Back Stage

Eurico Brilhante (Gobierno de Portugal): “Veo difícil una economía sin industria”

El Secretario de Estado de Internacionalización de Portugal sostiene que un país no puede sobrevivir sin industria, pero que esta debe evolucionar para incluir servicios y valor añadido.

I. P. G.

23 jul 2020 - 04:47

Eurico Brilhante (Gobierno de Portugal): “Veo difícil una economía sin industria”

 

 

En los tres años que lleva como Secretario de Estado de Internacionalización de Portugal, Eurico Brilhante Días (Lisboa, 1972) se ha acostumbrado a las buenas noticias: el país ha batido récord de exportaciones y se ha consolidado como un creciente destino para la inversión exterior. Pero este año, el coronavirus lo ha cambiado todo: sólo en mayo, las ventas del país al exterior se han hundido un 39%, con el textil como uno de los sectores más afectados. Con todo, Brilhante defiende que Portugal está preparado para la recuperación y que la relación con España continuará siendo sólida después de este bache. Con motivo de su visita a Madrid para reunirse con la Secretaria de Estado de Comercio y el Secretario de Estado de España Global, el socialista repasa el impacto que la crisis ha tenido en el textil portugués y el futuro de la relación con su vecino y principal socio.

 

Pregunta: Portugal es admirado por su capacidad para retener la industria textil en Europa. ¿Qué se ha hecho bien?

Respuesta: A finales de los años ochenta, el sector textil portugués realizó un proceso de modernización muy importante para enfocarse en productos de más valor añadido. Seguimos haciendo moda y tenemos un clúster muy importante de vestuario, pero también hemos buscado nuevos sectores como el textil técnico. Hoy el textil tiene más de 130.000 empleados y es un contribuyente muy importante para nuestro superávit exterior. Si tomamos el sector moda, donde se incluye también el calzado, tenemos una tasa de cobertura de casi el 200%: exportamos casi dos veces más de lo que importamos. Esto no significa que algunas empresas portuguesas no estén produciendo también en otros mercados y que tengan cadenas de suministro complejas, pero aún así ha sido posible retener empresas y empleo y en Portugal. Eso no es una tarea de un gobierno, sino de una generación, que trabajando para la modernización del sector textil portugués ha puesto a Portugal en una posición muy puntera en la Unión Europea.

 

P.: ¿Puede sobrevivir un país sin industria?

R.: No. Es una opinión muy personal, pero veo difícil una economía sin industria. La industria es el pilar fundamental de las economías. Sí, hay que añadir servicios, y al producto hay que darle otras cosas: innovación, diseño… En el textil, por ejemplo, muchas empresas portuguesas ofrecen a sus clientes soluciones de diseño que permiten retener más valor.

 

P.: ¿El textil portugués sería lo que es sin el retail español?

R.: Es imposible de contestar, son muy buenos clientes…

 

 

 

 

P.: Se ha dicho que la crisis del coronavirus pude ser un empuje para la reindustrialización. ¿Está ocurriendo ya en Portugal?

R.: Sí. Conozco empresas portuguesas que están ganando pedidos que antes se servían desde China u otros países de Asia. No es algo exclusivo del textil: hay industrias que han entendido que es importante tener un proveedor más cerca, que pueda entregar más veces, cantidades más pequeñas, con una producción muy flexible. Tenemos empresas portuguesas que pueden entregar un único producto a un cliente, y eso es una flexibilidad que no tienes si compras en China o en otros países de Asia.

 

P.: ¿Se han tomado medidas para apoyar a la industria textil?

R.: El sector textil tuvo para nosotros un papel muy importante. Lo hemos apoyado, pero el mérito es de las empresas, que rápidamente se pusieron a hacer mascarillas y otro tipo de material que era muy necesario. Portugal tiene hoy muy buena oferta de mascarillas y estamos incluso exportando, y eso es gracias a la flexibilidad de las empresas portuguesas. El textil ha respondido a una demanda urgente y fundamental.

 

P.: El grueso del tejido industrial está formado por pymes. ¿El tamaño es un hándicap para ser competitivo a escala global?

R.: Para un país como Portugal no sé si es un hándicap. Somos un país mediano, lo importante para nosotros es vender con valor. No se trata de lo competitivos que seamos en volumen sino en producto de calidad, con entregas frecuentes y a un precio muy competitivo. Y por eso las pymes portuguesas tienen su oportunidad de estar en el mercado europeo con productos de mayor valor añadido. Esto es lo que dará sostenibilidad a la industria y la economía portuguesa.

 

 

 

 

P.: Portugal es uno de los principales destinos para la moda española, y viceversa. ¿Qué impacto puede tener el coronavirus en esta relación?

R.: Nosotros estamos comprando menos en España y España está comprando menos en Portugal, y es normal. El confinamiento supuso un bajón importante de la demanda. Y si no tenemos demanda, no compramos. Pero poco a poco vamos incrementando el nivel de actividad y con eso hay más compras. El conjunto de las exportaciones portuguesas ya aumentó un 14% mayo respecto a abril. Esperamos que junio sea mejor que mayo y eso se refleja en los intercambios comerciales con España.

 

P.: La OMC ha previsto que el comercio mundial caiga entre un 13% y un 32% este año. ¿Es un buen momento para ser secretario de internacionalización?

R.: Es el mejor momento. Hay que mirarlo así: yo fui el secretario de estado de internacionalización que tuvo más exportaciones que nunca y más inversión extranjera que nunca en Portugal. Hemos batido los récords. Ahora soy el que está en mejores condiciones para volver a batir el récord, aunque no será en 2020.

 

P.: Con forma de V, de W… ¿cómo cree que será la recuperación?

R.: En Portugal será con la P de Portugal. Hay que seguir trabajando para volver, y con confianza. Si tenemos confianza, la recuperación será más rápida. Si tenemos la seguridad de que los sectores podrán desarrollar su actividad sin miedo al coronavirus y a que el sistema de salud no pueda responder creo que volveremos de una forma progresiva a niveles más cercanos al comercio y la inversión que teníamos.