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José Serna (Ateval): “O valoramos la producción en proximidad o esto será un mercado de subastas”

Serna tomó las riendas de Ateval en julio de 2020, en plena crisis del Covid-19. El ejecutivo, con una amplia experiencia en el sector patronal, reivindica la importancia de los clústers y repasa el impacto del Covid-19 en el sector del textil hogar. 

I. P. G.

2 nov 2021 - 04:41

Ateval

 

 

Es el sector por el que apuestan los gigantes de la gran distribución, uno de los pocos que mantiene tejido industrial en la Península Ibérica y, con el permiso del deporte, el gran ganador de la pandemia. En este Insight, patrocinado por Pinterest, Modaes.es repasa las claves, los operadores y las perspectivas para la moda hogar, el territorio a conquistar desde casa.

 

José Serna tomó las riendas de la Asociación de Empresarios del Textil de la Comunidad Valenciana (Ateval) en julio de 2020, en plena crisis del Covid-19 y apenas un mes después de que se levantara el confinamiento en España. Serna vivió en primera línea cómo, mientras otras industrias se paralizaban por completo, el textil hogar, una de las principales de la Comunidad Valenciana, apenas sintió el golpe de la crisis. “Al mes y medio de confinamiento la gente empezó a consumir más textil hogar, prácticamente no se ha notado la crisis”, asegura el ejecutivo. Con todo, el sector se enfrenta también a grandes desafíos estructurales, como el tamaño, y coyunturales, como la escalada de precios de la luz, que Serna teme que motive “otra espiral de expedientes de regulación de empleo (Erte) y paro”.

 

 

Pregunta: El textil hogar es una de las pocas industrias de la moda que permanecen en España. ¿Por qué ha resistido mejor que otros sectores?


Respuesta: El textil hogar es un sector muy tradicional en las comarques centrals. Antes, había un monocultivo de producción de artículos específicos: las mantas, por ejemplo, se concentraban en Ontinyent. Así que hay una tradición, una continuidad: se conocen las redes, los clientes y los nichos de mercado y se innova mucho en producto. Poco a poco, la industria se fue ampliando también a artículos no confeccionados como tapicería y decoración, y esto es lo que más se ha mantenido. Mientras, los productos confeccionados son la mayoría de importación, por el coste de la mano de obra.

 

 

P.: ¿El precio es menos importante en el sector del textil hogar?


R.: El textil hogar no es un artículo de lujo, así que siempre es un factor de competencia. Precisamente por este motivo hay artículos en los que directamente no entramos. Hay productos que son commodities, como mantas o sábanas, donde es mucho más difícil competir. En cambio, otros segmentos requieren unas condiciones de innovación, de funcionalidades y de seguridad, donde sí hay espacio. No vamos al producto de batalla, sino de estándar de calidad y precio.

 

 

P.: Pero comparándolo con la moda, siempre es una compra más reflexionada…


R.: La reposición en textil hogar es de mayor largo plazo, tiene ventajas y desventajas. El tiempo lógico de reposición de un colchón son ocho años, pero nadie se lo cambia a los ocho años. En el último año la casa se ha valorizado mucho, y la mayoría han tenido dinero para gastar en casa al no poder gastar en ocio y se han renovado cosas que estaban pendientes. Pero en cualquier caso, al ser una compra de mayor largo plazo, la mides mejor. La ropa cada uno compramos la nuestra, pero cuando se trata de cosas de casa es habitual ir en pareja y es tarda más en tomar la decisión.

 

 

 

 

P.: ¿Por qué no hay más industriales que hayan creado marca, como ha sucedido en calzado?


R.: Hay algunas marcas, si bien ese no es el principal problema. La cuestión es que hay un problema general del textil que es el tamaño de las empresas, que necesitan tener cierto tamaño para poder competir en mercados, poder tener una marca potente… Hoy en día, hace falta competir con un determinado tamaño para realizar inversiones para desarrollo de producto, desarrollo industrial… La marca es un factor de competencia, pero igual se nota menos en textil hogar que en la ropa. Si usted mira una cortina, lo más probable es que no sepa de qué marca es.

 

 

P.: ¿Cómo ha afectado al sector el hecho de que gigantes como Inditex hayan entrado en textil hogar?


R.: Lógicamente hay una mayor competencia, sobre todo a en distribución. Lo que está claro es que las tiendas multimarca han perdido presencia y eso también ha afectado a una menor posibilidad de distribución. Por el contrario, el mercado online abre más posibilidades. Ojalá las empresas tengan capacidad para hacer una red de distribución de tiendas o franquicias, pero es muy complicado y para eso necesitas músculo. Por otro lado, la entrada de los grandes también favorece el concepto moda, que la gente valora la compra de la ropa del hogar.

 

 

P.: ¿Y a la industria?

 

R.: Las grandes empresas deberían preocuparse algo más por la producción de proximidad, porque al final lo que condiciona es el precio, entonces no hay una continuidad, son todo compras puntuales. Deberían aplicar un algoritmo que valorizara la producción en proximidad. Porque hay factores como que hablas el mismo idioma, contaminas menos, hay más flexibilidad, servicio directo y posibilidades técnicas y tecnológicas que no hay en otro sitio. Antes se miraban cuántos metros haces o cuántos contenedores; ahora, cuántos artículos nuevos desarrollos. Con la pandemia se han visto las vergüenzas del sistema productivo, o valoras lo que tienes cerca o esto es un mercado de subastas. También está el riesgo de que desaparezcan actividades complementarias. Somos un clúster, con empresas complementarias, y ese conocimiento debería de cuidarse por el interés de las grandes empresas.

 

 

P.: ¿Cómo ha impactado el Covid-19 en el sector?

 

R.: Afectó el primer mes y medio, y luego ya no, precisamente por el fenómeno del clúster territorial. En la primera semana, fuimos capaces de dar al Ministerio una relación de 200 empresas que podían hacer productos o servicios relacionados con productos sanitarios. Además, al mes y medio la gente empezó a consumir más textil hogar, prácticamente no se ha notado la crisis.

 

 

 

 

P.: ¿Esta apuesta por el hogar se frenará ahora que hemos vuelto a salir?


R.: No, creo que hay un cambio de tendencia en el consumo. Salimos, pero pensamos algo más en la casa. Se convive mejor, de alguna manera. Por otra parte, hay mucha venta de muebles, muchas reformas y todo eso también conlleva a comprar productos de textil hogar.

 

 

P.: ¿Qué le pediría al Gobierno?


R.: Ahora, le diría basta ya. No puede ser que hayamos sido capaces de tomar medidas para afrontar una crisis sanitaria para el Covid-19, pero que ahora no seamos capaces de reaccionar ante una crisis energética. Los incrementos de precios que hay de luz y gas están presionando más a las empresas que están ya ahogadas por el desmadre mundial de la logística y los precios de las materias primas. Hay trabajo, pero para perder dinero no compensa trabajar. Aquí están en juego puestos de trabajo, porque si no se solventan estos problemas entraremos en otra espiral de paro.