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La formación en moda en la cuarta revolución industrial

El director general del IED en España, Alessandro Manetti, debate sobre cómo tiene que ser la enseñanza de moda en plena etapa de transición hacia lo digital en la que se encuentra el sector.

TRIBUNA A. MANETTI

9 oct 2019 - 04:47

La formación en moda en la cuarta revolución industrial

 

 

Elegir el mundo de la moda como camino profesional es una decisión vocacional, porque la moda es mucho más que estética. Es reflejo de realidades complejas y cambiantes del mundo en el que vivimos, interpreta los códigos socioculturales y avanza lo que está por venir.

 

En plena cuarta revolución industrial, donde conviven átomos con bits, entornos analógicos con digitales, nuevas tecnologías con artesanía, emerge una realidad que demanda nuevos lenguajes y herramientas que el perfil creativo debe dominar. Los centros formativos especializados en diseño tenemos la responsabilidad de ofrecer entornos con los equipos, los profesionales y las instalaciones necesarias para convertir las universidades en laboratorios de innovación que definan el futuro de la industria de la moda.

 

Es importante que los estudiantes entren en contacto con el entorno empresarial durante su formación para entender las competencias que el mercado exige y puedan responder a ellas con eficacia y rapidez. Además, existe un gran interés desde entidades muy diversas por conocer qué es lo que los estudiantes tienen que decir en ámbitos como el management, la sostenibilidad o la tecnología aplicada a los tejidos, la comunicación o el márketing.

 

 

 

 

Un equilibrio entre soft y hard skills, técnicas de investigación, experimentación, actividades transversales, interdisciplinariedad, el contacto directo con empresas o metodologías específicas son sólo algunos aspectos del eje formativo del profesional del futuro que acerca lo que se enseña y lo que el mercado pide.

 

En el ámbito de la moda es especialmente importante preguntarse qué puede hacer uno para mejorar el sistema actual. El pensamiento crítico es fundamental para cualquier persona que quiera marcar una diferencia en el sector y sólo bajo este prisma conseguirá, por ejemplo, construir una industria más sostenible o poner la tecnología al servicio de las personas.

 

En este sentido, las universidades se deben concebir como hubs de innovación en los que se investiga cómo crear filamentos o tramas mediante la impresión 3D, plantean nuevas estrategias de marca, desarrollan tejidos biodegradables, idean campañas de comunicación transgresoras o, incluso, se diseñan prendas para entornos de realidad virtual.

 

 

 

 

Los formatos y contenidos de cualquier propuesta formativa deben ser flexibles, vivos y adaptables a las rápidas transformaciones del sector. La diversificación del mercado actual requiere la creación de nuevos programas específicos que permitan a los profesionales especializarse en ámbitos como el márketing digital, el desarrollo de nuevos materiales, la sastrería masculina contemporánea, la gestión de empresas de moda, la moda nupcial o el diseño de prendas de punto.

 

El desafío de cualquier institución académica, como el IED, surge de la inquietud en formar a los futuros profesionales del negocio de la moda con una visión clara del sector para que comprendan y anticipen las transformaciones del mercado y las necesidades y expectativas de sus clientes. De esta manera, será posible llegar a innovar y marcar una diferencia en el competitivo mercado laboral manteniendo, en todo momento, una visión ética y sostenible, no sólo en relación al producto sino también al propio sistema.

 

Alessandro Manetti es director general de IED en España