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Leslie Gallin (Advanstar): “En Beverly Hills, puedes conducir un Bentley y vestir de Zara”

S. Riera

24 nov 2014 - 04:44

Leslie Gallin preside la división de calzado del gigante ferial Advanstar, cuyo eventos emblema son Magic Las Vegas y FN Platform. La directiva, que ha participado en unas jornadas sobre el mercado estadounidense de la moda en la Agrupación Española del Género de Punto (Aegp), sostiene que el fast fashion gana terreno en Estados Unidos y que empieza a ser habitual que, en lugares tan exclusivos del país como Beverly Hills, vestir de Zara está bien visto.

 

Pregunta: ¿Por qué la principal feria de moda en Estados Unidos está en Las Vegas y no en Nueva York, una de las capitales de la moda del mundo?

Respuesta: Es una cuestión de espacio. Es difícil encontrar en Nueva York recintos como los de Las Vegas y al mismo coste. También sería más caro para expositores y visitantes acudir a Nueva York. Por otro lado, la gente viene a Las Vegas no sólo a hacer negocio, también a pasarlo bien. Y por supuesto, a la ciudad le es muy favorable el clima, no tiene ni el invierno gélido de Chicago ni el verano tórrido de Orlando.

 

P.: Cuando se habla de la distribución de moda en Estados Unidos se cita a Macy’s, Nordstrom, Target, Bergdorf Goodman o incluso Walmart. ¿Cuál es el peso del comercio independiente en el país?

R.: Quizá en Estados Unidos tenemos más grandes almacenes que en Europa, pero también tenemos un importante comercio multimarca. De hecho, los pequeños retailers son los que tienen la mayor cuota en el mercado de la distribución del país. Piensa que todas las ciudades del país tienen tiendas multimarca.

 

P.: ¿Podría trazar un perfil de este comercio multimarca?

R.: Estados Unidos cuenta con multitud de negocios que son pequeñas cadenas que cubren un solo estado, por ejemplo. Además, aunque sean pequeños retailers a nivel local, son negocios omnicanal, que también operan en Internet, en el móvil…

 

P.: En Estados Unidos también están creciendo los grandes operadores de fast fashion, como Zara o H&M. ¿Cómo están funcionando en el país?

R.: La gente en Estados Unidos quiere fast fashion. Y cada vez más. Yo, por ejemplo, procedo de la costura y aprecio la calidad. Pero también tiene su lado negativo y es que muchas de estas prendas necesitan un cuidado especial y si las metes en la lavadora las destruyes. Con el fast fashion, simplemente, repones la prenda.

 

P.: ¿Cree que el fast fashion ganará más cuota de mercado en la distribución de moda en Estados Unidos?

R.: Sí. El fast fashion empieza ahora a estar aceptado en Estados Unidos. Antes la gente apreciaba más las marcas, ya sea en bolsos, en automóviles, en joyería, etc. Eran artículos aspiracionales. Pero hoy, para tener estilo, basta con unos vaqueros.

 

P.: Marcas como Zara, por ejemplo, ¿triunfan sólo en unos segmentos o regiones concretas o gustan a todo el mundo?

R.: Vivo en Beverly Hills y allí nos vestimos de Zara también. Y está totalmente aceptado. Puedes conducir un Porsche o un Bentley y vestir de Zara. Zara sienta bien a las mujeres mayores de treinta años y tiene cierta calidad. Creo que la marca se equivoca focalizándose tanto en el segmento joven, que además es muy volátil.

 

P.: ¿Cómo compiten los pequeños retailers multimarca ante estos gigantes de la distribución?

R.: Los retailers estadounidenses buscan pequeñas marcas y de fuerte componente diseño. Buscan productos especiales, con los que diferenciarse. El precio es importante, claro, pero también la autenticidad.

 

P.: ¿Han cambiado los hábitos de consumo de los estadounidenses con la crisis?

R.: La gente cada vez se confunde más con las marcas. Hay muchas. Y se compra de manera más reflexiva, más racional y no importa tanto la calidad, porque si algo se rompe, se compra otro.

 

P.: ¿Se gasta menos en moda?

R.: No necesariamente. De hecho, se compra más, de manera más constante, pero más barato.

 

P.: ¿Y cuál es la clave para este nuevo escenario?

R.: Creo que ahora es necesario crear demanda, porque la gente tiende a lo simple, a lo fácil. Cada vez es más habitual ver colecciones especiales sólo disponibles para breves periodos de tiempo, como colaboraciones con diseñadores. Se trata de ofrecer estilo, calidad y exclusividad, sólo para un periodo de tiempo muy reducido.

 

P.: En el caso de las ferias de moda, la oferta también es enorme…

R.: En las ferias de moda sucede como en el resto de los negocios. Cuando hay mucha oferta, se tiende a buscar las marcas reconocidas porque son las que garantizan un retorno de la inversión.

 

P.: ¿Quién acude a Las Vegas?

R.: El público internacional que viene a Las Vegas lo hace en busca un producto diferente al de Europa. También viene porque le resulta más fácil hacer negocios en Estados Unidos. Las ferias europeas hacen difícil el acceso a las marcas. En Estados Unidos no hay stands cerrados ni citas previas, aquí nos guiamos más por las sensaciones y no tanto por la calidad del profesional.

 

P.: ¿Es difícil para una marca europea entrar en el mercado estadounidense?

R.: Para el retailer de Estados Unidos, es importante tener una comunicación constante y que la marca le muestre colecciones constantemente. Este negocio ya no consiste en vernos dos veces al año en la feria y olvidarnos. Para trabajar con retailers estadounidenses es importante que la comunicación sea muy fluida. También es importante tener presencia, que te puedan localizar en Internet, que puedan ver dónde distribuyes… En definitiva, que de un vistazo puedan hacerse una idea de quién eres y saber en seguida si tu colección les va a funcionar.