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Javier Vello (PwC): “España es un buen país de pruebas para las empresas de moda internacionales”

C. Pareja

10 oct 2013 - 04:45

Javier Vello es socio responsable de retail y consumo de la consultora PwC en España. Los concursos de acreedores, la caída del consumo y las oportunidades que ofrece el mercado español son temas que preocupan al sector desde que comenzó la crisis económica. Vello piensa que la situación económica no es la misma para todas las empresas de moda en España y, sobre todo, que el mercado español se ha convertido en el objeto de estudio de un gran número de operadores internacionales. PwC iniciará el próximo día 15 en Barcelona y el día 18 en Madrid el ciclo de encuentros profesionales FashionLab, un foro que reunirá a los profesionales del sector de la moda para reflexionar sobre los principales desafíos y tendencias de la industria en el complejo entorno actual. 

 

Pregunta: La moda española pasa por un momento delicado. ¿Cuál es la situación actualmente?

 

Respuesta: Para conocer la situación actual tenemos que dividir las empresas españolas de moda en dos: las internacionalizadas y las que no lo están. Las que han hecho sus deberes y han salido al extranjero están aumentando su facturación gracias a, por ejemplo, los países emergentes. Las que no han apostado por el mercado exterior están sufriendo. Aun así, creo que España a nivel global es muy buen mercado.

 

 

 

P.: La crisis económica ha derivado en una caída del consumo, muy acentuada en el sector de la moda. ¿Volverá a ser el consumo lo que fue antes de la crisis?

 

R.: Los consumidores han aprendido a consumir de una manera distinta. Han aparecido nuevos actores, como Primark, que aunque naciera en 1992, de la mano de otra crisis, ha enseñado al consumidor que se puede comprar moda de una manera más económica. Los patrones de consumo de antes no volverán jamás, se han descubierto nuevas formas de gastar.

 

 

P.: Otro de los daños colaterales han sido los concursos de acreedores. ¿Cómo han evolucionado?

 

R.: Han evolucionado y han centrado toda su atención en la marca. Han hecho que el valor de una empresa en concurso de acreedores deje de ser sus activos, sus tiendas, el stock o sus fábricas, para que lo único que sea realmente importante y por lo que pujar sea la marca.

 

P.: ¿La moda se había enfrentado alguna vez antes a una oleada de concursos tan acentuada?

 

R.: No. Ha cambiado la legislación de los concursos de acreedores y España nunca había experimentado un desarrollo tan acentuado de empresas de moda. El nivel de consumo también era distinto. Todos estos factores han hecho que se den más empresas españolas de moda en situación concursal.

 

P.: ¿En algunos casos suponen una solución para la salvación de la empresa?

 

R.: Lo que hace el concurso es que la compañía detenga la demanda de los acreedores. Esta situación arregla las finanzas operativas a corto de una compañía, con las de a largo no te soluciona nada y menos si tus potenciales acreedores están fuera y produces a nueve meses vista. Las facturas del futuro no se paran.

 

P.: ¿En qué condiciones sí que supone una solución?

 

R.: Que la marca continúe generando cashflow gracias a las tiendas que funcionan. Si esos recursos los destinas a asegurar la viabilidad, la empresa tiene un motor que sigue funcionando y el problema al que se enfrente es coyuntural, un concurso de acreedores puede significar un stand by para la compañía.

 

P.: Grandes empresas del sector como Caramelo o Blanco han protagonizado las mayores crisis del sector. ¿Se verán más situaciones de este tipo?

 

R.: Algunos pequeños caerán, pero no se repetirán casos como los que se han nombrado. Las compañías grandes que tienen un gran nivel de deuda apalancada ya han hecho las gestiones pertinentes para poder aplazar el pago de estas a un par de años vista. Esta solución les permite seguir adelante y poder hacer frente a sus obligaciones cuando la situación económica mejore.

 

P.: Otras de las tendencias que se han podido ver en el sector han sido las operaciones corporativas. ¿Irán a más?

 

R.: Hay una tendencia hacia la concentración, que ya se ha podido ver antes en las compañías especializadas en lujo. Además de los grandes grupos de España (Inditex, Mango, Cortefiel o Desigual), las empresas de moda han llegado a la conclusión de que para afrontar nuevos retos, como entrar en nuevos países o incluso a nivel de producción, formar parte de un grupo puede ser la mejor solución.

 

 

P.: Los expertos aseguran que 2014 será un buen año para este tipo de compras por parte de empresas internacionales. ¿Cree que será así?

 

R.: Hay muchas oportunidades y empresas muy interesantes. Las empresas españolas necesitan dinero para crecer, por eso son baratas. Tienen potencial de ser rentables, por eso son muy atractivas para los inversores.

 

 

P.: Grupos internacionales también se han fijado en España como un mercado donde crecer. ¿Cuáles son las razones?

 

R.: Continuamos siendo un país con mucha población. Carecer de marcas propias de lujo y no tener un sentimiento endogámico nos hace ser permeables a muchas influencias de otros países (sobre todo en cuanto a modelos de negocio). España es un buen país de pruebas para las empresas internacionales. Somos un país mucho más barato que Francia, por ejemplo, y si lo que quieres es montar una tienda enfocada en el turista, te saldrá mucho más barato en España. Aun así, se han parado algunas expansiones en el mercado español.

 

P.: El próximo día 15 dará inicio el ciclo Fashion Lab. ¿Cuáles son sus objetivos?

R.: Crear un punto de encuentro entre empresas del sector para discutir temas que puedan preocuparles. No tanto lo que está pasando en la moda, si no lo que les pasa a ellas como compañías. Crear un nexo de contacto entre este tipo de empresas y llegar juntos a conclusiones.