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Félix Bellido, con la jubilación muy lejos

A los 14 años entró en el taller familiar y ya no ha dejado la empresa que lleva su apellido. El presidente de grupo Miguel Bellido, se enorgullece de la capacidad de producción de su empresa, pero sobre todo de su marca.

Pilar Riaño

15 abr 2021 - 04:35

Félix Bellido, con la jubilación muy lejos

 

 

Félix Bellido no tiene entre sus planes a corto plazo jubilarse, pero sabe que ese día llegará. Cuando lo haga, aunque, repite, “no está en mi imaginación”, ya sabe a qué dedicará su tiempo. Ir en bicicleta, jugar al golf con su esposa y, seguro, estudiar. Este empresario de 76 años, que está al frente del día a día del grupo Miguel Bellido (propietario de la marca Olimpo), se licenció en Derecho cuando sus hijos ya eran mayores y, ahora, estudia Ciencias Políticas por la Uned.

 


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Nacido en Madrid en 1945 (“de padres y abuelos de Madrid”, destaca), Félix Bellido lleva toda la vida dedicada a la empresa familiar. Su padre, Miguel Bellido, trabajaba en la industria del calzado, pero en los años cincuenta cerró la empresa que le daba empleo y se reconvirtió fabricando cinturones para hombre y mujer de forma artesanal, en un pequeño taller en Madrid.

 

Aquel primer centro, puesto en marcha en 1957, creció y en los años sesenta se trasladó a Manzanares, en Ciudad Real, donde, como recuerda Bellido, su padre “creía que iba a encontrar mano de obra femenina y especializada”. Y acertó. La empresa siguió desarrollándose y en los setenta se constituyó en sociedad anónima y compró unos terrenos donde levantó su primera fábrica propia.

 

Félix Bellido ha vivido todo este proceso en primera persona. No en vano, lleva desde los 14 años trabajando en la compañía familiar, primero aprendiendo el oficio en el taller de la mano de su padre y su madre, posteriormente haciéndose cargo del área comercial y, finalmente, dirigiendo la empresa. Bajo su dirección, la compañía empezó la apertura de mercados internacionales y lanzó marca propia, Olimpo.

 

 

 

 

Mientras la marca Miguel Bellido se utiliza para cinturones y pequeña marroquinería, Olimpo se usa para complementos masculinos como corbatas o ropa interior. El cien por cien de la producción de cinturones del grupo se realiza en la planta de Manzanares (donde trabajan 160 personas), si bien el grupo controla otra fábrica en Valdepeñas dedicada a camisería (con 45 empleados) y un taller en Portugal, en el área de Guimaraes. “No producimos nada fuera de la Unión Europea”, recalca Bellido.

 

“Siempre he creído en el diseño y la marca, es la única manera de diferenciarnos”, sostiene el empresario, que recuerda orgulloso que Olimpo fue la primera marca española que trabajó con la top model Chaudia Schiffer, que protagonizó una campaña en 1995 con el lema “Olimpo, creado para el hombre”.

 

Más de sesenta años después de su fundación, el grupo Miguel Bellido es un conglomerado de empresas de varios negocios. Además de la empresa de piel y complementos para hombre, el grupo incluye la bodega Vinícola de Castilla, una compañía inmobiliaria y, hasta hace poco, otra de distribución de coches Opel y Renault. Al frente de todas ellas está como presidente Félix Bellido, que se reparte la propiedad con dos hermanos más.

 

 

 

 

La tercera generación familiar ya está plenamente incorporada a la estructura. Su hijo Roberto está al frente del departamento creativo de la marca (liderando un equipo de cuatro diseñadores) y su hija Sonia ha terminado como directora general de Vinícola de Castilla tras liderar el departamento de márketing de Miguel Bellido. Sus sobrinos Alejandro y David, por su parte, son director del departamento de exportación y de fábrica, respectivamente.

 

El empresario es un fiel defensor del asociacionismo. Fundador de la Asociación Española de Fabricantes de Marroquinería (Asefma) junto a Enrique Loewe, Bellido es vicepresidente de Moda España y tesorero de la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon). “Si las patronales sólo fueran política no estaría en ellas: si, con el trabajo que tengo, sigo en la brecha del asociacionismo es porque ¡creo que sirven para algo!”, exclama.

 

 

Sucesión familiar

Félix Bellido destaca que uno de los valores que ha impuesto en el grupo es la meritocracia y afirma que la empresa ha reflejado en sus estatutos cómo debe ser el proceso de sucesión. La empresa tiene un protocolo de relevo generacional “que dice, entre otras cosas, que a los cargos de dirección no puedes acceder si no tienes experiencia externa y titulación”. “Somos una familia, pero nos rodeamos de gente de fuera, tanto ejecutivos como consejeros”, afirma el presidente del grupo Miguel Bellido, que se ha rodeado de consejeros externos para asegurar la buena gobernanza de la empresa familiar.