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Francesc Llonch (Texfor): “Menos administración y más formación”

S. Riera

30 may 2016 - 04:38

 

Modaes.es realiza durante las semanas previas a las elecciones generales del próximo 26 de junio una serie especial de artículos para conocer la implicación de la política con el sector de la moda. Los diferentes líderes de las patronales españolas del sector analizan el impacto de la actual situación de desgobierno, exponen cómo debería actuar la Administración para favorecer el desarrollo del negocio en el país y definen cuáles deberían ser los ámbitos concretos de actuación.

 

Francesc Llonch es presidente de la Confederación Española del Textil (Texfor) desde el pasado marzo. Llonch es uno de los históricos en el ámbito patronal del sector en España y cuenta con uno de los apellidos de mayor trayectoria en el textil de Sabadell (Barcelona), una de las cunas de esta industria en el país. El empresario asegura que hay una “sobredosis” de administraciones y un exceso de regulación, pero en cambio falta más apoyo en cuestiones como la formación.

 

 

 

 

 

Francesc Llonch

 

Presidente de la Confederación Española del Textil (Texfor)

 

¿Izquierda o derecha?

Centro. Ni izquierda ni derecha.

 

Los pactos son…

Para la gobernabilidad

 

 

 

 

 

 

Pregunta: ¿Este periodo de desgobierno ha tenido algún tipo de repercusión en el sector?
Respuesta: Más que repercutir sobre la industria en sí, este periodo ha tenido impacto sobre el consumo. El consumo ha caído por la desconfianza y, sin duda, esto afecta también a la industria, aunque sea de manera indirecta.

 

"Entiendo que la regulación debe existir, claro, pero si quieres abrir una nueva planta o incluso una nueva empresa es complicado"

 

P.: Uno de los temas en la agenda política es la modernización de la Administración. ¿Somos un país administrativamente eficiente?
R.: No. Y no lo digo yo solo. Hay otros representantes patronales, como el presidente del Círculo de Economía, que han manifestado de manera pública que la Administración es demasiado pesada y hay demasiado número de ayuntamientos, diputaciones y autonomías. Con ello no quiero decir que deban eliminarse, pero sí que hay una sobredosis de administraciones. Un buen lema sería: menos administración y más formación.

 

P.: ¿Cómo afecta esto a las empresas?
R.: Nos perjudica, en particular, el exceso de regulación. Entiendo que la regulación debe existir, claro, pero si quieres abrir una nueva planta o incluso una nueva empresa es complicado. Hay muchas trabas administrativas.

 

P.: ¿Los partidos políticos se dirigen a usted como representante de un sector económico?
R.: A mi en concreto, no. Y tampoco tengo constancia que se hayan dirigido a mis predecesores.

 

P.: ¿Cree que los partidos deberían prestar más atención al sector y tener más en cuenta las opiniones de sus empresarios?
R.: Por descontado. La industria es el futuro del país. En los últimos años, la industria española ha bajado en el conjunto de Europa, pero aun así continúa siendo potente. La industria es el sector que crea empleo estable y de nivel.

 

 

P.: Otros sectores económicos, como la automoción o la energía, sí cuentan con apoyo institucional. ¿Qué ocurre en el textil y la moda?
R.: Puede que la culpa sea nuestra, aunque también pueden influir la atomización del sector o su desconocimiento. En muchas ocasiones, cuando los políticos piensan en el textil hablan de compañías como Inditex o Mango, y nosotros no tenemos nada que ver.

 

P.: ¿Cree que el textil y la moda deberían tener más peso en las instituciones?
R.: No lo creo. Lo importante es hacer de lobby.

 

P.: ¿En qué cuestiones concretas cree que se debería incidir para favorecer el desarrollo de su sector?
R.: En estos últimos años de crisis, el sector no ha invertido y, en este sentido, habría muchas cosas por hacer. El Gobierno tiene planes de inversión, pero lo primero que pide a las empresas que los solicitan es un aval. Creo que si un proyecto es creíble, con una base firme y fundamentos sólidos, debería poderse desarrollar, con o sin aval. No tiene sentido dejar atrás proyectos creíbles. Y, en general, creo necesario desregular y apostar por la formación.