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El antes y después de Desigual y Tous: el capital riesgo baja un escalón para ‘morder’ la moda española

Iria P. Gestal

11 sep 2015 - 04:54

El Ganso

 

Tous ha marcado a la moda española. No sólo por haber creado uno de los emblemas más reconocibles en el sector (su famoso osito), sino por haber dejado al capital riesgo sin opciones tentadoras tras haber cerrado un acuerdo con Partners Group para ceder el 25% de su capital. La recuperación de la economía nacional y el buen hacer de las empresas españolas en retail y, especialmente, en moda, atrae a grupos de inversión internacionales al país. Después de que Eurazeo cautivase a Desigual, M1 a Pepe Jeans y Partners Group a Tous, las opciones de invertir en un grupo de gran tamaño se reducen. Los inversores empiezan ahora a abrirse a la posibilidad de entrar en el capital de compañías de segundo nivel en términos de volumen, como El Ganso.

 

En los últimos años, una avalancha de operaciones en el mercado nacional ha terminado de agotar las opciones de inversión en grandes empresas del sector. En marzo de 2014, el fondo francés Eurazeo se hizo con el 10% de Desigual y, un año después, Pepe Jeans cambió de manos y pasó a estar controlada por el fondo libanés M1 y L Capital Asia. También Blanco, en su día una empresa atractiva para el capital riesgo, fue adquirida en 2014 por el grupo saudí Alhokair.

 

Pero la operación que ha marcado un antes y un después, según los expertos, es la de Tous. La compañía familiar era el último objetivo claro para el capital riesgo en la moda española: la única, salvando Mango, que tenía un tamaño apetecible para los grandes inversores y que continuaba siendo familiar. En julio de este año, el fondo suizo Partners Group compró el 25% de la compañía catalana, y dejó al capital riesgo sin más opciones claras donde invertir.

 

Ahora, el último movimiento del capital riesgo en España denota ya un cambio de rumbo. L Capital, brazo inversor de LVMH, se encuentra en negociaciones avanzadas para entrar en El Ganso con una participación minoritaria en la compañía. El perfil de esta empresa, fundada en 2004 y con una facturación de 59 millones de euros, está lejos del de los grupos que hasta ahora seducían a los fondos de inversión.  

 

Pasados ya los peores años de la crisis económica, la moda española continúa contando con empresas que, aunque no lleguen a volúmenes de inversión semejantes a los de Tous o Pepe Jeans, han demostrado su fortaleza tanto en un mercado local en contracción como en el entorno internacional. Además, la situación macroeconómica ha dado un giro: España es ahora el país que más crece en Europa y las ventas de moda han recuperado el pulso alcista.

 

Más allá de factores exógenos, el cambio en la actitud de algunas empresas españolas del sector genera un terreno más abonado para la entrada de los inversores. Entre los grupos de carácter familiar y tradicional, como la propia Tous, sus accionistas se abren más a la alianza con fondos de inversión.

 

Tras la entrada del capital riesgo en Desigual y Tous, el abanico de compañías de moda cuya cifra de negocio supera los 300 millones de euros se ha terminado. Salvo Inditex, que cotiza en bolsa, y Mango, con un volumen que hace más probable su saltó al parqué que la entrada del private equity, las grandes empresas españolas de moda ya han encontrado inversores. Junto a Desigual, Pepe Jeans y Tous, Grupo Cortefiel lleva, desde 2005, en manos de los fondos de inversión PAI, Permira y CV.

 

En el caso de Textil Lonia, con una facturación cercana a los 250 millones de euros, la incorporación al accionariado de Puig (que en 2014 relevó precisamente a L Capital), cierra de entrada la puerta al capital riesgo.

 

Pese a ello, el sector español de la moda cuenta con una gran cantera de empresas medianas que comienzan a seducir a los fondos de inversión. Grupos como Camper, Mayoral, Pronovias, Punto Roma, Marypaz o Shana, todos ellos controlados por sus familias fundadoras, rondan actualmente facturaciones de entre 100 y 200 millones de euros. Igual que El Ganso, algunas de estas empresas obtienen, además, crecimientos a doble dígito, una fuerte presencia internacional y proyección de expansión de cara a los próximos años.

 

Mientras Liwe Española y Adolfo Domínguez (también en el entorno de los 100 millones de euros) cotizan en bolsa (la primera en el mercado de corros), por debajo de esta barrera se encuentran otros diamantes en bruto a ojos del capital riesgo.

 

 

Elementos atractivos

¿Qué elementos deben tener estas compañías? “Sobre todo cuando no son muy grandes, deben tener una marca atractiva,  potencial de crecimiento y capacidad de expansión internacional, además de buenos márgenes, o potencial de tenerlos”, señala Borja Oria, responsable de los sectores de retail y consumo de Arcano Banca de Inversión.

 

Algunos candidatos a cumplir con estas condiciones pueden ser la gallega Bimba y Lola, que ya despertó el interés de los inversores (con L Capital entre los candidatos), o Scalpers, que ha incorporado a su capital a inversores privados como Jaime Bergel, director del fondo HIG.

 

Aunque con volúmenes inferiores a El Ganso, compañías como Nice Things, con una cifra de negocio de 25 millones de euros, o Forecast, con 36 millones de euros de facturación, podrían ser nuevos candidatos para grupos de inversión con apetencia por la moda española.

 

El capital riesgo se ha quedado sin opciones también en la industria textil: en 2009, el grupo inversor Praedium tomó el control del fabricante de hilatura Nylstar; en 2014, el fondo Sherpa Capital se hizo con Dogi, de tejido elástico Dogi, Nylstar y, a principios de año, el alemán Aurelius compró Tavex Europa.

 

Por otro lado, entre los posibles compradores se encuentran nombres como L Capital, 3i, Eurazeo, The Carlyle Group o Permira. Todos han invertido ya en moda y muchos ya han hecho antes operaciones en España, como Pai y Permira y CVC, que tienen el control de Grupo Cortefiel.

 

El fondo francés Pai también controla parte del capital de otros retailers como Vivarte, mientras que Permira entró en 2014 en Dr. Martens y es accionista de Hugo Boss desde 2007. CVC, por su parte, ha entrado también en la cadena de cosmética Douglas.

 

L Capital es el brazo inversor de LMVH y el Grupo Arnault. En su cartera cuenta con compañías como Giuseppe Zanotti, Pepe Jeans&Hackett, SMCP o Gant. The Carlyle Group es uno de los mayores fondos de inversión, y ha invertido en grupos de distribución como el mexicano Arabela, especializado en cosmética.

 

Por su parte, el fondo británico 3i es accionista mayoritario en la compañía de lencería Agent Provocateur. Eurazeo, que entró el año pasado en el capital de Desigual, tiene activos en compañías de todos los sectores; en moda, controla el 19,7% de Moncler.