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Laura Ortiz: “Las nuevas empresas textiles no surgen por generación espontánea, siempre hay un vínculo familiar”

Silvia Riera

10 jul 2014 - 04:39

Laura Ortiz es la nueva presidenta de la Federación Textil Sedera (FTS). La empresaria, al frente de la compañía familiar Textil A. Ortiz, es la primera mujer que lidera una patronal del sector textil y de la confección. Ortiz, licenciada en Ciencias de la Comunicación, entró en la compañía que fundaron sus padres para hacer las prácticas de la carrera y se quedó. Hoy, la empresaria dirige junto a sus hermanos una de las pocas empresas del sector sedero que mantiene sus producción en España.

 

Pregunta: Antes de tomar la presidencia de la FTS, ¿cuál ha sido su trayectoria en la patronal?

Respuesta: En los últimos cuatro años en los que Alejandro Laquidain fue presidente, ocupé la vicepresidencia, junto con otra mujer, Blanca Cabré. Antes había estado en la junta directiva, un cargo que heredé de mi padre. Mi padre siempre fue una persona muy activa a nivel institucional, tanto en la federación como en el Colegio de Arte Mayor de la Seda.

 

P.: ¿Cuándo y por qué decidió involucrarse en la FTS?

R.: Cuando mi padre falleció, no quisimos dejar de estar presentes. Fue una progresión natural.

 

P.: Además de Blanca Cabré y usted, ¿hay más mujeres en la patronal sedera?

R.: Sí, hay una más, Montse Figueras, que viene del Gremio de Cinteros. La propuse para estar en la nueva junta. No por ser mujer pediré una mayor presencia femenina en la patronal, pero sí es cierto que somos un sector donde hay pocas mujeres empresarias.

 

P.: Es la primera mujer al frente de una patronal textil. ¿Cree que hace falta más mano femenina en las organizaciones empresariales?

R.: No te puedo negar que sí. Es como todo en la vida. Convivir y trabajar con hombres y mujeres aporta diferentes puntos de vista. Creo que los hombres y las mujeres cada vez nos acercamos más en nuestra manera de pensar, aunque todavía tenemos puntos de vista diferentes. Para mí, esta riqueza de puntos de vista es fundamental para cuestiones industriales y empresariales. De hecho, en la primera reunión he pedido propuestas, quiero oír comentarios.

 

P.: ¿Y en el sector textil?

R.: En el sector textil y en todo en la vida. No se trata de una guerra de sexos, aunque a una mujer le cuesta más llegar a según qué cargos porque realmente es muy complicado compaginar la vida familiar con la profesional. Siendo madre trabajadora tienes que saber que no lo vas a hacer todo bien. O tienes la nevera vacía o tienes que estar en una reunión.

 

P.: ¿Es el textil un sector con pocas mujeres empresarias?

R.: Ciertamente, somos pocas. En mi entorno, no conozco a demasiadas, pero os aseguro que las hay.

 

P.: ¿A qué cree que es debido?

R.: Quizás por tradición. No sólo en la industria textil. En toda la industria, el padre procura que la empresa pase a su hijo varón. Pero el mundo cambia. Fijaos que treinta años atrás el papel de la mujer era otro completamente. Hoy es habitual ver mujeres en política, por ejemplo.

 

P.: ¿Cuáles van a ser sus principales líneas de actuación en la FTS?

R.: Mi primer paso ha sido rejuvenecer la junta directiva. He añadido a personas que estaban activas en el sector pero que no estaban en la junta, como Montse Figueras, de Safisa, y José María Mestres, de Mestres Carsereny. No se trata de dar un soplo de aire nuevo, sino de contar con personas que pueden aportar cosas nuevas.

 

P.: ¿Qué otras acciones piensa llevar a cabo en su mandato?

R.: Otro de los retos es llegar a una convergencia entre las asociaciones empresariales del algodón, la lana y la seda en Texfor. No se trata de que las diferentes organizaciones desparezcan, pero sí que se llegue a una unión. He vivido este proceso desde sus inicios. Cuando estaba en la junta, ya se hablaba de crear un lobby conjunto más específico. Más adelante, se creó Texfor, estando ya en la vicepresidencia. Ahora, el siguiente paso es acabar de canalizar el proceso de unión.

 

P.: Una vez se concluya el proceso de fusión en Texfor, ¿cuál será el papel de las agrupaciones empresariales que lo constituyen, como FTS?

R.: Queda todavía por ver. Por el momento, puedo decir que el proceso progresa adecuadamente. La unión seguirá su cauce y luego ya se verá. De hecho, ni me lo he planteado. Sin embargo, los temas formativos, de apoyo a las empresas o de subvenciones se gestionan ya desde Texfor.

 

P.: ¿Cómo ha cambiado el segmento del textil sedero en las últimas décadas?

R.: Decir mucho es poco. Hemos pasado de vivir una industria con un gran núcleo productivo a ver muchos cierres de colegas y amigos. Creo que no llego a ser consciente de todo el tejido industrial que se ha volatilizado, que se ha destruido.

 

P.: Han cerrado muchas empresas en los últimos años, pero también han abierto nuevas, ¿cómo son las nuevas empresas del sector?

R.: Las nuevas empresas textiles no surgen por generación espontánea, siempre hay un vínculo familiar. Estas nuevas empresas las crean personas que de alguna manera tienen un vínculo con el textil, en la mayoría de los casos ha habido un antecedente familiar. El textil sigue siendo un sector de tradición familiar. Antes, en los tiempos en que mi padre fundó la empresa, sí había emprendedores sin antecedentes en el sector, pero ahora no es tan fácil. Quizás hay emprendedores en sectores nuevos, como las nuevas tecnologías, pero es difícil en el textil. Ahora no es tan fácil crear una planta productiva de tejeduría.

 

P.: ¿Cree en la relocalización de la industria textil?

R.: Si incluye industria pesada, con fuertes inversiones en maquinaria, lo veo muy difícil. Requiere una inversión muy fuerte y know how. Sin ayuda económica, no es viable.

 

P.: ¿Cómo ve el futuro del sector textil en España?

R.: Este es un sector que acaba de sobrevivir a dos crisis muy duras. Antes de esta crisis económica, el textil vivió la crisis de las importaciones. El textil se ha acostumbrado a vivir en crisis, lo llevamos en el ADN. Las compañías que quedamos hemos sacado recursos de donde no los había para hacer lo necesario para sobrevivir. Por supuesto que alguien tiene que quedar aquí, no se puede hacer todo en países terceros.

 

P.: ¿Cómo ha cambiado el sector en los últimos años?

R.: ¡Uf! Ahora todo es para ya, mañana es tarde. La moda se ha vuelto muy rápida. Los grandes grupos de distribución nos han acostumbrado a ello y el consumidor lo pide. Todavía hay empresas que trabajan sobre temporada, pero la moda rápida, que no pronta, gana terreno. Y la cadena de valor trata de ir detrás, acelerada. Nos han obligado a cambiar y a dar al mercado novedades de manera constante. Quién lo iba a decir…

 

P.: ¿Cómo ha vivido la ruptura del CIE con la salida del producto acabado?

R.: Creo que la desunión no llega a ningún sitio. Me parece una lástima que cuando más unidos tendríamos que estar, más desunidos estamos. Todos tenemos los mismos intereses. No se tiene que anteponer el interés personal al común.