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La integración de la cadena de valor, en el punto de mira de la industria 4.0

Bajo el título Moda 4.0: el nuevo time to market, la última sesión de Modaes.es Business Foodies contó con directivos de empresas como El Ganso, Intropia, Pepe Jeans o Tuc Tuc para debatir cómo la tecnología ha transformado el sector de la moda en las fases iniciales de la cadena de valor.

Modaes

18 jun 2018 - 04:35

La integración de la cadena de valor, en el punto de mira de la industria 4.0

 

 

Integración de procesos y anticiparse al cambio. Estas fueron algunas de las claves para hacer frente a la revolución tecnológica que se extrajeron del debate de la última edición de Modaes.es Business Foodies, celebrada en Madrid, en que participaron directivos de empresas de moda como El Ganso, Intropia, Pepe Jeans o Tuc Tuc y que contó con el patrocinio de Lectra. Bajo el título Moda 4.0: el nuevo time to market, el encuentro giró en torno a cómo la tecnología ha transformado el sector de la moda en las fases iniciales de la cadena de valor.

 

La integración de todos los procesos que forman parte de la cadena de suministro es el principal objetivo que deben fijarse las empresas del sector, según coincidieron los participantes en la mesa. Fernando Aparicio, profesor en el Instituto de Empresa y experto en operaciones, señaló que esta integración debe ser lo más perfecta posible ya que el nivel de exigencia cada vez es más alto. “El consumidor no sólo pide más cosas, sino también más rápido, los nuevos canales de venta son cada vez más exigentes y la tecnología aplicada puede reemplazar todo lo que conocemos hasta ahora a través de la impresión 3D”, explicó el experto.

 

Para Javier San Miguel, director general de Neck&Neck, el negocio de la moda tenía éxito cuando vivía en una etapa de bonanza, pero con la llegada de la crisis quedó al descubierto su “ineficiencia”. “La revolución tecnológica ha terminado de destapar las vergüenzas del sector; somos generadores de stock sobrante, hemos vivido de forma cómoda y han aparecido dos modelos que se han aprovechado de esta ineficiencia: el fast fashion y los eliminadores de stocks”, argumentó el directivo.

 

 

 

 

Por su parte, Aitor Barinaga, director corporativo de operaciones de Ternua Group, defendió que no se trata de un problema de las compañías, sino del sector. “Lo que sobra es oferta de mercado, la selección natural va a darse, lo que hay que hacer es estar lo más preparado posible para ser el elegido, hay que aprovechar la tecnología y no repudiarla”, expuso Barinaga. En este sentido, Ana Oyón, directora de logística de Tuc Tuc, resaltó que “la tecnología lo pone más fácil al haber tantas opciones, pero el consumidor cambia a mayor velocidad, por lo que estamos en un modelo basado en la fiabilidad del cliente”.

 

Andrés López, director de operaciones de Pepe Jeans, manifestó que es necesario replantear el modelo de negocio desde los cimientos, algo que en lo que el sector automovilístico ha sido pionero, consiguiendo vender antes de producir. “Estamos en un momento ilusionante porque la tecnología nos permite hacer estos cambios rápidamente, el problema va a estar en la forma de transformar estos procesos en poco tiempo, ya que es muy difícil mantener un modelo organizativo mientras el modelo de negocio va cambiando”, desarrolló López.

 

Javier Lapeña, cofundador de Dolores Promesas, se mostró en desacuerdo. “En nuestra marca, lo principal es el factor emocional, por lo que veo complicado vender antes de producir”, manifestó el ejecutivo. Lapeña apuntó que es necesario observar la forma de comprar de las nuevas generaciones, ya que “ellos nos darán las claves para adaptarnos al nuevo modelo de negocio”. En esta línea, Ricardo Fraguas, director general de Mirto, consideró que “la moda 4.0 nos está llevando a ser menos personales”. “Hay cosas que en la fábrica no se pueden automatizar, esta es una industria muy humana en ese sentido, la manualidad aporta mucho valor en el sector”, finalizó Fraguas.

 

 

 

 

Marisa Selfa, directora general de Ecoalf, indicó que la sostenibilidad, la eficiencia y la diferenciación son los principales mantras que deben sustentar una empresa de moda. “Estamos siguiendo a los grandes con nuestro negocio para tener nuevo stock cada mes y nos estamos equivocando porque este no es un modelo de negocio sostenible”, explicó la directiva. “Si seguimos haciendo lo mismo no vamos a encontrar resultados diferentes, que es lo que necesitamos, el consumidor tiene más oferta de la que necesita y se va a cansar”, concluyó Selfa.

 

Para Nicolás Suarez, director general de Intropia, los cambios en el sector han roto todos los paradigmas que había establecidos. “Una de las claves será la graduación de los márgenes en el gestor, ya que estamos haciendo un esfuerzo muy grande, los países cada vez son más inflacionarios, por lo que la industria 4.0 necesitará modos de automatización más variados”, sentenció Suárez.

 

Para Rodrigo Siza, director general de Lectra, la tecnología debe principalmente acercar al cliente a los diferentes eslabones de la cadena de valor. “La tecnología no es más que una herramienta para conseguir esa integración y visibilidad de todos los procesos de la cadena de suministro que permita estar preparado y anticiparse al cambio, además de adquirir un nivel más avanzado de personalización”, declaró Siza.

 

Mónica de Pablos, directora de IT, digital e ecommerce de Trucco, resaltó que “la tecnología permite viajar a la personalización, por eso hay que entender muy bien quién y cómo es el cliente de la marca, ya que no es el mismo ahora que hace diez años”. Berta Escudero, consejera delegada de El Ganso, coincidió manifestando que “el cliente demanda sentirse especial y vivir una experiencia propia personalizada”. “Todas las empresas hemos invertido más en supply chain y en tecnología en los últimos años, estamos haciendo un gran esfuerzo de planificación”, concluyó Escudero.