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La moda imita a McDonalds: explora a Glovo para descongestionar la ‘última milla’

La aplicación de recados y entregas ha incluido en su porfolio de servicios a empresas de moda como Zara o The Body Shop. Este modelo se consolidará y surgirán nuevos actores que allanarán el camino a la entrega en el canal online.

Lidia Montes

13 feb 2018 - 04:57

La moda imita a McDonalds: explora a Glovo para descongestionar la ‘última milla’

 

Los retailers tienen un nuevo aliado para superar los retos de la última milla. Casi desde sus orígenes, el ecommerce ha tenido una piedra en el zapato: la entrega del producto en el domicilio. Empresas del sector como Zara, Calzedonia, Instimissimi o The Body Shop han comenzado a explorar una nueva vía para descongestionar las entregas de ecommerce y se han subido al carro de Glovo, la popular aplicación de recados y entregas. Los retailers analizan las posibilidades de esta plataforma para mejorar la última milla.

 

Las compañías de moda se enfrentan a un cambio de paradigma y es que han pasado de gestionar la entrega de un solo paquete de gran tamaño a realizar envíos de múltiples paquetes pequeños. Además, la gran batalla para los retailers es diferenciarse por los tiempos de entrega. Los clientes quieren sus productos lo antes posible y esto se convertirá en un factor de competitividad. Así es que empresas de moda como Inditex están analizando la efectividad y conveniencia de integrarse dentro de Glovo.

 

Que la última milla sea el gran hándicap del comercio electrónico nace, no sólo, de que el cliente quiera sus productos al momento y allí donde se encuentre sino que, además, se suma a la ecuación que el envío llegue a tiempo, el incremento del número de repartos y la devolución.

 

 

 

 

Aquí entra en juego Glovo. “La compañía es un broker en su sector que está en fase de desarrollo; el ahorro de  costes que implica se convierte en un factor relevante para las empresas de retail”, introduce el profesor de Estrategia de Operaciones y Supply Chain de IE Business School, Luís Solís.

 

Glovo se popularizó por su conveniencia en la entrega. Los glovers (repartidores) llevan al usuario casi lo que quiera, a donde quiera y cuando quiera. Desde el pasado año, la aplicación incluyó en su oferta a empresas de retail a través de nuevos acuerdos. Ahora, dentro de su división de regalos, el usuario encuentra retailers como The Body Shop, Zara, Oysho, Calzedonia o Decathlon.


La conjunción alberga oportunidades para crecer en volumen y demanda, opina Solís. “veremos más modelos similares que generarán flexibilidad; aún está por desarrollar todo su potencial pero, en mi opinión, se consolidará el modelo y se sofisticará, no sólo por el servicio que aporta para el que lo contrata sino por el valor para al cliente;”, señala. El experto apunta que el modelo vivirá su auge en ciudades de alta concentración de población y elevada demanda, como Madrid, Barcelona o Valencia.

 

 

Las compañías de retail siguen los pasos de McDonalds

Las marcas de moda se han subido al carro de Glovo de la misma forma que lo hizo McDonalds en su momento y más tarde Starbucks. La compañía de comida rápida comenzó ofreciendo servicios en la aplicación. Los usuarios escribían lo que querían del restaurante y un glover se lo llevaba. Más adelante, Glovo cerró un acuerdo con la compañía por el cual incluyó un catálogo de productos del restaurante de comida rápida dentro de la división de restauración de la app. Ya en junio de 2017, McDonald’s lanzó un servicio de entrega a domicilio en España de la mano de Glovo, llamado McDelivery.

 

Las compañías de retail siguen los pasos de la cadena de comida rápida. Glovo ha cerrado acuerdos comerciales con The Body Shop, Kiko Milano o Meyer. Esta alianza permite que la aplicación incorpore una sección a modo de catálogo con productos de la marca que el usuario puede solicitar directamente. Una vez seleccionado, el glover va a la tienda más cercana, compra el producto seleccionado y lo entrega en la dirección indicada.

 

Sin embargo, Zara, Oysho, Calzedonia, Intimissimi, Decathlon o Mac, entre otras, no tienen este acuerdo de comercialización con la plataforma. Así es que, al entrar en la sección de la marca dentro la aplicación, el usuario debe describir el producto que desea comprar, indicando la referencia y la talla que anteriormente consultó en la plataforma de ecommerce de la marca. Un procedimiento que imita los inicios de la relación entre Glovo y McDonalds.  

 

 

 

 

En un escenario de futuro, Solís pronostica la aparición de compañías similares que tenderán a concentrarse para optimizar la última milla. En un paso más allá, no sólo contempla que la propia Glovo se convierta en una plataforma de ecommerce al uso para los retailers sino que además “es posible que desarrolle otras capacidades para a la empresa, deben colaborar en la división de mercado y marketing para ofrecer servicios adicionales”.

 

Con todo, las polémicas sobre la legalidad del modelo de negocio en la que está envuelta la aplicación podrían jugar en contra de los retailers. En este sentido, Solís asegura que serán las compañías que ofrecen desde Glovo sus servicios, sea McDonalds o Zara, las que les impondrán que revise sus prácticas: “el cambio vendrá desde arriba porque puede tener un impacto en la reputación de la compañía”. Si bien, está claro que en función de qué segmentos se trate, la responsabilidad social de la empresa no prima tanto para el consumidor como la compra a bajos precios.  

 

De la misma forma que el retail tiende a la personalización como forma de diferenciarse, también lo harán estos servicios de entrega. La rapidez seguirá siendo un factor clave pero también entrará en juego el segmento de lujo: “para ellos no solo primará la entrega rápida sino la capacidad de proyectar un nivel de servicio superior que Glovo no ofrece. Esto está por desarrollar”, apunta Solís.

 


 

 

La venta online representa el 5% de las ventas que se realizan en España, según el informe Ecommerce, todo al alcance de un click, de la consultora inmobiliaria Knight Frank. Aunque su tasa es inferior a otros países de Europa, como Reino Unido o Alemania; su crecimiento en el mercado español es el más alto del viejo continente, de un 20%. En 2016, las compras a través de la red generaron un volumen de negocio de 24.000 millones de euros.

 

Cada país, trabaja la entrega de forma distinta. Mientras que en Francia la mitad de los ciudadanos recurre a puntos de entrega donde recoger sus paquetes, los alemanes optan por las consignas.