posesión o uso de drogas o cualquier sustancia prohibida por el órgano deportivo bajo el que quede sometido el atleta”.