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Los ‘jefes’ del ecommerce: Emily Anders, la ‘recién llegada’ tras las riendas del negocio online de Gucci

Amelia Pijuán

22 jun 2016 - 04:50

Gucci

 

Fanjul, Ankerberg o Domínguez son, entre otros, los apellidos que completan los nombres de los directivos que han pasado a liderar el negocio online de las principales empresas del sector de la moda. Ejecutivos que, en muchos casos, abrieron camino en este sector cuando vender por Internet todavía sonaba a ciencia ficción, y que han creado desde los cimientos un canal que se ha convertido en imprescindible. ¿Quiénes mueven los hilos del negocio del ecommerce en la moda española e internacional? En la cuarta edición de la guía Quién es Quién de Empresas de Moda en España, patrocinada por Lodepo, Modaes.es realiza una selección de veinte de los empresarios y ejecutivos más influyentes en el ecommerce de moda. 

 

Emily Anders, que cuenta con más de ocho años de experiencia en el sector del lujo y el retail en empresas como Estée Lauder o Karen Millen, se ha decantado en su último giro profesional hacia el ecommerce y la estrategia digital. La actual directora de la unidad de ecommerce de la firma de lujo Gucci tomó el cargo hace sólo once meses, asumiendo la responsabilidad de una de las compañías que cuenta con mayor oferta de productos en la Red de entre todas las firmas de lujo del sector, según la empresa de investigación y estudios de mercado L2.

 

Anders se licenció en Artes en la RMIT University antes de especializarse en el mundo de la empresa y el márketing en la Swimburne University of Technology, donde finalizó sus estudios en 2008. Su primer empleo lo consiguió en el departamento de márketing y comunicación de la firma Karen Millen, donde permaneció dos años y cuatro meses. En 2008 obtuvo un ascenso en la compañía y ocupó la posición de directora de la unidad de márketing y ecommerce durante casi seis años. De allí dio el saltó a la multinacional estadounidense de cosmética Estée Lauder, en la que también lideró la unidad de ecommerce. La australiana pasó dos años en la compañía, hasta que, en verano de 2015, Gucci le tendió una mano y le propuso estar al frente de su canal online.

 

Gucci es propiedad del conglomerado fran­cés Kering, que también controla firmas como Saint Laurent, Stella McCartney y Balenciaga. Gucci, que representa más del 50% de las ventas del grupo francés, está presente en la Red desde 2002. Según el índice realizado por L2, la firma italiana fue una de las primeras compañías de lujo en adaptarse a los nuevos formatos de publicidad. El índice también apuntaba en 2014 que la empresa dirigida por Marco Bizzarri había logrado desarrollar con éxito una estrategia que engloba todas las pla­taformas digitales.

 

Actualmente, la plataforma online de Gucci está presente en 28 países y está traducida a ocho idiomas. En 2015, la web de la com­pañía italiana recibió más de cien millones de visitas de usuarios no recurrentes y representó el 7% del total de ingresos de Kering, cifra que mejoró sustancialmente en el ejercicio 2015, cuando aumentó un 15,4% y alcanzó los 11.584,2 millones de euros. En global, las ventas de la firma italiana durante el último ejercicio se situaron en 7.865,3 millones de euros, lo que supuso un incremento del 16,5% respecto al mismo periodo del año anterior.

 

Uno de los movimientos estratégicos de la compañía más destacados durante los primeros años de la década de los 2000 fue la creación de campañas de shoppable video. Estos vídeos interactivos permiten a los usuarios poder comprar un producto en el mismo momento en el que están visualizando su contenido.

 

Gucci cuenta con una plataforma responsive (adaptada tanto a ordenadores, como a móviles y tablets) en la que se puede com­binar el canal online con el offline, ya que los usuarios pueden consultar si un artículo se encuentra disponible en la tienda física con sólo un click.

 

Ya en 2015, Gucci siguió los pasos de Bur­berry e introdujo la aplicación Snapchat en la presentación de su precolección de otoño-invierno 2016, realizada por su nuevo director creativo, Alessandro Michele. Este guiño tecnológico respondió a la voluntad de la firma de lujo de acercarse a los millen­nials, y se realizó a través de la colaboración con la artista y fotógrafa Petra Collins. En marzo de 2016, Gucci conquistó otra red social, esta vez Instagram, en la que publicó y difundió las obras de artistas invitados como Amalia Ulman o Kalen Holloman. La compañía italiana ha apostado por la colaboración con influencers para alcanzar el máximo de clientes potenciales posible.

 

La firma, que fue fundada en Florencia en 1921, sufrió un periodo de estancamiento en sus ventas. Entre 2010 y 2012, la com­pañía creció un 36,5%, pero durante los dos años siguientes las ventas cayeron un 3,9% anual. Por este motivo, el presidente del grupo Kering, François-Henri Pinault, ya avanzó el año pasado que la estrategia de Gucci se centraría en el crecimiento orgánico, en la estrategia del producto y en la comunicación, quedando paralizadas las futuras aperturas.

 

Durante ese mismo año, la empresa rees­tructuró su equipo directivo y nombró a Marco Bizzarri consejero delegado de la compañía, y a Alessandro Michele nuevo director creativo. En el ejercicio 2015, la compañía volvió a crecer a doble dígito.