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Enric Casi, el tercer mosquetero de Mango

Modaes

27 ene 2015 - 04:50

Disciplinado, perfeccionista, metódico y optimista. Estas palabras podrían ser una rápida radiografía de Enric Casi, uno de los hombres fuertes que acompañó a los hermanos Andic en el desarrollo del segundo grupo español de distribución de moda. Mango anunció ayer que Casi se retira de su cargo para dejar paso a la nueva generación de directivos de la empresa. El ejecutivo, que permanecerá en la compañía formando parte del consejo de administración del grupo catalán, ha sido el tercer mosquetero de Mango y uno de los ejecutivos responsables de la expansión de Mango desde 1996 hasta la actualidad.

 

Enric Casi nació en 1956 en un barrio de clase obrera de la ciudad de Badalona, cercana a Barcelona. Arquitecto de vocación, Casi finalmente enfocó su carrera profesional hacia las finanzas, estudiando Ciencias Empresariales en la Universidad de Barcelona. Esta decisión le sirvió para, en 1983, conocer a una de las personas que cambió su vida: Isak Andic.

 

Su primer contacto con Mango fue como consultor, cuando aún trabajaba en la empresa Auren. Entonces los hermanos Andic aún comercializaban sus colecciones de moda femenina en un local de la calle Trafalgar, en Barcelona.

 

En los diez años siguientes, los hermanos Andic y Enric Casi recondujeron el negocio de Mango y los convirtieron en la semilla de lo que es hoy la compañía. Enric Casi se incorporó finalmente a Mango en 1996 con la misión, según fuentes del sector, de “ejecutar y materializar la visión estratégica empresarial de Isak Andic”.

 

Casi se incorporó a la compañía como director general e instaló en Mango su carácter metódico y técnico frente al estilo más creativo y visionario de los hermanos Andic. Algunas fuentes cercanas al directivo hablan de Casi como la persona que se ha encargado del trabajo más burocrático de Mango, aunque él siempre se ha enorgullecido de sus funciones en la empresa, sobre todo de las que han tenido que ver con el sistema informático y logístico de la compañía.

 

El directivo ha afirmado en diversas entrevistas no ser un ejecutivo “con una rutina fija”. Casi ha gozado de un horario flexible, con una jornada laboral que se alargaba hasta las diez horas al día. Ecologista reconocido, Casi se define como un hombre familiar, con aficiones como la de cuidar su huerto.

 

Enric Casi emprende ahora una nueva etapa en Mango. Dejando atrás sus funciones como director general y la presión diaria de estar en la primera fila de uno de los mayores grupos de distribución de moda del mundo, el directivo pasa ocupar una silla en el consejo de administración del grupo, desde donde verá como la segunda generación de Mango consolida aquello que estos tres mosqueteros construyeron en su día.