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Dr Martens, de calzado ortopédico a icono internacional

5 abr 2010 - 00:00

C. Pascual.- El actor Robert Pattisson, los miembros del grupo The Cure, el Dalai Lama e, incluso, Lisbeth Salander, protagonista de la trilogía del escritor sueco Stieg Larsson, son algunos de los personajes que a lo largo de la historia han calzado unas Dr Martens. La mítica marca de botas cumple ahora su cincuenta aniversario.Las primeras Dr Martens se idearon como calzado ortopédico. El doctor Klaus Maertens, que trabajó en las fuerzas armadas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, ideó las botas tras lesionarse el tobillo esquiando en los Alpes bávaros. El doctor Maertens trató de mejorar sus rígidas botas del ejército introduciendo, por ejemplo, suelas con aire y cuero flexible. Al terminar la guerra fabricó el primer par, pero no conseguía tener éxito en su empresa. Su suerte cambió cuando se encontró con un viejo amigo, el doctor Herbert Funck, en 1957. Ambos iniciaron un negocio conjunto, fabricando las botas a partir del caucho que desechaban los aeródromos de Luftwaffe. En aquel momento, las botas empezaron a penetrar en el mercado, con tanta fuerza que en 1952 los dos doctores pusieron en marcha una fábrica en Munich.Pero el empujón definitivo llegó en los sesenta, cuando Maertens y Funck decidieron internacionalizar su calzado. El fabricante británico de zapatos R. Griggs Group se hizo con los derechos de patente para producir en el Reino Unidos. El nombre de las botas cambió de Maertens a Martens y se añadieron detalles como un tacón más alto y la característica costura amarilla. El 1 de abril de 1960 salió al mercado el primer par de botas Dr Martens. Eran de color rojo cereza y recibían el nombre de 1960, en homenaje al momento de su creación. De calzado ortopédico, las botas se convirtieron en el calzado preferido de la clase obrera. Poco a poco, las nuevas generaciones fueron adoptando las botas como propias, como símbolo de rebeldía y de recuerdo a los orígenes obreros. A finales de los 60, por ejemplo, fueron los skinheads los que las usaron en color rojo, mientras en los 70 las utilizaron las estrellas británicas del punk. Las Dr Martens se han convertido ya en un icono internacional y su uso se ha extendido a todas las clases sociales y movimientos urbanos. Durante las últimas temporadas han vuelto a la calle de la mano de las mujeres, que combinan su rudeza con prendas femeninas como faldas y vestidos. En 2002, la fábrica de Reino Unido cesó su actividad y toda la producción de la compañía se realiza hoy en día en Asia. Sólo una pequeña partida se continúa fabricando en Wollaston: se trata del modelo 1960, elaborado por una decena de trabajadores con máquinas de coser de la época. Cada colección que sale al mercado está formada por unos 250 modelos, en colores que van desde el dorado hasta el fucsia, con adornos como flores o cuadros escoceses.