Luís Filipe de Castro (Aicep): “Una solución al tamaño de las pymes sería la cooperación empresarial”

Luís Filipe de Castro Henriques preside el consejo de administración Aicep, la agencia de comercio exterior de Portugal. Máster en Economía por la Universidad de Cambridge y MBA por Insead Business School, Castro se incorporó a Aicep en 2014 como responsable de inversión, gestión financiera y comercial. Antes de entrar en la institución, el directivo lideró diferentes proyectos empresariales en el ámbito energético y tecnológico.

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Portugal: socio clave en el aprovisionamiento

Pregunta: En el conjunto de las exportaciones de Portugal, ¿qué posición ocupa el textil, la confección y el calzado?

Respuesta: Portugal tiene una balanza comercial diversificada y sofisticada. Entre las grandes exportaciones de bienes destacan los componentes de metalo-mecánica, automóviles y sus partes, vestuario y calzado, productos farmacéuticos, pasta de papel, alimentación y vino. En su conjunto, los tres sectores, confección, textil y calzado, representaron en 2016 el 9,6% de las exportaciones de bienes y servicios. La confección tiene un peso del 4,4%; el calzado, del 2,6%, y el textil y textil hogar, del 2,6%. Los tres sectores ocupan el tercer lugar en nuestras exportaciones de bienes y servicios después de viajes y turismo (16,7%) y maquinaria y dispositivos (10,2%).

P.: ¿Qué lugar ocupa España en el total de las exportaciones de Portugal?

R.: España fue el principal destino de las exportaciones portuguesas de ropa con una cuota del 44% y está en el puesto número cuatro en las exportaciones de calzado, con una cuota del 10%. Es un socio natural y nuestro principal socio económico, por lo que las relaciones entre los dos países deben seguir potenciándose.

“España fue el principal destino de las exportaciones portuguesas de ropa con una cuota del 44% y está en el puesto número cuatro en las exportaciones de calzado”

P.: ¿Tiene este sector capacidad para continuar elevando sus ventas al extranjero?

R.: Sin duda. Es un sector que ha invertido, que ha comprado tecnología punta y que ha apostando por la innovación en diseño, desarrollo y producción de productos de mayor valor añadido, diversificando mercados y conquistando nichos más exigentes y selectivos.

P.: ¿Considera importante para la economía portuguesa continuar apostando por la industria tradicional, como es el caso del textil y la confección?

R.: Sí. Hace algunos años, los sectores tradicionales se distinguían claramente de los más nuevos, pero hoy en día las diferencias se desvanecen gracias sobre todo a la tecnología. De hecho, constatamos que la tecnología es transversal a todos los sectores, transformándolos de manera positiva. Los sectores tradicionales han apostado por la inversión en tecnología, en I+D y en su imagen internacional, contribuyendo fuertemente a la creación de riqueza nacional y empleo. Son, sin duda, sectores que tienen un gran peso en nuestras exportaciones, en la creación de valor y de empleo y que son innovadores y competitivos.

P.: ¿Hay alguna empresa o grupo empresarial en Portugal que esté empujando  las ventas del textil, la confección y el calzado?

R.: Tenemos muchas empresas que sobresalen. Pero para dar algunos ejemplos de empresas que han destacado en Europa puedo mencionar el grupo Polopique, por su dimensión en el sector de la confección; el grupo Paulo de Oliveira, uno de los mayores de Europa en el sector lanero; el grupo Impetus, que se sitúa entre las diez principales empresas europeas del sector del íntimo y baño; Mundotêxtil, el mayor productor europeo de toallas; el grupo Kyaia, en el sector del calzado, que posee Fly London, una de las principales marcas exportadoras del país, y Pizarro, uno de los mayores acabadores textiles de Europa.

“Hace algunos años, los sectores tradicionales se distinguían claramente de los más nuevos, pero hoy en día las diferencias se desvanecen gracias sobre todo a la tecnología”

P.: ¿Qué sectores son los que más han incrementado sus exportaciones en los últimos años?

R.: En el ámbito de la industria transformadora, los sectores que más incrementaron sus exportaciones en 2016 fueron los de piel y curtidos, con un alza del 8,5%; la confección, con una subida 8% frente a 2015; el de maquinaria y aparejos (6,2%), y el de las tecnologías de la información y comunicación (5,3%).

P.: ¿Son los mismos sectores que diez años atrás?

R.: En la última década se ha registrado una alteración significativa en el patrón de especialización de la industria manufacturera en Portugal, destacándose el sector automovilístico y de componentes, la electrónica, la energía, el sector farmacéutico y las industrias relacionadas con las nuevas tecnologías de información y comunicación. Además, las empresas portuguesas reaccionaron bien a la crisis. En pocos años, su peso en el Producto Interior Bruto subió de casi el 30% a cerca del 40%. Nuestras empresas percibieron que la internacionalización es una oportunidad de crecimiento y la apuesta por los mercados externos ya forma parte del ADN de muchas de ellas, evidenciando un enfoque de diversificación, con ventas más allá de Europa.

P.: ¿Cree que para dinamizar la economía portuguesa falta diversificar más los sectores económicos que exportan?

R.: Más que extender ese abanico de productos y servicios, lo que interesa a la economía nacional es exportar productos de mayor valor añadido, asociados a la prestación de un servicio de calidad, diversificar mercados de destino y apostar a nichos de mercado más exigentes y especializados.

P.: ¿Cree que es necesario diversificar más los mercados de destino del conjunto de las exportaciones portuguesas?

 R.: La necesidad de diversificación de mercados es reconocida por todos como de importancia capital para el éxito de cualquier proyecto de internacionalización. La estrategia que han adoptado muchas empresas portuguesas me parece equilibrada y consiste en consolidar las ventas al mercado europeo y, al mismo tiempo, buscar conquistar nuevos mercados.