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Maite Muñoz (Lebor Gabala): “La masificación de Zara, Mango o H&M aburre, ya no hay identidad”

Maite Muñoz es la diseñadora que se esconde bajo este pseudónimo mitológico. La empresaria piensa en Amancio Ortega a la hora de impulsar la creación de un gran conglomerado de firmas españolas como LVMH o Kering.

Ana Belén G. Boiza

24 feb 2020 - 04:46

Lebor Gabala (Maite Muñoz): “La masificación de Zara, Mango o H&M aburre, ya no hay identidad”

 

 

 

Creatividad, sostenibilidad, big data o Rosalía. El diseño es la piedra angular del sector de la moda. A lo largo de 2020, Modaes.es publicará una serie de entrevistas con los principales diseñadores de moda en el país para debatir sobre las tendencias más relevantes del sector en la actualidad y analizar cómo evoluciona el papel del diseño a medida que el sector se transforma.

 

Lebor Gabala es el pseudónimo de Maite Muñoz. Lleva más de veinte años trabajando de forma independiente, y ha tenido que adaptar sus diseños al ritmo de la calle. Para Maite Muñoz la industria está masificada por los grandes grupos como Inditex o H&M, a quienes de algún modo acusa de “acabar con la industria de las ciudades”. La diseñadora cree que hacen falta más diseñadores que porten al sector algo diferente y novedoso y huir de las grandes masas. Sin un gran grupo como Kering o LVMH, Muñoz se pregunta si en España podría ser Amancio Ortega quien impulsara un conglomerado que aglutinara las firmas españolas. Preguntada por sostenibilidad, cree que la industria española todavía no está preparada para afrontar ese cambio.

 

 

Pregunta. Lebor es una adaptación fonética del título de un libro de mitología que significa 'el libro de las conquistas'. ¿Fue una declaración de intenciones?

Respuesta.: No. Fui apuntando nombres que me gustaban de libros que había leído, y este tenía cierto romanticismo porque era una conquista: empezar algo nuevo y conquistarlo. Lebor nos gustó mucho porque era un nombre mitológico que fonéticamente tiene fuerza, personalidad y carácter.

 

P.: ¿El diseñador tiene que escuchar a la calle?

R.: Sí. Nosotros no creamos tendencia, hacemos un prèt-á-porter más del día a día y tenemos que escuchar mucho a la calle porque ellos son nuestro mayor cliente.

 

P.: Su marca se fundamentó en sus inicios en el punto. ¿Le ayudó esto a diferenciarse del resto de firmas españolas?

R.: Nacimos como colección de punto, nada más. En aquella época nos desviamos de lo que ya había en el mercado en cuanto a calidad y materias como la lana o el cashmere. Nos distanciamos con las calidades y con los acabados y fue un acierto porque no había tanta competencia. El mercado cambió y tuvimos que empezar a hacer total look para sobrevivir, sólo con el punto no vendíamos lo que teníamos que vender. Sin embargo, la mayoría de las marcas de tejido hicieron el cambio a la inversa: incorporaron el punto a sus colecciones. Ahí fue cuando clientes que nos compraban a nosotros dejaron de hacerlo porque se fueron con otras firmas, y cuando nos dimos cuenta de que teníamos que empezar a diseñar total look para no quedarnos solamente como marca de punto.

 

 

 

 

P.: ¿Competir en el reino de Zara es un hándicap?

R.: No, porque con las calidades y con los acabados nos hemos salido de su recorrido. Sí que es verdad que ha sido un hándicap porque lo hacen muy bien y en un principio socializaba la moda y hacían cosas súper chulas a unos precios increíbles. Ahora ya no es lo mismo, ahora ya está todo tan masificado que se están cargando la industria en todas las ciudades. No sólo ellos, también todos lo que hacen exactamente lo mismo en todo el mundo. En cada esquina hay una tienda del grupo Inditex, o de Mango, H&M… y hay tantos, que también aburre porque no crea la expectación que había antes y te generaba ilusión ir a las tiendas para ver qué tenían. Para los que llevamos muchos años, el ver en todas partes lo mismo y que no haya identidad en las ciudades está creando un poco de hartazgo. Estoy en contra de que haya tanto, está muy bien que los haya, pero no pueden ocupar todo el mercado.

