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¿Llegará este año la explosión de la burbuja del lujo?

1 abr 2009 - 00:00

Si algo está claro a estas alturas de la crisis es que nada volverá a ser como antes, ni el sector inmobiliario, ni el de las finanzas, ni el de la automoción ni el de los servicios, ni por supuesto, el mercado del lujo. La cuestión es saber cuándo empezará a desinflarse su burbuja. La asociación que agrupa a distintas marcas de lujo italianas Altagamma ya ha puesto fecha: 2009. Los 230 billones de dólares que genera de media la industria del lujo empezarán a encogerse este año. Según esta asociación, los beneficios que obtendrán las marcas antes de impuestos, tasas, depreciaciones y amortizaciones caerá un 21% este año debido a un parón "significante" de las ventas, que será especialmente intenso en la primera parte de este año.El secretario general de Altagamma y presidente de la consultora milanesa Intercorporate, Armando Branchini, lo tiene claro: "la burbuja del lujo ha explotado". Así, primero fueron las puntocom, después la inmobiliaria y ahora le toca el turno al lujo en todos los rincones del mundo. Las previsiones indican el lugar donde las marcas de lujo lo pasarán peor para cuadrar sus cuentas será en el continente americano donde se espera que las ventas caerán un 14,8% a lo largo de este año. El mercado nipón caerá un 11,7% mientras que Europa lo hará un 8,8%; Asia, un 2,3 por ciento y un 2,1%, el resto de regiones. Frente a lo que ocurre en el otro lado de la moda, el más convencional, donde el gasto en ropa ha caído más de un 6%, en el mercado del lujo, la ropa no será lo más afectado. Por categorías, las ventas de accesorios y textil para el hogar caerán un 15,4%, seguidos por los relojes y joyería, segmentos que perderán más del 12% de las ventas. La moda caerá un 8,7%, los zapatos y accesorios de pielo lo harán un 6,2% y cosméticos y perfumes venderán un 4,8% menos. Los expertos en el sector del lujo coinciden en que "el mercado tal y como solía existir ya no existirá nunca más", resume Francesco Minoli, primer ejecutivo de la firma italiana de joyería Pomellato. Paola Durante, ejecutiva de Merrill Lynch en Italia, es más optimista y pone como límite el año 2010 para que el lujo comience a resurgir. "Quizás no volvamos a los niveles de 2006 y 2007 pero la situación se resolverá por sí sola", asegura. La solución es, para muchos analistas, que las marcas de lujo vuelvan a centrarse en la creatividad. Pero la explosión de la burbuja del lujo no es mala para todo el sector. Claudia D'Arpizio, socia de Bain&Co, una de las consultoras más reputadas sobre moda y prácticas en el sector del lujo, asegura que los consumidores compran menos y en puntos de venta con precios inferiores. Ambos factores son determinantes, asegura, para la buena marcha de las líneas de lujo que hasta ahora estaban relegadas a un segundo plano. Señala además que la crisis acelera la creación de nuevas tendencias.El primer ejecutivo de la firma Valentino, Stefano Sassi, explica que la actual coyuntura económica lleva a los consumidores a manifestar un acercamiento más "punitivo" o "moral" al acto de la compra, que provoca que las marcas deben relativizar el precio más que en años anteriores. A pesar de los miedos y tendencias actuales, los expertos y directivos del lujo aseguran que las firmas necesitan ahora ser más eficientes para colocarse en una posición más fuerte una vez que se haya recuperado la industria.