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Generales 2015: Pablo Iglesias, moda de Alcampo y estilo desaliñado para el líder de Podemos

F. Marín-Camp/ S. Riera

30 nov 2015 - 04:47

Generales 2015

 

Si Podemos se instalara en La Moncloa el próximo 20 de diciembre, el país iniciaría el reinado de Pablo Iglesias, bajo el sobrenombre de el Desaliñado. Este adjetivo es el que repiten de forma unánime los expertos en moda para calificar el estilo del líder de izquierdas, que irrumpe por primera vez en unas elecciones generales. Iglesias ha ido moderando su vestimenta a la par que su discurso a medida que se acercan los comicios.

 

Modaes.es inicia hoy una serie especial con motivo de las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, en la que analiza las propuestas de los diferentes partidos en torno al sector de la moda, así como el estilo de los líderes de las principales fuerzas políticas a nivel estatal: PP, PSOE, IU, C’s y Podemos.

 

Nacido en Madrid en 1978, Pablo Iglesias ya contaba con un rostro conocido antes de entrar en política gracias a su participación como presentador en varios programas de televisión. El secretario general de Podemos es licenciado en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid y, tras terminar sus estudios, ha seguido vinculado con las aulas como profesor.

 

En enero de 2014, Iglesias presentó junto con otras personas y colectivos el movimiento ciudadano Podemos, que tres meses después se convirtió en partido político. En sus inicios, su imagen fue utilizada como logotipo para las papeletas electorales debido a su proyección mediática, que superaba a la del partido.

 

La característica estética que mejor le define es, sin duda, la coleta. “Funciona muy bien como signo de identidad, pero no da buena imagen”, opina Inmaculada Urrea, socia fundadora de la consultora Sofoco Media, que ha detectado un cambio en el look del líder madrileño en los últimos meses. “Ahora viste camisa blanca, como también lo hacen Pedro Sánchez y Albert Rivera, pero las suyas son más holgadas y [de nuevo la palabra] desaliñadas; su actual manera de vestir es de 15M de domingo”, sentencia.

 

El político de izquierdas viste camisas blancas como Sánchez (PSOE) y Rivera (C's), pero a diferencia de ellos las suyas son mucho más holgadas

 

Para las socias fundadoras de la agencia Qué me pongo, Elisabet Olivé y Montse Guals, “las camisas que lleva son demasiado holgadas”. Ambas imaginan que "vistiendo así él cree que transmite su manera de pensar, pero sólo acaba convenciendo a los suyos”. Una opinión que Urrea comparte: “conecta mucho con la gente a la que se quiere dirigir”.

 

Pablo Iglesias mantiene el estereotipo del progresista clásico”, opina Laura Cervi, profesora de comunicación política en la Universitat Autònoma de Barcelona y doctora por la Università di Pavia, que destaca que la indumentaria del político “se sitúa en el mínimo que hace falta para mantenerse en una institución como el Congreso sin que se considere una falta de respeto”.

 

Para Cervi, el cabeza de lista de Podemos por Madrid tiene una imagen correcta: “se le ve limpio si lo comparamos con otros políticos de izquierda radical como los miembros de las CUP en Cataluña”. Templar la radicalización en las formas de vestir “es clave para un político que aspira a gobernar España –asegura la profesora–; no puede vestir como lo hacen los partidos de nicho porque no convencería al votante moderado”.

 

Iglesias, que se compra la ropa en Alcampo según sus propias palabras, “iría mucho mejor si cuidara más su aspecto”, reconocen Guals y Olivé. “Con el estilo desaliñado, a veces se pasa”, afirman. Aun así, su atuendo parece ser el propio para un político español según la posición que Iglesias ocupa en el eje izquierda-derecha. “En España, todavía hoy la moda se asocia a frivolidad –admite Urrea–; en Francia, un político como Iglesias sería impensable, pero en la izquierda española todavía se cree que cuanto más zarrapastroso va el político, mejor político es”.

 

 

La expresión corporal de Iglesias también es objeto de debate entre los expertos. “Lo peor es la postura, porque va encorvado y no transmite credibilidad”, explica la fundadora de Sofoco Media. “Da la sensación de que está encerrado en sí mismo, además va enfadado y esta no es una actitud correcta en política”, opina Urrea. “El líder siempre tiene que ir en positivo”, añade. Por su parte, las socias de Qué me pongo advierten que “su postura corporal es demasiado adelantada, transmite inseguridad y esto provoca incredulidad”.

 

La perilla es, junto a la coleta, otra de las características del líder de Podemos. “Le hace la cara demasiado alargada –apuntan Olivé y Guals–; si se dejara barba, le ayudaría a hacer un rostro más anguloso, con el que transmitirá mayor seguridad”. Sin embargo, Cervi opina que, “muy probablemente, su vestuario y estilo es el mismo que el que llevaba cuando era profesor”. Bajo el punto de vista de Urrea, “si Pablo Iglesias tiene asesor, está tirando el dinero”.