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‘Life in plastic’: los reyes de la moda online dan la espalda a la sostenibilidad y usan plástico en la mitad de su oferta  

Por término medio, el 80% de los productos de los principales operadores digitales de moda rápida contienen plásticos vírgenes, y sólo el 3% de los artículos se fabrican con materiales reciclados.

Laura Juanes

15 jun 2021 - 04:49

‘Life in plastic’: los reyes de la moda online dan la espalda a la sostenibilidad y usan plástico en la mitad de su oferta  

 

 

Life in plastic is not fantastic. Grupos como Asos, Boohoo o PrettyLittleThing, reyes de la venta de moda online y pioneros del modelo del ultra fast fashion, usan plásticos vírgenes en al menos la mitad de las prendas que producen, según el informe Fast Fashion’s Plastic Problem, elaborado por la Royal Society for the Arts (RSA).

 

En las dos últimas décadas, el uso de fibras sintéticas, como el poliéster, el nylon, el elastano y el acrílico, que se fabrican con combustibles fósiles, se ha duplicado. Un vistazo al catálogo de prendas de algunos de los principales players online, como Asos, Boohoo, Missguided y PrettyLittleThing, corrobora la tesis: por término medio, el 80% de los artículos de estas empresas contienen plásticos vírgenes, un porcentaje que se eleva al 89% en el caso de PrettyLittleThing, propiedad del grupo Boohoo.

 

“Los materiales reciclados sólo se encuentran en un número muy reducido de productos, a pesar de que las empresas han hecho grandes promesas de realizar el cambio hacia materiales sostenibles”, critica el informe.

 

Asos es el operador que usa menos plástico en su oferta de productos. El pure player británico, con sede en Londres, cuenta con un 36% de artículos hechos a partir de plástico virgen, frente al 60% de Boohoo, al 57% de PrettyLittleThing y al 42% de Missguided.

 

 

 

 

El reciclaje continúa siendo una asignatura pendiente para estos operadores: “la cantidad de tejidos reciclados utilizados en la fabricación de ropa de estos operadores continúa siendo muy pequeña”, remarca el informe.

 

Boohoo y PrettyLittleThing son los que han sacado peor nota en esta materia, con un 2% y 1% de materiales reciclados en sus artículos, respectivamente. Asos, por su parte, utiliza el 4% de fibras recicladas, mientras que en el caso de Missguided asciende al 5%. “En todas las plataformas de ecommerce de estas compañías encontramos artículos que contienen tanto plásticos reciclados como vírgenes, aunque las empresas destacan el reciclado en la descripción del producto”, acusa la RSA.

 

“Las deficiencias del sistema de reciclaje de Reino Unido significan que una gran mayoría de este plástico acabará probablemente en el vertedero”, continúa la entidad, añadiendo además que una gran parte de estos tejidos, que contienen microplásticos y otros materiales similares, acabará en ríos u océanos, entre otros.

 

 

 

 

Sólo el 49% de los consumidores de fast fashion admite comprar ropa que contiene materiales sintéticos, pese a que el 88% de la cartera de productos de los principales pure players contienen plásticos vírgenes. Esto, según el estudio, indica que existe una brecha de concienciación en lo que respecta a la cantidad de plástico que contiene la ropa. “Los jóvenes, que son el mercado al que se dirigen estas compañías, son ligeramente menos propensos a considerar que estos materiales son un problema en la industria de la moda”, resalta el documento.

 

Ante esto, el 79% de los consumidores afirma querer que se utilicen menos plásticos y materiales similares en la producción de ropa, mientras el 67% asegura que está intentando reducir la cantidad de plástico que utiliza en la vida cotidiana. Esto, por el momento, no se ha trasladado a la oferta de estos operadores, que continúan incrementando ventas gracias al tirón del online.

 

 

La trampa del ‘greenwashing’


El documento también señala que estas compañías centran sus campañas de márketing en sus colecciones sostenibles, pese a que “constituyen una pequeña fracción del conjunto de productos que fabrican”.

 

La RSA denuncia que esta práctica podría ser considerada greenwashing, y asegura que estos operadores “engañan al público sobre el impacto medioambiental del sector del fast fashion”. Asimismo, la entidad subraya que estas compañías corren el riesgo de no cumplir sus propios objetivos de sostenibilidad.

 

Boohoo, por ejemplo, se ha marcado como reto usar un 100% de poliéster reciclado o más sostenible para 2025. Asos, por su parte, es firmante de Global Fashion Agenda, y ha realizado algunos avances en materia de sostenibilidad, como la creación de un marketplace de segunda mano o el compromiso de eliminar todo el packaging de plástico para 2025.

 

“Pese al creciente escrutinio público del impacto ambiental del fast fashion, y de las condiciones en las que se produce la ropa, estas empresas están tardando en realizar el cambio”, sentencia el informe.

 

 

 

 

La RSA indica que es necesario actuar a todos los niveles para reducir la cantidad de plástico que se utiliza para la producción de ropa y crear un sistema de moda sostenible y circular. En este sentido, la entidad argumenta que debe ponerse el foco en tres cuestiones: regulación, segunda mano y concienciación.

 

En primer lugar, el informe sugiere que el Gobierno (en este caso el británico, al ser todas las compañías analizadas de Reino Unido) debería aplicar un impuesto sobre los plásticos para “desincentivar la extracción de combustibles fósiles destinados a convertirse en ropa”. El documento añade que los ingresos de este impuesto podrían utilizarse para “invertir en innovaciones en biomateriales e infraestructuras de economía circular”, y señala que el Gobierno debería explorar vías para apoyar a las empresas que avancen en materia de economía circular.

 

Asimismo, el estudio indica que las compañías de moda deberían apostar por opciones de compraventa de ropa de segunda mano, junto con otros modelos como el alquiler o la reparación.

 

Finalmente, otra cuestión clave según la entidad es que los consumidores tomen conciencia sobre lo que compran. Se trata, según el informe, de adquirir prendas más duraderas, hacer menos compras impulsivas y reparar y cuidar las prendas en su armario. “No pedimos la erradicación de todo el plástico virgen de la ropa: las fibras sintéticas duraderas pueden formar parte de un futuro sistema de moda circular”, sentencia el documento.

 

Fast Fashion’s Plastic Problem se ha realizado a partir del análisis de más de 10.000 artículos de las plataformas de ecommerce de los principales pure players de moda rápida de Reino Unido: Asos, Boohoo, Missguided y PrettyLittleThing.