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La industria da paso a los turistas en la histórica Casa del Algodón

S. Riera

19 feb 2014 - 04:50

Los algodoneros alquilan su histórica sede en el centro de Barcelona a un grupo inversor hotelero. La Agrupación Industrial Textil del Proceso Algodonero (Aitpa) ultima el traslado de su señorial sede en la primera planta del número 670 de la Gran Vía de Barcelona. Los andamios y el polvo afean la fachada del edificio, que data de 1880, a la espera de se inicien las obras de remodelación.

 

En una semana se desvelará el nombre de la cadena hotelera internacional que se instalará en la Casa del Algodón, que continúa en manos de la Inmobiliaria Textil Algodonera (Intasa), que controlan Aitpa y la Fundación Textil Algodonera. La agrupación empresarial se hizo con el edificio en 1958, cuando todavía era un palacete de propiedad familiar.

 

La patronal del sector algodonero cambió entonces su sede en Paseo de Gracia por la de la nueva Casa del Algodón. Aitpa se encargó de transformar el palacete en un edificio de seis plantas, que cubrió con motivos singulares, como la flor de algodón esculpida sobre mármol que da bienvenida desde lo alto de la entrada.

 

A pesar de la transformación que sufrirá el edificio, los algodoneros mantendrán su sede en él. Las nuevas oficinas ya no serán las de los altos techos, suelo de madera y grandes ventanales sobre la Gran Vía, a las que se tenía acceso por una majestuosa escalinata de mármol. La nueva sede de Aitpa, aunque mantiene el carácter señorial de la anterior, es interior y se encuentra en la planta baja. Se accede a ella desde un lateral del edificio, ya que la entrada principal será de uso exclusivo para el hotel.

 

La agrupación algodonera ha optado por arrendar el edificio a un grupo inversor hotelero ante la marcha de los diferentes inquilinos en busca de espacios más económicos. Ante unos gastos de explotación muy elevados, la patronal ha confiado en la hostelería, una de las pocas actividades que ha mantenido la inversión en Barcelona. La Casa del Algodón, además, se encuentra justo al lado del Ritz.

 

Aitpa ya abandonado las plantas que ocupaba, llevándose consigo algunos elementos significativos, como los cuadros de los economistas que colgaban de las paredes de su sede. Fourier, Disraeli, Marx o Juan XXIII, enmarcados en caoba, decorarán a partir de ahora la nueva oficina de la agrupación. En cambio, la patronal ha donado los cuadros de sellos de la sala de actos de la quinta planta, así como la biblioteca, al Museo Sauleda, situado en la localidad de Berga (Barcelona).

 

La agrupación y el nuevo inquilino del edificio están ultimando el traslado para la inminente entrada del grupo hotelero. Aitpa confía en que el establecimiento de lujo que se instale en el edificio haga perdurar su espíritu algodonero y que, de ser posible, se avenga a llamarlo Cotton House Hotel.