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Estudiar, dormir y vivir en una fábrica

Carolina P. Cela

17 jul 2015 - 04:45

El declive de la época dorada del textil industrial en España, que se produjo en el siglo XIX, dejó cientos de fábricas sin actividad. El futuro de estos recintos ha sido, en muchos casos, el abandono y la posterior demolición para dar paso a nuevas promociones inmobiliarias, pero algunos se han recuperado para dar forma a nuevos espacios.

 

Cataluña es una de las zonas que cuenta con más fábricas textiles reconvertidas, por ejemplo en equipamientos culturales. En Sabadell se encuentra la biblioteca Vapor Badia, un antiguo vapor textil que data de 1867 y que estaba destinado a la fabricación de tejidos laneros. Otros espacios que han dado lugar a los libros y a las artes son el centro Tecla Sala, en L’Hospitalet de Llobregat y bibliotecas como Roca Umbert, en Granollers, y Ateneu de Fabricació, en Barcelona.

 

Volviendo a Sabadell, cuna de la revolución industrial en España, existe también la Casa Turull, un edificio que hoy en día ha sido convertido en el Museo de Arte de Sabadell. “Es importante aprovechar los espacios tan diáfanos que tienen las fábricas para reconvertir los edificios en espacios públicos con diferentes usos; rehabilitándolas y recuperándolas adecuadamente se mantiene vivo el recuerdo de lo que fue una etapa de suma importancia en España”, señala el arquitecto Ricardo Pérez Asín, propietario del despacho Arquitectura Bcn.

 

El norte de España fue otro de los focos de la revolución industrial española. En el pueblo riojano de Ezcaray se encuentra el Albergue de la Real Fábrica, un alojamiento rural en medio de lo que es el primer municipio turístico de la comunidad. El Albergue se encuentra en el edificio de lo que fue una fábrica textil de 1752 dedicada a la producción de paños, sargas y sayaletas. El Gobierno de La Rioja ha habilitado 4.000 metros cuadrados para convertir el inmueble en este hotel.

 

Por su parte, el museo Boinas la Encartada, en Vizcaya, mantiene la esencia de la fábrica textil de 1892. Hoy es un museo que muestra el proceso de la producción de las txapelas, la boina típica vasca.

 

Los antiguos espacios fabriles se usan hoy incluso como viviendas. La moda de reconvertir las fábricas en lofts ha llegado a Mataró. En lo que ahora es una casa particular, se encontraba una fábrica textil de 1900 que producía velcro.

 

El despacho de arquitectura IF Arquitectos reconvirtió el espacio en 2007, descubriendo a base de “pico y pala” las antiguas estructuras, conectando con el espacio industrial y montando su despacho en la planta baja. En la primera planta de la nave, los arquitectos se han encargado de darle forma a la vivienda, bautizada como la Casa Fitt. La nave está galardonada con el premio Triennal d’Arquitectura del Maresme 2007 y Puig i Cadafalch d’Arquitectura 2007.