 

P.: ¿Sobran diseñadores en España?

R.: No, eso no. Cuántos más haya más posibilidades hay de que salga gente buena. No todos somos creadores ni grandes diseñadores, entonces cuantos más haya más posibilidades hay de que salga un Balenciaga. Cuántos más diseñadores haya, más posibilidades habrá de encontrar gente que se salga un poco de lo general. Diseñadores somos bastantes, pero vamos a un mercado muy comercial. No somos creadores, al menos yo no me lo considero porque no inventamos nada. Nos influye mucho la calle, colecciones antiguas, el cine… Mil cosas, pero son cosas que ya están inventadas. Nosotros, simplemente las reciclamos y las adaptamos a nuestro carácter y personalidad.

 

P.: ¿Por qué no hay una gran marca de diseñador en el país?

R.: Porque nunca hemos tenido la industria apoyando detrás. En Italia, por ejemplo, los diseñadores han estado muchísimos años apoyado por la industria. Aquí no, aquí los diseñadores se han tenido que apoyar ellos mismos y han tenido que tener sus propios talleres o trabajar con terceros. España no es como Italia. Allí son grandes grupos que están apoyados por industrias muy fuertes, que además pueden hacer márketing y mil historias. Los diseñadores españoles no tenemos una economía detrás que nos ayude.

 

 

 

 

P.: ¿Hace falta un consolidador, un LVMH o un Kering, en España?

R.: Sí. Estaría bien… Ojalá. Pero no sé quién podría desarrollarlo aquí en España. No sé si un Amancio Ortega, que gana tanto dinero con todos sus negocios, podría dedicarse a hacer una cosa así. No lo sé. Pero estaría bien que hubiera una industria que lo aglutinara todo y tuviera un buen proyecto detrás, sobre todo para internacionalizar. Porque nosotros vamos a ferias fuera y vendemos, pero nos falta detrás un respaldo económico porque ahora vendes con la imagen y el márketing.

 

P.: ¿Falta apoyo del Gobierno?

R.: No sé si el Gobierno es el que tiene que apoyar estas cosas. Estaría bien que lo hiciera, pero creo que es más la industria porque el Gobierno tiene más cosas importantes de las que preocuparse. El Gobierno ayuda en ferias, proporciona ayudas económicas para que podamos asistir a ferias internacionales.

 

P.: ¿Para qué sirven hoy las pasarelas?

R.: Para generar imagen y publicidad. El material que te queda de los desfiles es muy bueno para poder aportarlo luego a las redes sociales, para que el cliente vea cómo combinas la colección… Para que las ventas vayan mejor y poder tener más armas para la internacionalización.

 

 

 

 

P.: ¿Al cliente le importa el made in Spain? ¿Está dispuesto a pagar más por él?

R.: Yo creo que no. La gente compra las marcas que están más de moda, y no se valora tanto el made in Spain.

 

P.: ¿Y al comercio multimarca? 

R.: Hoy en día los clientes van buscando en ferias y en todas partes las prenda que más les gusta y el producto que más les encaja por precio, por estilo o por lo que sea. Las tiendas multimarca buenas que hay en España, yo diría que el 90% de las marcas que tiene son extranjeras, por no decir el 99%. La gente cada vez viaja más y busca más experiencia, da igual que sea español, italiano, que francés… Buscan que sea original y que esté bien de precio.

 

P.: ¿El auge de la sostenibilidad es un motor para el diseño independiente?

R.: Sí, porque nos tenemos que poner las pilas todos. Pero también hay mucho engaño con todas estas cosas, hay que tener cuidado y saber hasta qué punto es verdad. No sé si estamos lo suficientemente preparados para ser 100% sostenibles. La industria no está preparada todavía. Aquí dependemos mucho de los que fabrican hilos, de los que fabrican tejidos… es toda una rueda. Nosotros llevamos dos años buscando un proveedor de envoltorio sostenible, y no lo encontramos. Está muy bien que utilicemos hilo orgánico, pero si luego no tenemos más remedio que enviar las prendas en bolsas de plástico… Falta todavía mucho recorrido para poder ser sostenibles de verdad.