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Las hamburguesas de lujo de Fendi se dejan morder en España

C. Pareja

18 jun 2015 - 04:47

Fendi diversifica y pasa de los bolsos a las hamburguesas de lujo. La familia Formili Fendi, hasta ahora conocida por liderar una de las principales enseñas de lujo de prêt-à-porter y accesorios, se lanza al negocio de los restaurantes en España con el desembarco en el país de su cadena de hamburgueserías T-Bone. Los Fendi han escogido Barcelona para abrir su primer local, aprovechando así el auge del turismo de la ciudad catalana.

 

T-Bone, que ya cuenta con siete establecimientos ubicados en las mejores calles de Roma, Boloña, Parma y Torino, se fundó en 1996 como una cadena de hamburgueserías especializadas en cocina estadounidense.

 

El primer punto de venta de T-Bone en Barcelona estará ubicado en el número 329 de la calle Consell de Cent y contará con una superficie comercial de 140 metros cuadrados. La operación ha sido intermediada por la consultora inmobiliaria Busquets Galvez.

 

T-Bone, fundada en 1996, abrió su primer establecimiento en un palacete del centro de Roma, cerca de la Plaza España. En la actualidad, la cadena de hamburgueserías de lujo cuenta con una red de nueve establecimientos en el país. No es el único negocio de restauración de la familia. El hijo Andrea Formilli Fendi es también propietario del histórico Caffè Florian en Venecia, que adquirió en 2009 a través de su sociedad Florian Holding.

 

Andrea Formilli tiene además más interés en el universo de la gastronomía. El empresario es también propietario de la bodega Le Corgne, en la localidad de Valfabbrica, situada en la provincia de Perugia. La familia compró estas bodegas en los noventa, aunque no fue hasta que Andrea tomó las riendas en 2005 cuando empezó a producir vino.

 

Los Fendi

 

Fendi es una de las compañías italianas que simboliza la transformación económica del país. La compañía es ejemplo de la conversión de negocios familiares y artesanales en una industria de alcance mundial. La familia es la que en su día pilotó este cambio y situó a la marca en la cúspide del lujo Made in Italy, pero con el cambio de siglo, fue desprendiéndose poco a poco del negocio.

 

La saga de los Fendi se remonta casi cien años atrás con el matrimonio de Adele Casagrande, una costurera de Roma y Edoardo Fendi. Casagrande abrió en 1918 una pequeña tienda de bolsos en la Vía del Plebiscito y, después de casarse con Fendi, cambió el nombre del establecimiento por el de su marido.

 

En la década de los sesenta, las hijas trasladaron la tienda al centro histórico de la ciudad, en Vía Borgognona y tuvieron la certeza de ficharon a Karl Lagerfeld, que les creó el logo de las dos F. Ya a finales de los noventa, la segunda generación vendió el 51% de la empresa a una joint venture formada por LVMH y su competidora Prada. Más adelante, el dueño de Prada, Patrizio Bertelli, vendió su cuarta parte de Fendi a LVMH.

 

A principios de siglo, la familia se desprendió de una parte más del capital de la compañía y sólo quedaron vinculadas a ella una de las cinco hermanas, Carla Fendi, y su hija, Silvia Venturini Fendi. Ambas acabaron vendiendo también su parte en 2007.

 

La moda en la restauración

 

Los Fendi no son los únicos que entrar en el negocio de la restauración. Otros grupos de la moda y el lujo también se han adentrado en este mercado. Ralph Lauren, por ejemplo, ofrece también hamburguesas de lujo en los tres restaurantes que tiene en Nueva York, Chicago y París.

 

La británica Burberry ha sido la última en sumarse a esta tendencia. Esta semana, la compañía ha abierto su propio restaurante en Londres, de nombre Thomas. Gucci, Roberto Cavalli o Armani son otras marcas que también se han aventurado en este segmento.