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Guillermo García-Badell (Csdmm): “La crisis nos ha reafirmado en que nuestro modelo debe ser presencial”

El director del Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid de la Universidad Politécnica sostiene que, aunque el centro se ha adaptado durante el confinamiento, su modelo educativo debe continuar siendo presencial.

Iria P. Gestal

28 may 2020 - 04:49

Guillermo García-Badell (Csdmm): “La crisis nos ha reafirmado en que nuestro modelo debe ser presencial”

 

 

 

Diseño, patronaje y corte y confección, a distancia. Como todas las instituciones formativas del país, el Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid (Csdmm) de la Universidad Politécnica ha tenido que adaptarse a la educación a distancia durante el confinamiento. La entidad ha impulsado charlas online, iniciativas como Why don’t you, para acercar la cultura y la moda a través de las redes sociales, y una revista virtual para compartir las creaciones de sus estudiantes. Sin embargo, su director, Guillermo García-Badell, sostiene que la crisis, lejos de acercarle al formato a distancia, ha reafirmado al centro en que “lo nuestra apuesta, nuestro modelo, pasa por lo presencial”.

 

Pregunta: ¿Se puede aprender diseño a distancia?

Respuesta: Sí, creo que se puede aprender a distancia. Pero no es nuestra apuesta ni nuestra identidad, ni lo que nos debe distinguir a nosotros como centro. Ha sido una oportunidad de plantearnos qué es lo que nos distingue, y tener claro que nuestra apuesta, nuestro modelo, pasa por lo presencial. Y pensar donde está el valor añadido de esa presencial.

 

P.: ¿Cómo se han adaptado?

R.: Creo que con bastante éxito. En estos tres meses las y los estudiantes del centro han aprendido en la misma proporción y nos han ayudado a aprender cosas nuevas de la distancia y a incorporar cosas que ya estaban en nuestra cultura pero que eran muy presenciales. Apostamos por que tengan contacto con la industria y con profesionales en activo, desde diseñadores a grandes grupos como Tendam, con quien tenemos una colaboración. Hemos intentado que el debate no estuviese sólo encerrado en los ordenadores. En las clases de Miguel Becer, por ejemplo, hemos creado una especie de Csdmm talks con distintos invitados. Nuestro centro ha estado vivo y eso significa estar en contacto con lo que está ocurriendo. Incorporar visiones de fuera también nos hace entender que la moda está cambiando.

 

P.: ¿Qué problemas se han encontrado?

R.: Es mucho más trabajo porque no estábamos acostumbrados y es mucho más compromiso, esfuerzo y estrés por parte de todos. Pero estudiantes y profesores han respondido dando lo mejor de cada uno. Lo que más hemos perdido ha sido el contacto humano. Si el mundo es así, todo a distancia, yo no lo quiero. Probablemente pudiéramos vivir en esta especie de distopía, pero no me interesa. Hay una parte de experiencia en la educación que está en un lugar físico y en las relaciones humanas que tendremos que recuperar en cuanto podamos.

 

 

 

 

P.: ¿En qué escenario de recuperación trabajan?

R.: Creo que todo va a ser distinto. Hay cosas que han cambiado para siempre. La moda ha cambiado ya. Juan Vidal nos decía que él se estaba replanteando toda la marca. Espero que en septiembre podamos volver a hacer muchas cosas que no hemos podido hacer estos meses.

 

P.: Dice que todo va a ser distinto. ¿Qué va a cambiar?

R.: Primero, hemos aprendido que hemos de aprovechar todos los minutos que estemos en el centro para hacer cosas prácticas. Y eso significa hacer más cosas prácticas, no estar menos tiempo en el centro. Por otro lado, y esto es una intuición, creo que la moda ya estaba cambiando en muchos aspectos y que se le dará una vuelta de tuerca más, y nosotros tendremos que adaptarnos. No tiene sentido que el sector haga las cosas de otra forma y nosotros lo hagamos igual. Si nadie va a hacer desfiles este año o los harán virtuales, ¿tiene sentido que nosotros hagamos un desfile tradicional después de cada curso? Probablemente no, tenemos que seguir apostando por presentaciones, pero tendremos que adaptarnos. 

 

P.: ¿Les da miedo perder estudiantes internacionales?

R.: Nosotros tenemos una ventaja para garantizar la seguridad y es que formamos parte de la Universidad Politécnica de Madrid, así que tenemos unas instalaciones de 3.000 metros cuadrados para 150 alumnos. En cualquier caso, no somos un centro donde haya un peso muy importante de alumnos extranjeros. Me preocupa más las limitaciones que tengan mis alumnos para completar su formación con estancias en el extranjero.

 

 

 

 

P.: ¿Qué habilidades debe tener hoy un diseñador?

R.: Las de siempre. Hay una parte técnica e importante. La moda es sobre todo ideas y la capacidad de comunicarlas de una u otra manera: en objetos físicos, dentro de un equipo de diseño o incluso en eventos.

 

R.: ¿Hay futuro hoy para un diseñador independiente en España?

R.: Estoy convencido. En cualquier caso, nuestros estudiantes están preparados para trabajar tanto en equipos grandes como por su cuenta.

 

P.: Hay muchas escuelas de diseño en España. ¿Veremos una concentración tras esta crisis?

R.: Yo estudié arquitectura en un momento en que la arquitectura estaba de moda y he llegado a la moda cuando está de moda. La moda como disciplina es muy actual y seguirá siéndolo. Está de moda, y eso es bueno. Que haya más programas también creo que denota buena salud y más puntos de vista. Es bueno para todos que haya competencia, nos hace mejorar a todos siempre y cuando sea serio. Si desaparecen programas, que sea porque la gente tenga criterio, porque es verdad que lo malo hace mucho daño. Queremos que la educación de moda sea seria: si alguien lo banaliza nos perjudica a todos.