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Francesc Maristany (Modacc): “En la moda, uno debe pensar en todo lo malo en el momento en que le va todo bien”

S. Riera

7 ene 2016 - 04:40

Francesc Maristany es el nuevo presidente del clúster catalán de moda Modacc. El empresario es fundador y consejero delegado del operador logístico Grup Met, especializado en el sector de la moda. Con su nombramiento, una agrupación empresarial específica del textil coloca al frente a un profesional ajeno al sector. Maristany defiende que le acredita para el cargo una carrera “impecable” como gestor. “Los que nos dedicamos a la logística tenemos muchos defectos, pero no la falta de orden, la coordinación y los procesos eficientes”, defiende el empresario.

 

Pregunta: ¿Por qué un empresario del sector de la logística decide involucrarse en una agrupación empresarial del negocio de la moda?

Respuesta: Porque se trata de un clúster y no de una patronal tradicional. Hasta ahora, las asociaciones empresariales agrupaban a las compañías según su actividad económica. Modacc intenta agrupar a todo un sector económico en su sentido más global, con empresas industriales, marcas… incluso al que hace el tornillo de las gafas. La transversalidad es precisamente lo que hace fuerte el clúster. Si todos los que se reúnen son industriales del textil, poco tienen que decirse que no sepan ya. En cambio, aquí se intercambian experiencias diferentes, se hace networking.

 

P.: No obstante, clúster tiene una aportación más física, de reunir en una misma área geográfica a toda la cadena de valor de un sector…

R.: De hecho, Modacc son empresas catalanas del sector de la moda en general. En el clúster de la automoción, por ejemplo, no sólo hay fabricantes, también hay asesores o la agrupación de concesionarios. Por suerte, la moda ha cambiado su modelo de negocio: de empresas industriales a marcas, distribuidores y otros servicios.

 

El problema de este sector, como muchos otros, es el secretismo, el hermetismo de muchas empresas a querer decir a quién compran o a quiénes venden

 

P.: ¿No es la industria el pilar de un clúster?

R.: En las dos últimas décadas, se ha perdido casi el 50% de la industria textil, pero se ha sustituido por marcas y distribuidores que, a día de hoy, generan más negocio del que generaba el tejido industrial. Tenemos que entender las dos actividades como complementarias y sinérgicas. Nos hemos transformado, hemos sabido mantener la vertiente industrial, pero también hemos sabido trabajar la marca y su canal de venta. Todavía queda camino por recorrer y hay que seguir trabajando en la mejora del ecosistema de la moda en Cataluña y en España.

 

P.: ¿Ayuda Modacc a ganar clientes?

R.: El problema de este sector, como muchos otros, es el secretismo, el hermetismo de muchas empresas a querer decir a quién compran o a quiénes venden. Si nos sentamos y explicamos cómo hacemos nuestro trabajo podemos contribuir a retroalimentar el circuito. Creemos en la transparencia, porque cuánto más circula la información, mejor funciona todo. Si conocemos las empresas, los clientes y los proveedores, también nos es más fácil hacer negocios entre nosotros mismos. Y, al final, todo queda en casa. Hacemos piña.

 

P.: La agrupación se creó en 2009, en plena crisis. ¿Cree que hubiera podido nacer en época de bonanza económica?
R.: En las crisis se tiene que hacer lo que tocaría hacer siempre, como puede ser encontrar nuevos caminos para tirar adelante. Está claro que juntos sumamos siempre más que por separado. Montar una plataforma para exportar en Honolulú, por ejemplo, es muy difícil hacerlo solo. En cambio, entre varios será mucho más fácil. Haciendo piña se llega más lejos. El clúster es funcional. Nosotros no negociamos convenio ni intermediamos con las administraciones, porque nuestro objetivo es que las empresas ganen dinero y sean competitivas.

 

P.: ¿Tienen algún otro clúster como referente?

R.: Ahora nos hemos cambiado de oficina y compartimos despacho como el clúster Hábitat, Food Service y Beauty Cluster. Los admiro a todos ellos por los proyectos que organizan y por el trabajo que hacen. Seguro que encontraremos sinergias con ellos a pesar de no tener nada que ver con la moda. Porque siempre se encuentran sinergias.

 

P.: ¿Sabe de algún ejemplo?

R.: En el sector del transporte, por ejemplo. El clúster del transporte, en el que están desde las concesionarias de las autopistas a las compañías de ferrocarriles, se sentó con el de la infancia. Se reunieron y decidieron trazar un proyecto común que consistió en dotar los trenes de largo recorrido de un vagón con actividades para los niños con el fin de entretenerlos durante el viaje.

 

P.: De hecho, ahora se fomenta la innovación en las empresas en este sentido…

R.: Efectivamente. Ahora es el mejor momento para estar abierto a todo. Ahora más que nunca para tirar adelante uno tiene que colocar un lienzo en blanco. No puede decirse “esto no”. Hay que olvidarse de lo aprendido, quitarse barreras y partir de cero.


 

"Cada vez más las ligas son de campeones y los más fuertes son los que tienen más posibilidades de chutar a portería"

 

 

P.: La moda en España tiene grandes grupos, como Inditex o Mango, a los que siguen de lejos multitud de pymes. ¿Considera que al sector le falta ganar tamaño para ser más competitivo?

