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La Diagonal de Barcelona quiere ser Regent Street

P. Riaño

18 nov 2013 - 04:51

 

 

John Nash se encargó de desarrollar el urbanismo de la ciudad de Londres durante la época del rey Jorge V. Uno de los principales legados de este arquitecto es Regent Street, que, aunque hoy es un destino comercial de la capital británica, fue concebida como una ruta desde la residencia del rey hasta Regent’s Park. Nash creía que Regent Street (o New Street, como se conocía inicialmente la calle) establecía una separación entre el entonces poco digno Soho con las calles de Mayfair. La avenida Diagonal de Barcelona, proyectada por el arquitecto Ildefons Cerdà,  también fue, durante años, el paso de la zona alta de la ciudad al centro histórico. Ahora, la Diagonal de Barcelona mira a la londinense Regent Street para tratar de recuperar el impulso comercial perdido durante los últimos años.

 

La avenida Diagonal de Barcelona fue durante años uno de los principales ejes comerciales de la capital catalana, especialmente en el tramo de Francesc Macià a Paseo de Gracia. Sin embargo, desde el inicio de la crisis el goteo de cierres ha sido constante y la calle ha perdido inquilinos tan históricos como Gonzalo Comella (afectado por la crisis del sector multimarca) o Loewe.

 

A lo largo de este pequeño tramo de la calle se reparten 88 edificios y 112 locales comerciales, un 18,75% de los cuales se encuentran actualmente desocupados. Con un tráfico peatonal de más de 5,58 millones de personas al año, la calle ha recibido pocos operadores nuevos durante los últimos años. Uno de ellos es la enseña de moda masculina Silbon (que se ha instalado en el número 383), mientras otra marca para hombre, Hackett, podría terminar cerrando su establecimiento en la vía con la apertura en Paseo de Gracia.

 

Hace tres años, el exalcalde socialista Jordi Hereu impulsó una reforma de la Diagonal con el objetivo de extender las vías del Trambaix (el tranvía de la ciudad), ampliar las zonas peatonales para dinamizar el comercio y disminuir el espacio para el tráfico de coches. Hereu impulsó una consulta ciudadana, pero su propuesta no fue aceptada a referéndum.

 

Un grupo de comerciantes históricos de la Diagonal decidió entonces que su calle necesitaba un cambio y que debían ser ellos mismos quienes lo respaldaran. Unidos bajo la asociación Diagonal Centre (nacida en 2010) buscaron a un arquitecto que creara un nuevo proyecto de reforma (con un coste sensiblemente inferior, alrededor de 15 millones de euros) y convencieron al Ayuntamiento de la ciudad para que lo implementara.

 

Las obras de la Diagonal comenzarán en julio de 2014 y abarcarán el tramo entre Paseo de Gracia y la calle Balmes.  El proyecto de reforma comportará la remodelación de los laterales de la avenida, pero sin afectar a los árboles ni al tronco central de la calle. La ampliación de las aceras, que pasarán de 2,5 metros a 7,5 metros de ancho, permitirá ganar espacio para los peatones para favorecer la actividad comercial.

 

 

Objetivo: una gestión unificada

Pero los objetivos de la asociación Diagonal Centre van mucho más allá que la mera reforma de la calle. La entidad (que agrupa a personas como Marca Canul, de La Bul; Lluís Vendrell, de Unión Suiza; Enric Pantaleoni, histórico empresario textil de la ciudad y propietario de locales en la Diagonal, o la tienda de moda Jean Pierre Buah) quiere impulsar un nuevo modelo de gestión en la Diagonal, inspirándose en Regent Street.

 

La calle londinense, propiedad al cien por cien de la Corona Británica, se gestiona como un centro comercial, definiendo un mix comercial y tipo de operadores para la calle, así como impulsando iniciativas de ocio para atraer al público a la avenida. En 2010, la Corona Británica contrató a la consultora inmobiliaria CBRE para gestionar en exclusiva la calle, actuando del mismo modo que haría un director de centro comercial.

 

El objetivo de Diagonal Centre es aumentar su cifra de asociados (hasta setenta miembros aproximadamente) con la intención de lograr la unión de retailers y propietarios de edificios, cada uno de los cuales pagará una cuota con la que, en un futuro, se financiarán las diferentes acciones con las que la Diagonal quiere cambiar de cara.