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Just Ene, calzado a la carta

Iria P. Gestal

9 jul 2015 - 04:43

Just Ene, calzado a la carta

 

 

Cuando se casó su mejor amiga, Irene Gil se volvió loca buscando unos zapatos dorados que conjuntasen con su vestido. Cuando por fin encontró unos, dice, pagó 400 euros y sin embargo le destrozaron los pies. “Pensé que lo ideal sería que hubiera un sitio donde pudieras elegir el color y el diseño de los zapatos, y que además fueran cómodos y te durasen toda la vida”, dice. Siempre le había rondado la idea de emprender, pero explica que cada vez que tenía una idea de negocio “o ya había alguien que lo hacía, o no era posible hacerlo”.

 

Pero en esta ocasión fue diferente. Gil contactó con una diseñadora que había conocido por su trabajo y comenzó a buscar proveedores. “Até cabos y me di cuenta de que sí era factible”, recuerda.

 

En julio de 2013, Gil dejó su trabajo en banca de inversión para perseguir su sueño y poner en marcha Just Ene. “Claro que hubo quien me dijo que estaba loca, que lo pensara en frío, pero me di cuenta de que mi apuesta personal iba por otro lado”, explica.

 

A través de la web de Just Ene, las clientas pueden personalizar desde el material al color de la suela de sus zapatos a partir de once modelos básicos. La producción se hace íntegramente en talleres españoles de Elda (Alicante), y las materias primas, salvo alguna piel italiana, también son nacionales. “Trabajamos con producciones muy cortas y nuestro stock es mínimo porque todo lo hacemos bajo pedido”, añade Gil.

 

Los precios de los pares más básicos rondan los 300 euros. “En lo que se refiere a la calidad y al precio, competimos con firmas de lujo como Christian Louboutin o Jimmy Choo, que también ha lanzado hace poco un servicio de personalización”, dice Gil. A la vez, también compite con otras empresas de zapatos bajo demanda, como la estadounidense Shoes of Prey, fundada en 2009 por dos ex ejecutivos de Google. “La idea es la misma, pero sus precios son casi la mitad porque fabrican en China”, dice Gil.

 

Aunque, por ahora, España sigue teniendo mayor peso en la facturación, la firma también ha sido bien recibida en el extranjero, sobre todo en Rusia y Holanda.

 

“Nuestro mercado -dice Gil-; es internacional, en España sigue costando gastar estas cantidades por Internet”. Fuera del mercado nacional, los clientes sí están más dispuestos, “pero vamos poco a poco, no queremos desperdigar esfuerzos y estamos buscando socios en México y en mercados árabes”.

 

Aunque nació como pure player, Just Ene ha tenido en el último año sus dos primeras experiencias en el retail a través de  tiendas temporales. En diciembre del año pasado, la empresa puso en marcha un pop up store en Madrid, y el 31 de mayo de este año participó en Distrito Uno, una pasarela y feria urbana donde compartió espacio con diseñadores como Ion Fiz y Maria Ke Fisherman. El equipo de la compañía lo forman, además de Gil, una directora creativa y un desarrollador para la web. La producción y el diseño del 3D de la web está externalizado, pero la empresa ya busca un par de trabajadores más para que se incorporen a la plantilla para dar soporte al desarrollo de la web.