R.: Cuando se calcula el número de empresas de moda en diferentes países, a España siempre se la marca con lo mismo. Francia e Italia, por ejemplo, tienen muchas más empresas que facturan más de 150 millones de euros que España. Tenemos aún recorrido para que las pymes del sector den este salto. De hecho, ahora, con los fondos europeos se intenta precisamente que las empresas ganen tamaño.

 

P.: ¿Qué necesitan las empresas para ganar mayor cuerpo?

R.: Nos falta profesionalidad. La mayoría de empresas son familiares, en las que el fundador sigue muy involucrado todavía en el diseño… y en todas ellas el salto es un reto. Muchas veces, llega un momento en que una empresa necesita una estructura mayor para poder aplicar una estrategia de crecimiento y deben contactar con consultoras especializadas. Hasta 150 millones de euros se considera que una empresa tiene una administración cómoda. A partir de ahí, todo se complica, hay que crear consejos de administración y actuar como una gran compañía.

 

P.: ¿Apremia engrosar el tamaño de las empresas en el país?

R.: Sí, porque cada vez más las ligas son de campeones. Por supuesto que el mundo no será nunca ni de Inditex ni de McDonald’s, pero sí que las empresas más grandes serán las que lo tengan más fácil para competir. Los más fuertes son los que tienen más posibilidades de chutar a portería.

 

P.: ¿Cree que en 2016 veremos más inversión en el sector y nuevos movimientos corporativos, como fusiones o adquisiciones?

R.: De hecho, venimos de un año en el que ya ha habido una inversión importante, con la entrada de fondos en el sector. Y veremos más movimientos este año en este sentido. Esto demuestra que el sector es interesante. En Modacc pensamos precisamente que el futuro de la moda pasa por ser un sector seductor, además de ser digital, sostenible, flexible, etcétera. Si interesa quiere decir que funciona, que da trabajo. Sólo en Cataluña, la moda tiene 3.000 empresas, que aportan el 7% del Producto Interior Bruto (PIB) de la autonomía.

 

P.: ¿Cree que vienen buenos tiempos para la moda?

R.: Todo indica que sí. Según las previsiones que manejamos, concluiremos 2015 con un aumento del consumo de los productos de moda del 4,5% respecto al año anterior; las exportaciones crecerán entre un 8,5% y un 9,5%, superando los 15.000 millones de euros; las importaciones se elevarán entre un 11% y un 12%; la producción industrial del sector crecerá un 4,5% aproximadamente; la ocupación industrial lo hará en un 3%, situándose en torno a las 14.000 trabajadores, mientras que la del comercio textil y moda se incrementará también alrededor de un 3%.

 

P.: Todo un alivio para el sector, ¿no?

R.: Creo que no debemos acomodarnos. Sí es cierto que vienen buenos tiempos y debemos aprovecharlos para invertir, para internacionalizar aquel que todavía no lo haya hecho y ganar presencia en los mercados extranjeros aquel que sí; invertir también en ecommerce, en multicanalidad, en mejorar la sostenibilidad, en procesos, en flexibilidad. En la moda, uno debe pensar en todo lo malo en el momento en que le va todo bien.

 

"Todavía hay empresas en el sector que piensan que poner una tablet en la entrada de la tienda es moderno"

 

P.: ¿Podemos afirmar que el sector ha dejado de adelgazar?

R.: Totalmente. A partir de ahora, sólo podemos crecer. Como siempre, el sector seguirá llorando, pero hay mirarlo todo con perspectiva. Puedo decir que la mayoría de los asociados en Modacc ha cerrado el año en positivo y se percibe optimismo. Son empresas que han hecho bien su trabajo y que han sabido responder a tiempo y ponerse al día.

 

P.: Una de las apuestas de Modacc es la organización de la feria Bstim. ¿Considera que la relocalización es un fenómeno que permanecerá?

R.: El sector de la moda no consiste sólo en hacer camisetas, sino que es amplísimo. Hay ciertas familias de producto que necesitan menos mano de obra y que requieren procesos más sofisticados. Evidentemente, no podemos decir que todo volverá a España, porque si se quieren vender camisetas a dos o tres euros, el operario no podrá cobrar más de 200 euros al mes. Y este no es el futuro que queremos para nuestros hijos.

 

P.: ¿Han realizado estimaciones sobre el posible retorno de la producción a municipios como Igualada?

R.: Podemos llegar a hablar de un retorno del 5% de la producción, que podría generar unos 200 millones de euros de facturación. Estas cantidades, en China, por ejemplo, no son viables, pero en Cataluña, sí. De todos modos, es muy complicado saber cuál va a ser el retorno.

 

P.: El fast fashion ha empezado a acercar parte de su producción, ¿cree que todavía queda recorrido para acercar aún más?

R.: Nosotros pensamos que sería factible que el 30% de su producción fuera en proximidad. Más de este porcentaje, creo que sería hacer la carta a los Reyes Magos. No obstante, estamos a dos días para que los chips, los microchips y los sensores se incorporen a las prendas y este tipo de producción podemos hacerla aquí.

 

P.: En referencia a la tecnología, ¿está el sector de la moda adaptado a ella?

R.: Este es un tema clave. España es un país puntero en tecnología, pero en cambio, a la moda le cuesta. Todavía hay empresas en el sector que piensan que poner una tablet en la entrada de la tienda es moderno. Todavía hay empresas que se niegan a vender por Internet porque consideran que el multimarca les penalizará si ponen precios en la Red… En este sentido, vamos un paso atrás.