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Business Women Empowerment

Eva Romeo (Women’secret): “Para ser exitosos en un contexto de incertidumbre la diversidad es clave”

La directora general de Women’secret, la cadena de mayor crecimiento de Grupo Cortefiel, señala que “hay una tendencia a encasillar a la mujer, no hay que crear un único modelo referente”.

Modaes

8 mar 2018 - 04:31

Eva Romeo (Women’secret): “Para ser exitosos en un contexto de incertidumbre la diversidad es clave”

 

Eva Romeo es una de las mujeres con más poder en la industria española de la moda. La ejecutiva ocupa desde el año pasado el cargo de directora general de Women’secret, la cadena de mayor crecimiento de Grupo Cortefiel, uno de los gigantes españoles de la distribución de moda. Licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y máster en Dirección Comercial y Marketing por Esic, cuenta con veinte años de trayectoria en la compañía madrileña. Romeo apuesta por dar visibilidad a referentes femeninos en puestos directivos, pero sin la necesidad de crear un “único modelo referente”. “Una brecha es una pérdida de talento, es una pérdida de generación de riqueza”, afirma.

 

 

 

Pregunta: ¿Cree que la mujer está suficientemente empoderada en el mundo económico?

Respuesta: Podríamos fijarnos en lo negativo, pero lo positivo es que en los últimos años se ha visto una tendencia al alza en la presencia de las mujeres en el mundo económico. Además, el apoyo desde diferentes ámbitos también ha aumentado. Pero lo cierto es que todavía no es suficiente: somos el cincuenta por ciento del mercado laboral y del consumo y eso debe notarse también en los puestos directivos.

 

P.: ¿Cómo evalúa esta situación específicamente en la moda?

R.: En moda tenemos una situación privilegiada. Tradicionalmente la mujer ha estado en puestos de back office, pero en los últimos años hemos accedido a puestos de dirección y ejecutivos. La moda va por delante de otros sectores. Yo llevo treinta años en la misma empresa porque he tenido un plan de carrera que me ha permitido conciliar: tengo un puesto de responsabilidad que me exige, pero a la vez tengo flexibilidad. El mundo avanza hacía ahí, porque la progresiva incorporación de millennials a las empresas hará cambiar las cosas, pues es una generación que valora mucho su vida personal.

 

 

P.: ¿La conciliación es sólo algo de mujeres?

R.: Debemos entender que estamos hablando de un modelo histórico, que no vamos a cambiar en tres o diez años. Hay que ser constante. La conciliación es un compromiso de la sociedad. Las mujeres debemos reflexionar sobre nuestra autoexigencia: hay que compartir y delegar en el hombre. No es justo para la mujer que sólo ella hable de conciliación. Los hombres también lo están intentado y apoyando y las empresas tienen que hacer ese recorrido.

 

 

 

 

 

 

P.: Muchas mujeres renuncian voluntariamente a su carrera profesional por su vida personal. ¿Cree que es cierto? ¿Qué opina de ello?

 R.: Sí, es así. Conozco a algunas que han tenido que hacerlo y es una pérdida de talento. La gente, por supuesto, tiene libertad de elección, pero a veces no es posible por recursos económicos.

 

P.: ¿Quién debe poner medios para la conciliación: el sector público o el privado?

R.: No se trata de buscar responsables. Desde un ámbito público se debe favorecer una realidad que ya está ahí. Desde el ámbito privado, si al trabajador, sea hombre o mujer, le das un contexto de flexibilidad y objetivos estará comprometido, algo que tanto cuesta conseguir hoy en día. Para ser exitosos en un contexto de incertidumbre la diversidad es clave.

 

 

P.: ¿Existe el techo de cristal?

R.: Tenemos que ser realistas con el modelo histórico que tenemos. Existe. Es necesario establecer una nueva hoja de ruta que nos ayude. Por otro lado, cuántas más mujeres suban, mejor, porque se crearán referentes y una situación buena para el resto: la empatía es uno de nuestros valores. Y, como decía antes, tenemos que bajar la autoexigencia de que tenemos que ser perfectas.

 

 

 

 

 

 

P.: Hablaba de referentes. ¿Tiene alguno?

R.: Si tengo que decir uno, diría mi madre, ama de casa. En realidad, siempre he creído en tener capacidad de decisión sobre mi vida, por eso no he tenido un modelo único, he cogido cosas de muchos. Siempre se nos ha dicho cómo tenemos que hacer, cómo tenemos que pensar, cómo tenemos que vestir… creo que no hay que buscar un único referente, sino dar cabida a muchos diferentes. Hay una tendencia a encasillar a la mujer, no hay que crear un único modelo referente.

 

 

P.: Dígame una falsedad en torno a la igualdad de oportunidades de las mujeres frente a los hombres en referencia al acceso a los puestos de poder.

R.: Creo en los procesos y las normas, pero no aspiro a crear reglas, ni soy catedrática. Hay que centrarse en eso. Nada es blanco o negro, el mundo es maravillosamente gris. La verdadera realidad es que el cincuenta por ciento del mundo son mujeres y sólo un reducido grupo tenemos decisión. Una brecha es una pérdida de talento, es una pérdida de generación de riqueza. 

 

P.: ¿Qué medidas o iniciativa cree que pueden emprenderse para mejorar el empoderamiento de la mujer en el ámbito económico?

R.: Le diría tres. Lo primero, dar visibilidad a la situación. Lo segundo, fomentar en el ámbito privado programas de mentoring y desarrollo de talento. Lo tercero, compartir experiencias y rutas: si estás aquí tienes voz y altavoz para ayudar a las demás, si no, has perdido la oportunidad.