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Los retos del diseño español en Estados Unidos

Tribuna: L. Cordeiro

15 oct 2015 - 04:41

Un paseo por Nueva York lo es por las marcas de moda españolas instaladas en sus zonas comerciales. El consumidor americano conoce la procedencia de los productos y la española es garante de calidad por europea. En Estados Unidos, el país de fabricación y la composición del tejido son factores que influyen en la venta tanto como el precio y el diseño en un segmento alto de la población.

 

La puerta de entrada de la moda en Estados Unidos y el gran escaparate para América Latina y Asia es Nueva York. La presencia española en la reciente Semana de la Moda de Nueva York ha sido relevante: la  exposición en el Museum at FIT, Global Fashion Capitals, con diseños de Agatha Ruiz de la Prada, Delpozo y Sybilla, la buena crítica del desfile de Delpozo, la entrega del premio del Couture Council Artistry Museum at FIT a Manolo Blahnik. Todo esto unido a que se han mantenido las tiendas y corners en los grandes almacenes, y la apertura en breve de dos tiendas Zara en SoHo y el distrito financiero. 

 

Sin embargo, la presencia del diseño español continúa siendo minoritaria en cantidad. Los retos son los mismos que desde el comienzo de la moda de España en los años 80:  formación, gestión y músculo financiero.

 

España está ubicada en un continente consumidor de moda, con más de 500 millones de habitantes sólo en la Unión Europea.   Esta es una gran ventaja y debe ser el primer mercado para el diseño español, para afrontar después con calma el mercado americano cuando la empresa sea sólida y la marca reconocida.

 

Seguimos necesitando esa gran escuela internacional a la que se puedan dirigir las marcas globales en busca de talentos. Si en Francia LVMH se ha unido a Parsons, todavía quedan Saint Martins, FIT, La Cambre… para que un gran grupo español se asocie, nos la traiga a España y lidere una nueva etapa en la moda nacional.

 

Sin gestión es imposible obtener inversión y sin esta no se puede afrontar la internacionalización, y menos en el mercado americano que se caracteriza por una gran competitividad y costes más elevados que el mercado europeo.

 

Aquí las instituciones tienen un gran trabajo que hacer.  En primer lugar promoviendo la unidad del sector, actualmente atomizado en varias asociaciones profesionales, y de promoción internacional de la marca España en moda con un criterio y una estrategia a medio plazo. ¿ Para cuando  la creación de un Instituto de la Moda  que, al igual que el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Visuales que trabaja con el cine, lo haga con la moda? Además, los diseñadores y medios de comunicación tienen que dar más importancia en la comunicación al negocio y no sólo a la creación. 

 

Estados Unidos, con una población de 319 millones de habitantes, es el segundo país del mundo, después de México, con mayor número de hispanos. Actualmente somos el 17% de la población y en cinco años seremos el 21%.

 

Cincuenta millones de consumidores en Nueva York, Chicago y los estados de California, Florida y Texas, a los que hay que sumar los más de diez millones de indocumentados. Una población a la que ya se están dirigiendo las marcas globales y que debería ser nuestro segundo mercado natural después de la Unión Europea.

 

Vivimos un momento histórico y, como tal, difícil.  Hay que asumir cambios y adoptar estrategias que hagan que el siglo XXI sea el de la moda española como sector económico y no la labor de unos cuantos valientes.

 

Lucia Cordeiro es directora de Agatha Ruíz de la Prada Nueva York