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Las sagas de la moda (V): Mascaró, un apellido con nombre de calzado

Modaes

25 jun 2014 - 04:40

El relevo generacional llega a la moda en España. Descendientes de las principales sagas familiares de la industria de la moda del país se incorporan a la gestión diaria de las compañías, tomando puestos de relevancia o simplemente en periodo de formación. Familias como la Domínguez han dado lugar a algunas de las empresas más representativas de la moda en España, igual que sagas como la Fluxà o la Mascaró en el sector del calzado o la de los Puig en perfumería.

 

En el marco de la publicación del documento Quién es Quién de Empresas de Moda 2014, patrocinado por Atrezzo, y coincidiendo con el momento de relevo generación que atraviesa el sector, Modaes.es realiza un repaso a las principales sagas de la industria, algunas de ellas centenarias y otras de más corta trayectoria, pero que han dado lugar a algunas de las mayores empresas del mundo.


 

 

 

La historia de Mascaró comienza en 1918 de la mano de los hermanos Pedro (Mestre Perico) y Antonio Mascaró, el empresario que puso en marcha un taller artesanal de zapatillas de ballet en la localidad menorquina de Ferrerías.

 

La empresa nació como Zapatillas Ferreries. La segunda generación de la compañía, liderada por los hijos de ambos, los primos Jaime y Joan Mascaró, transformó el taller artesanal en una fábrica de calzado. En esta etapa, la empresa tomó una senda mucho más profesional con la puesta en marcha de un centro de producción y un plan de crecimiento internacional. Más adelante, los hijos de los dos fundadores acabaron separándose.

 

Pero en 1980, Jaime creó la compañía Jaime Mascaró, que en la actualidad lleva el apellido de la familia por medio mundo. Su primo Joan, que fue víctima de un crimen pasional en enero de 2013, siguió con Zapatillas Ferreries, que más tarde cambió el nombre por Calzados Ferreries.

 

Cuando se jubiló, Jaime absorbió la empresa que dio origen a la saga. A finales de los noventa, entraron en la compañía las hijas de Jaime Mascaró y Francisca Pons, Lina y Úrsula. Hoy en día, su padre continúa al frente de la empresa familiar. Jaime y Francisca continúan acudiendo a la fábrica, aunque la gestión del día a día la llevan ya sus hijas.

 

Lina es la hija mayor, es economista y se encarga de la dirección comercial. La mediana, Úrsula, es la diseñadora, formada en el Central Saint Martins de Londres y en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York. La menor de las hermanas, Luisa, es pintora y vive en Florencia. El ex marido de Úrsula Mascaró y padre de sus tres hijos, David Bell, también ha puesto su granito de arena en la saga de los Mascaró. Bell, que fue agente de la empresa menorquina en Reino Unido, fue el artífice de Pretty Ballerinas en 2005, el calzado con el que compañía quiso reivindicar todo su saber hacer en el universo de las bailarinas.

 

Hace un año, el grupo profesionalizó la dirección de la compañía con el nombramiento de Julio de Olives como el primer ejecutivo de Mascaró. Hasta entonces, De Olives era el responsable del área de retail de la empresa.

 

El grupo está formado por la actualidad por las marcas Úrsula Mascaró, Jaime Marcaró, Pretty Ballerinas y Loafers. En 2013, según los últimos datos disponibles, el grupo registró unas ventas de 57 millones de euros.