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H&M modera el alza salarial de sus proveedores en 2015 con una subida del 9,3%

S. Riera

15 abr 2016 - 04:43

 

H&M continúa mejorando las condiciones salariales a sus proveedores. En su empeño por dar un salario digno a los trabajadores de las fábricas de sus proveedores, el gigante sueco de la distribución de moda, el número dos en cifra de negocio del mundo por detrás de Inditex, ha elevado en el último año sus sueldos en Asia una media del 9,3% en relación a 2014. A pesar del incremento, este se situó por debajo del registrado el año anterior, cuando el grupo elevó los salarios una media del 14%.

 

Las subidas salariales más fuertes en los principales polos de aprovisionamiento asiático de H&M han sido en China, donde los sueldos se han elevado un 16,5%; en Vietnam, con un alza del 5%, y en Camboya, con un incremento del 10,9%. Les siguen India, con una subida del 8,4% interanual; Bangladesh, del 7,6%; Indonesia, del 4,5% y Turquía, del 2,3%.

 

En valores absolutos, donde más cobran los empleados de las factorías que trabajan para H&M es en Turquía, donde el salario medio se sitúa en 533 dólares mensuales, un 25,7% por encima del sueldo mínimo del país, que está en 424 dólares al mes. Le sigue China, donde los operarios de la confección de los proveedores del gigante sueco cobran una media mensual de 515 dólares, un sueldo que está un 145,2% por encima del mínimo que establece el país, que se sitúa en 210 dólares.

 

 

Sin embargo, la brecha entre los salarios de las fábricas de H&M y los salarios mínimos se estrecha en el resto de los países. En Bangladesh, por ejemplo, el sueldo medio de los trabajadores de los proveedores del grupo sueco es de 85 dólares, frente a los 67 dólares del sueldo mínimo que establece el Gobierno del país. En Camboya, las fábricas de H&M pagan una media de 152 dólares al mes a sus empleados mientras que el salario mínimo del país está fijado en 145 dólares.

 

En el caso de la India, las plantillas de las factorías de H&M perciben una media de 129 dólares mensuales, frente al salario mínimo de 114 dólares mensuales; en Indonesia, el sueldo medio en una fábrica del gigante de la distribución es de 161 mientras que el mínimo se sitúa en 161 dólares, y por último, en Vietnam, los centros de producción del grupo sueco abonan una media de 176 dólares frente a los 130 dólares que marca el salario mínimo del país.

 

“Cada trabajador de la confección debe ganar lo suficiente para tener una vida decente”, afirma la compañía en su último informe Sustainability Report 2015. En este sentido, H&M señala que es necesario impulsar la negociación colectiva porque en la mayoría de los casos los empleados de la confección tienen “unas posibilidades muy limitadas” de negociarlos y, en este sentido, apunta que los sistemas de salarios mínimos que establecen los gobiernos no son suficientes para garantizar que las factorías abonen sueldos dignos.

 

 

Según H&M, los gobiernos de estos países deben entender que “los compradores permanecerán siempre que los salarios dignos se implanten” y, en este sentido, el grupo aboga por establecer un salario digno para toda la industria textil. En 2014, la empresa puso en marcha el Fair Wage Method, un plan piloto para evaluar la implantación de un salario digno en una selección de fábricas y medir su impacto. En 2015, un total de 68 proveedores de China, Bangladesh y Camboya se sumaron a este proyecto, y se prevé que en 2016, se añadan 78 más de Indonesia, India y Turquía. El siguiente paso será incorporarlo a las factorías de sus proveedores estratégicos en 2018.

 

“Comprar productos realizados en países en vías de desarrollo es la manera más efectiva de ayudar a las personas a salir de la pobreza y darles oportunidades para tener una vida decente”, asegura el consejero delegado del grupo, Karl-Johan Persson. El empresario explica que no es misión de los grandes operadores de retail fijar el nivel salarial en los países productivos, pero sí contribuir a que los trabajadores de sus proveedores tengan salarios dignos.

 

Avances en la estrategia de sostenibilidad

H&M sigue avanzando en su estrategia de sostenibilidad, que implica un cambio del modelo de negocio con miras a perpetuarlo. La compañía parte de la premisa que en 2030 la población mundial será de 9.000 millones de personas que necesitarán ropa y que la industria textil precisará de una cadena de valor sostenible para vestirlas.

 

 

En este sentido, el grupo ha empezado a incorporar los elementos de la economía circular con miras a convertir en sostenible su modelo de negocio. Desde el pasado noviembre, el grupo colabora con la consultora Ellen MacArthur Foundation, uno de los pilares de la economía circular. En este sentido, la compañía ha valorado su impacto en todos los ámbitos en los que su actividad está implicada con miras a atenuarlo.

 

“Si queremos estar en el mercado dentro de diez años no podemos actuar tal y como lo hemos hecho en los últimos diez años”, señala la directora de sostenibilidad de la compañía, Anna Gedda.