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Gustavo Gili, un nuevo capítulo en la editorial del diseño y la moda

I. P. Gestal

14 oct 2015 - 04:40

En 1902, en el corazón de la efervescente Barcelona de la época modernista, Gustavo Gili puso la primera piedra de la que hoy es una de las editoriales más importantes de arte, arquitectura, diseño y fotografía de España.

 

La editorial, que ahora acaba de trasladarse a una nueva sede en la Via Laietana barcelonesa, comenzó con una oferta generalista. En la década de los sesenta, la siguiente generación orientó el catálogo a la comunicación visual, la temática que les daría a conocer en todo el país. En los noventa, Mònica y Gabriel Gili, bisnietos del fundador, tomaron las riendas de la compañía y decidieron comenzar a abrir todavía más la oferta, respondiendo a un mercado escaso de publicaciones en el sector.

 

“En 2005 iniciamos la colección de moda orientada al mundo académico”, explica Mònica Gili. “Había mucho libro de moda para el gran público, pero  apenas había libros académicos publicados en castellano”, continúa la editora. La colección de moda de Gustavo Gili se reparte entre libros técnicos, libros de gestión y publicaciones de historia y sociología. En una sociedad que todavía entendía la moda como algo frívolo o como un oficio rancio de corte y confección, las publicaciones de Gustavo Gili ayudaron a dar rigor al sector y dieron herramientas a los estudiantes de moda que comenzaban a proliferar en las universidades españolas.

 

La respuesta del ámbito académico ha sido tan positiva que la editorial ha decidido implicarse en el sector con iniciativas como el GG Fashion Market, un evento en el que estudiantes de diseño presentan un modelo inspirado en un libro de la editorial.

 

Sin embargo, mientras los coffee table books, llenos de imágenes y con imponentes encuadernaciones, viven un momento de esplendor, los libros académicos han padecido la gratuidad de la piratería online. “El sector editorial no es, ni mucho menos, el más afectado por la piratería, pero es un problema serio y está poco penado”, explica Gili. “Es momento de volver a objetualizar el libro, hacer que vuelva a despertar el deseo de comprárselo, aunque el precio que el consumidor está dispuesto a pagar ha bajado durante la crisis”, añade la directora editorial. “En Latinoamérica, por ejemplo, donde también estamos presentes, el libro sigue teniendo un valor, continúa siendo la principal fuente de información, y lo notas en la relación que los lectores tienen con ellos; es muy gratificante”, dice.

 

¿Cuál es el libro favorito de la mujer que decide qué se publica en la editorial? Gili no lo duda: “Hay muchos, pero Pensar con imágenes, de Enric Jardí, es muy de estos tiempos. El lenguaje visual manda, pero no tenemos las claves para interpretarlo”.