Back Stage

Juan Manuel Perán (Pikolinos): “No hay relocalización, hay empresas que han sabido reconvertirse”

S. Riera

14 oct 2015 - 04:57

Juan Manuel Perán es vicepresidente del Grupo Pikolinos. El empresario asegura que ha estado involucrado en el negocio familiar desde pequeño y que, igual que sus hermanas, no concebía un trabajo fuera de él. Hoy, Perán pilota, junto a su hermana Rosana, un negocio que factura más de ochenta millones de euros y que se sitúa entre los grandes grupos de calzado de España. Perán afirma que la relocalización no existe, sino que hay empresas que han sabido reconvertirse y señala que el made in Spain sólo puede defenderse si es sinónimo de calidad y precio alto.

 

Pregunta: ¿Cuándo se incorporaron usted y sus hermanas en Pikolinos?

Respuesta: A trabajar con nómina empecé en 1999; mi hermana Rosana, en el año 2000, y la pequeña, Carolina, llevará siete u ocho años. Realmente, todos nosotros hemos estado muy involucrados en la compañía desde siempre. Desde que era pequeño acompañaba a mi padre a la fábrica los fines de semana, pasaba al menos uno de los meses del verano ayudando en alguno de los departamentos.

 

P.: ¿Fue entonces su padre quien les inculcó el sentimiento de pertenencia a la empresa y al calzado?

R.: Sin duda, nos inculcó el ADN del negocio. Antes de entrar en Pikolinos, estuve trabajando también en otras empresas en Alemania, Italia e Inglaterra. Ver otros sectores y otras ideas ayuda. Ves también una forma diferente el trabajo porque allí te tratan como a un profesional más.

 

P.: ¿Tenían entonces vocación por el sector?

R.: Desde que tenemos uso de razón, mis hermanas y yo hemos visto a nuestros padres trabajando en la empresa y, supongo que sin darnos cuenta, no concebimos estar fuera de ella. Ha sido algo natural. Tenemos fotos en las que estamos con tres o cuatro años en la comida de Navidad de la empresa.

 

P.: ¿Cómo ha cambiado el sector desde que está al frente de la compañía?

R.: La mayor parte de las empresas del calzado hemos evolucionado hacia una mayor profesionalización de los equipos y de las tomas de dirección. El entorno también ha evolucionado, el mundo se ha hecho más pequeño y se han transformado los canales.

 

P.: Cuando una empresa familiar, como Pikolinos, se acerca a los cien millones de euros de facturación, ¿se plantea la entrada de algún socio externo para acelerar el crecimiento?

R.: En esta vida, todo es relativo. En España, sí somos una empresa grande, pero si nos fijamos en el mercado internacional, somos una empresa con cierta notoriedad, pero con un tamaño modesto. No planteamos por ahora la entrada de socios o inversores, porque ya tenemos una filosofía de inversión continua.

 

P.: En pleno fenómeno de relocalización industrial, ¿contemplan elevar su aprovisionamiento en el país? ¿Cree que es un fenómeno puntual o que ha venido para quedarse?

R.: Creo que no hay relocalización, simplemente hay empresas que se han esforzado mucho, que han sabido reconvertirse, que han salido a los mercados internacionales y que han sabido posicionarse. Son estas empresas las que ahora ven los resultados

 

P.: Después de crear marca y posicionarse bien en el extranjero, ¿cuál es el siguiente reto para el calzado español?

R.: Hemos hecho ya un primer paso para reorientar las empresas hacia compañías internacionales y nos hemos posicionado en diferentes mercados. Pero vender en un mercado no significa ser marca en él. Tenemos que seguir trabajando para crear marca y ser constantes para conseguirlo.

 

P.:¿Hasta qué punto el fast fashion ha transformado también el negocio del calzado (más diseños, mayor rotación, tiempos más cortos…)?

R.: De llegar a llegado, pero no es nuestra gama de mercado. En la mayoría de los casos, el fast fashion juega una liga diferente, a nivel de precios y de posicionamiento. Las grandes cadenas del textil quizás sí que nos han quitado algo de mercado, pero quiero pensar que la consumidora que elige nuestra marca busca algo más que fast fashion.

 

P.: ¿Por qué las marcas de calzado optan ahora por abrir tiendas (el crecimiento a través del multimarca es limitado, por posicionamiento de marca…)?

R.: El multimarca sigue siendo y será durante muchísimos años el canal más importante para las empresas de nuestro nivel. Abrimos tiendas porque muchas empresas sentimos la necesidad de hacer una filosofía de marca y no hay mejor forma de poder transmitirla que teniendo puntos de venta estratégicos.

 

P.: ¿Es defensor del made in Spain?

R.: Es un valor añadido en cuanto a saber hacer y garantía de calidad. En este sentido, soy un total defensor del made in Spain. Pero hay que andar con cuidado y saber protegerlo. Confundirlo con un posicionamiento bajo en producto y precio es una equivocación. Debe ser una marca como el made in Italy en calidad y precio. Si no lo posicionamos en precio, nos haremos un flaco favor. No podemos pedir treinta euros por un artículo made in Spain, no es el valor que se merece. En España, pueden hacerse zapatos muy buenos, pero también muy malos.