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Hugo Boss, ¿cómico? La moda defiende sus marcas a golpe de sentencia

Tiffany, Chanel o Inditex son algunos de los grandes grupos de la industria de la moda que han interpuesto demandas en los juzgados para defender el uso de su marca registrada.

Ana Belén G. Boiza

4 mar 2020 - 04:50

Hugo Boss, ¿cómico? La moda defiende sus marcas a golpe de sentencia

 

 

 

“Damos la bienvenida al cómico, anteriormente conocido como Joe Lycett, como nuevo miembro de la familia Hugo Boss”. Con humor. Así fue como respondió la compañía alemana de moda de lujo al cómico Joe Lycett, que anunció esta semana que cambiaba su nombre de pila a Hugo Boss. Sin embargo, cuando en lugar de un cómico se trata de otras compañías, la batalla suele terminar en los juzgados. Chanel, El Corte Inglés o la propia Hugo Boss son algunas de las firmas que han peleado por su nombre ante un tribunal.

 

En 2018, Tiffany llevó a los juzgados a una empresa británica especializada en la extensión de pestañas. Entonces, una mujer llamada Tiffany Parmar quiso registrar el nombre de su pequeña empresa bajo el sello Costwold Lashes by Tiffany que más tarde rebautizó como Beaty by Tiffany.

 

Esta decisión no gustó a una de las mayores firmas estadounidenses de lujo, que en octubre de 2018 presentó una oposición formal ante la oficina de propiedad Intelectual de Reino Unido (Ukipo en sus siglas en inglés) alegando que su marca registrada era “muy similar” a su propia marca en Reino Unido y Europa registrada como Tiffany & Co, que se extiende a artículos de cosmética y perfumería. Ukipo concluyó que había una “probabilidad de que los consumidores estén confundidos directa o indirectamente” y la empresaria decidió dar marcha atrás.

 

También Chanel ganó una demanda al propietario del salón de belleza Chanel Jones. El grupo francés controlado por los hermanos Wertheimer interpuso una demanda en agosto de 2014 después que el empresario desestimara la opción de dejar de usar Chanel en el nombre de su establecimiento. Finamente, fueron los magistrados quienes obligaron a Jones a eliminar Chanel de su negocio antes del 15 de febrero de 2015 alegando que “el uso de la palabra Chanel era una violación de los derechos de la marca registrada”.

 

 

 

 

Inditex también ha intentado blindar la marca Zara con diversos litigios judiciales. Después de pleitear con Zarina o Zaratous, en 2017 el Tribunal Superior de Justicia rechazó su última demanda, que tenía como objetivo anular el registro de la marca Zaravan por su semejanza con la cadena estrella de la compañía, Zara. En esta ocasión, el Tribunal falló que “no existe ningún riesgo de confusión” respecto a la empresa especializada en reparación y equipamiento interior de caravanas y furgonetas, Zaravan. En 2014, Inditex consiguió que el Tribunal Supremo anulara la marca Viajes Zaratours, y en 2008 la marca Zaratos, una empresa de venta de calzado. Dos años después, la empresa llevó a los juzgados a Zarina Perfumerías, pero en este caso el Supremo falló en contra del grupo gallego.

 

Dentro del territorio nacional, El Corte Inglés perdió, en diciembre de 2016, la batalla legal contra la marca malagueña The English Cut. En esta ocasión, el Tribunal General de la Unión Europea desestimó el recurso de la compañía española de grandes almacenes y concluyó que la marca The English Cut “no perjudica” a la del grupo de grandes almacenes.

 

También en España, Grupo íllice se impuso en octubre de 2019 al grupo chocolatero Lacasa en el uso de la marca Conguitos para la categoría de textil y calzado. Los orígenes de este conflicto judicial se remontan a la década de los noventa cuando la empresa ilicitana solicitó el registro de la marca Conguitos en la Oficina Española de Patentes y Marcas en 1989, y un año después le fue concedido para la clase textil y calzado. Ambas empresas convivieron pacíficamente durante años, pero en 2016 Lacasa demandó a Íllice alegando infracción de sus marcas Conguitos por la venta de productos textiles y zapatos.

 

 

 

 

 

 

Otra batalla en defensa de la marca registrada tuvo como protagonista al mítico jugador de la NBA, Michael Jordan. El jugador de baloncesto denunció en 2016 a la compañía china Qiodan Sports por coincidir sus caracteres en chino con los del nombre del deportista. Entonces, la justicia dio la razón a Jordan y prohibió al grupo chino utilizar esta denominación, aunque le permitía continuar utilizando la marca en caracteres romanizados.

 

En Estados Unidos, 2020 se ha iniciado con otra disputa legal por el uso de una marca registrada. Brooks Sports demandó a principios de febrero a Brooks Brother Group en la Corte Federal de Estados Unidos por utilizar su marca registrada. Hasta entonces, ambas compañías mantenían un acuerdo de coexistencia que les permitía utilizar sus marcas en los mismos mercados. La compañía deportiva dio por roto el pacto después que la firma de moda incorporase la palabra Brook a sus tiendas y productos.

 

Esquivar este tipo de problemas es lo que motivó la denominación por la que el público extranjero conoce hoy a la cadena irlandesa de moda low cost Penneys. Para su salto internacional en 1974, la empresa cambió su nombre a Primark para evitar problemas con el grupo estadounidense JC Penney. Hoy, la empresa mantiene su denominación histórica en Irlanda y opera bajo el nombre de Primark en el resto del mundo.

 

El último intento de suplantar la identidad de marca ha quedado en una broma que, en esta ocasión, Hugo Boss ha decidido no elevar a los juzgados. Sin embargo, la decisión del cómico fue precisamente en respuesta a las nuevas acciones que el grupo ha llevado a cabo con empresas por el uso de la marca Boss, la última de ellas contra el grupo cervecero Boss Black.