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Josep Maria Mestres (FTS): “El textil es un sector de continuidad, no hay locos que compren telares e hilo”

La Federación Textil Sedera nombró al empresario nuevo presidente en noviembre. Mestres sucede en el cargo a Laura Ortiz, que falleció el pasado septiembre.

S. Riera

7 dic 2017 - 04:54

Josep Maria Mestres (FTS): “El textil es un sector de continuidad, no hay locos que compren telares e hilo”

 

Josep Maria Mestres es el nuevo presidente de la Federación Textil Sedera (FTS). El empresario, al frente de la compañía familiar Mestres Carcereny, asumió el cargo a mediados de noviembre. Mestres, ingeniero industrial de formación, considera que el sector debe apostar por Europa y confía en la solidez de las estructuras familiares para encarar el futuro.

 

Pregunta: ¿Se ha marcado retos para los próximos cuatro años?

Respuesta: Tenemos muy claro que, con la coyuntura actual, tenemos que reforzar los vínculos entre nosotros para hacer un Consejo Intertextil Español (CIE) realmente fuerte. El objetivo final es mirar hacia Europa, porque es allí donde está el dinero y los proyectos. Tenemos que elevar nuestra cohesión y nuestro vínculo con Europa.

 

P.: ¿Qué dinero y qué proyectos?

R.: Hay proyectos comunes para fabricar tejidos especiales o materiales textiles, y puedes acceder a ellos a través de concursos. Pero para optar a ello debes conocerlo, estar dentro para saber qué ocurre. Este tipo de proyectos dan además prestigio a las empresas. Es como jugar en la Champions.

 

 

P.: ¿Y hasta ahora no se optaba?

R.: Estar dentro de un proyecto europeo no es fácil. Italianos y franceses, por ejemplo, hace ya mucho tiempo que están ahí y pelean por este tipo de proyectos. Nosotros, hace tiempo que no sabíamos nada de ellos. Hasta ahora no hemos sido suficientemente valientes para pujar por ellos.

 

P.: Después de encadenar varias crisis, ¿las empresas que han permanecido cuentan con solidez para continuar?

R.: Esta es una pregunta que nosotros mismos nos la realizamos todos los días. Llega un momento que piensas que si estás aquí no es por casualidad. Los que estamos hemos hecho los deberes, nos hemos reinventado treinta veces y estructuralmente y financieramente ahora estamos bien.

 

P.: El tejido empresarial continúa siendo de pymes familiares. ¿Es un inconveniente para ser competitivo hoy en día?

R.: La empresa familiar da una visión diferente. También es una cuestión de responsabilidad, de mantener algo que es de la familia.

 

P.: ¿Es por esta razón que en el textil es endogámico?

R.: El textil tiene algo… sabemos hacerlo y pienso que lo hacemos bien. Su tejido industrial podrá variar, pero no va ni a empequeñecerse ni a empobrecerse más.

 

 

P.: ¿Vuelve a ser entonces un buen momento para la industria textil en España?

R.: Es un momento estable económicamente, pero no políticamente. Y este es un sector que necesita certeza y cualquier movimiento político que no sea fruto de una evolución natural, hace daño. La estabilidad es fundamental.

 

P.: Hace años que viene hablándose de la relocalización, pero parece no terminar de afianzarse. ¿Cree en ella?

R.: Depende de los subsectores del textil. En confección, por ejemplo, las producciones dejarán de comprarse a Asia si el consumo en Europa cae, por ejemplo. Pero en el caso concreto del textil, la dinámica es diferente porque es un sector más flexible y hay pocas cosas que puedan entorpecerlo. Las importaciones no frenarán porque precios ya fijados en el mercado.

 

P.: Pero las empresas que permanecen aquí, ¿continúan invirtiendo en sus factorías de aquí?

R.: Sí, continuamos comprado telares, pero no porque hay producciones nuevas, sino para incrementar el rendimiento de la producción existente.

 

P.: ¿Hay empresas nuevas, empresarios nuevos?

R.: Empresarios nuevos, no. Pero sí ocurre que cuando cierra una empresa porque no hay relevo generacional, alguien de dentro retoma el negocio. En ocasiones, también ha ocurrido que una gran empresa se ha dividido en tres, pero alguien de fuera que empiece algo de nuevo es extraño. Este es un sector de continuidad, no hay ningún loco que ahora empiece a comprar telares, hilo…

 

 

P.: ¿Han empezado a adentrarse en la industria 4.0?

R.: No diré que es una utopía… Todo el mundo habla de ello, pero tangiblemente todavía nadie sabe de qué se trata. En realidad, no hemos avanzado tanto, aunque somos conscientes de que es el futuro.

 

P.: ¿Qué implica para las empresas?

R.: Inversión sobre todo. Y para ello es necesario que las empresas estén al día financieramente, con las espaldas cubiertas y en un mercado evolutivo, con un consumo estable y que permita trazar estrategias a medio y largo plazo.

 

P.: ¿El tamaño es clave para ser competitivo?

R.: Hace años, lo considerábamos fundamental para conseguir precios, pero al final cada uno ha buscado su nicho y, al final, ha ajustado su estructura en función. En el caso de la forrería, por ejemplo, se necesita volumen, pero si se hace textil técnico se puede trabajar con stock con comodidad y sin tantas referencias. El mercado coloca a cada uno en su sitio.

 

P.: Aun así, ¿cree que veremos operaciones corporativas en el sector?

R.: La evolución es esta. En Italia, por ejemplo, se han montado grupos corporativos con empresas de sectores diferentes. A medio plazo, las compañías familiares también deberán ser más corporativas. Y, de hecho, ya estamos en esta línea. Antes, se iba por libre y era rara la vez que las empresas tenían relación entre ellas. Ahora esto ha cambiado por completo. Además de tener más relación entre nosotros, repartimos juego y esto también nos ayuda a mantenernos en el mercado. Y esto irá a más.

 

 

P.: ¿Cuándo entró a formar parte de la Federación Textil Sedera?

R.: La empresa forma parte de la Federación desde la década de los sesenta, al menos. Pensándolo bien, incluso mi abuelo ya era asociado. En aquella época, ser del gremio era ser un aventajado, estabas de alguna manera protegido porque tenías acceso a información que de otra manera era imposible.

 

P.: ¿Cómo ha cambiado la función de la patronal?

R.: Ya en la época de mi padre era diferente. Entonces lo importante era la unión como fortaleza. Lo fue durante la era dorada del textil, pero también durante las vacas flacas, las décadas los ochenta y los noventa. La crisis entonces fue realmente fuerte, pero sentían que haciendo piña mejoraría el complejo escenario que había en aquel momento.

 

P.: ¿Y la tercera generación…?

R.: Estamos intentando recuperar parte de todo aquello. El gremio no deja de ser un nexo que tenemos, quizás sentimental, y no queremos perderlo.

 

P.: Texfor también ha integrado gran parte de las funciones de la Federación…

 R.: De hecho, Texfor es ahora lo realmente importante porque aglutina todo el tejido empresarial del sector textil. Fue una gran idea unirse y, a la vez, mantener las cuatro agrupaciones que lo forman, sus cuatro columnas. Por un lado, se ha diluido el papel de presidente, pero se está representando al sector desde el comité ejecutivo de Texfor.