Back Stage

Galeries Lafayette, más VIP que nunca

26 abr 2011 - 00:00

Mario Core. París.- El gran almacén que más factura de Europa quiere potenciar su clientela VIP.  Galeries Lafayette ha anunciado que reforzará su servicio de atención personalizada, en los cinco salones privados de que dispone en la sede parisina.

La empresa, que recibe a más de veinte millones de personas al año, duplicará su equipo de personal shoppers en los próximos 18 meses para reforzar este segmento del negocio, en pleno crecimiento.

El grupo se apoyará así en los estilistas, que orientan a la clientela en sus compras, para reposicionarse como centro comercial de alta gama. Se trata de un servicio que ya ofrecen de forma habitual las enseñas de lujo.

 

El director general del gran almacén, Pierre Pelarrey, ha explicado al rotativo francés Les Échos que los clientes que frecuentan la cuarta planta del edificio, donde se ubican las suites, gastan “cinco veces más que la media”.

 

Además, el 2% de los visitantes de Galeries Lafayette supone ya el 18% de la facturación del grupo, de ahí el interés de mimar a los compradores con menos reparos en sumar ceros a la cuenta final.

 

Cuando una sesión personalizada incluye joyería, las facturas pueden alcanzar rápidamente varios centenares de miles de euros. Un hecho que no pasa desapercibido para la empresa: mientras el prêt-à-porter sólo representa el 65% de las ventas en esa sección, los gastos en joyas y accesorios que no dejan de crecer.

 

Por otra parte, cuatro de cada cinco de estos compradores son extranjeros, por lo que no se ha olvidado el factor geográfico. El equipo de asesores personales habla ya una decena de lenguas; la empresa quiere ahora apostar por la clientela rusa y sudamericana, especialmente la que proviene de Brasil.

 

Para los más adinerados, la boutique ofrece además una suite de 400 metros cuadrados con una terraza panorámica sobre la ciudad, utilizada también para recibir a sus clientes más selectos. El espacio, firmado por la diseñadora gala India Mahdavi, puede alquilarse por 250 euros para las dos horas o por 400 euros para el doble de tiempo, en función de las necesidades.

 

El servicio funciona, asegura la compañía, y es en parte gracias al boca a oreja. Quizá por ello, no quiere dejar de lado a la clientela masculina: a partir del año que viene los hombres podrán disponer de un espacio similar.