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La innovación en moda: cuando el cliente es el límite

Ejecutivos de compañías como Pompeii, Interbrand, Silbon o la aceleradora Lanzadera participaron ayer en la tercera edición de la serie de encuentros Ten years ten topics.

Modaes

28 mar 2019 - 04:54

La innovación en moda: cuando el cliente es el límite

 

 

¿Es la moda innovadora? ¿Cuál es la próxima frontera en la innovación en el sector? ¿La tecnología es el medio o el fin? Estas fueron algunas de las cuestiones que se pusieron ayer sobre la mesa en el marco de la tercera sesión de la serie de encuentros Ten years ten topics, en la que participaron ejecutivos de compañías como Muroexe, Reliquiae o Sophie et Voilà.

 

Varios de los asistentes coincidieron en que el cliente es, o al menos debería serlo, quien marca los límites en la innovación. “Lo que va a permanecer es lo que el cliente reclama”, aseguró Esmeralda Martín, cofundadora de Muroexe.

 

Hay que pensar dónde está el valor para el cliente, no para la marca; ¿Se va a adaptar al probador virtual? A lo mejor no”, aseguró la emprendedora. En este sentido, varios de los participantes insistieron en la necesidad de poner el foco en la marca, y no tanto en los gadgets, a la hora de innovar.

 

 

 

 

Todo lo que no sea compra de primera necesidad va a estar definido a través de la innovación en la marca”, aseguró Héctor Jareño, al frente de Reliquiae. “La experiencia de compra es la marca, y la marca no es el producto; todo lo demás es una herramienta”, sostuvo.

 

Demasiado a menudo se confunde tecnología con innovación, pero es sólo una vía, se puede innovar en producto, en cómo se estructura la cadena de valor…”, apuntó Ana Giménez, responsable de desarrollo de producto de Lanzadera.

 

En este sentido, los participantes coincidieron en que el uso de los datos es actualmente uno de los principales vectores de innovación en las compañías de moda.

 

 

 

 

“La personalización a partir del aprovechamiento de los datos es una de las grandes innovaciones que va a haber en el sector de la moda, porque además es una utilidad que el cliente valora”, sostuvo Manuel de Timoteo, director general de The Brubaker.

 

“Es muy importante escoger bien a qué se destina la inversión en innovación para tener un ROI rápido, sobre todo cuando somos pequeños, y nosotros no somos Steve Jobs, que logra venderte cosas que no quieres”, defendió.

 

Sandra Nolasco, de la fintech Twinco Capital, fue un paso más allá, asegurando que los datos se convertirán en la principal fuente de negocio del sector. “Igual que, hasta ahora, para muchas empresas de moda su principal driver de negocio era el real estatedentro de unos años los ingresos vendrán de los datos, de la venta de patrones de comportamiento a otras entidades, más que de la venta de camisetas”, defendió la ejecutiva.

 

 

 

 

Otro de los aspectos en los que el sector está innovando es en materia de sostenibilidad. “La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo y ahí hay un desafío bestial de reputación”, recordó Borja Borrero, director creativo de Interbrand para Europa occidental y Latinoamérica. “Está habiendo mucha innovación en los procesos para mejorarlo, apoyándose en la tecnología”, sostuvo.

 

Otro de los puntos en los que hubo consenso fue en que la falta de capital y la atomización del sector es a veces una barrera para innovar, aunque las empresas pequeñas tienen más espíritu innovador. En este sentido, Nolasco introdujo el debate de la necesidad de una mayor colaboración dentro del sector, para poder aprovechar las economías de escala, aunque la mayoría de empresarios presentes coincidieron en el sector es reticente a colaborar.

 

Saoia Goitia, que impulsó la empresa de moda nupcial Sophie et Voilà tras una amplia trayectoria en gastronomía, explicó que esta falta de colaboración le sorprendió al sector de la moda. “Aún así, creo que el  sector nupcial es más colaborativo; las marcas nos reunimos cuatro veces al año e intentamos ayudarnos mutuamente”, apunta.

 

 

 

 

Jareño, por su parte, defendió que la principal barrera es la financiación. “Amazon estuvo muchos años en pérdidas; en moda, ¿quién va a poner el dinero durante ese tiempo para poder apostar por la innovación? Este sector no es más fuerte por su incapacidad para financiarse a medio y largo plazo”, defendió.

 

Con todas estas barreras, el grueso del presupuesto se está destinando a dos aspectos: el online y la tienda. “El online va a ir cada vez a más, en España representa actualmente el 8%, pero eso implica también que las tiendas tendrán que ser radicalmente diferentes”, opinó Eduardo Vega-Penichet, director general de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex).

 

Jorge Vidri, cofundador de Pompeii, aportó su experiencia tomando el sentido inverso. “Nosotros llevábamos cuatro años vendiendo online cuando abrimos nuestra primera tienda, y la experiencia ha sido brutal”, apuntó el emprendedor. “Y nosotros veníamos de ese entorno que el online está creciendo mucho, pero creemos que al consumidor le queda mucho tiempo de calle”, defendió.

 

Pablo López, por su parte, sostuvo que el timing es clave. “Abrimos la web en 2011, teníamos poca capacidad de financiación y decidimos apostar lo que teníamos al canal online; tuvimos suerte porque salió bien y el ecommerce despegó, pero podría no haber sido así”, apuntó. “Además, hace cinco años con 300 euros al mes hacías una buena campaña online y hoy está todo saturado”, añadió.