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¿Dónde están las promesas del diseño español?

2 nov 2011 - 00:00

P. Riaño/ C. Pareja.- Las escuelas de moda los forman, las pasarelas los exhiben y la prensa los ensalza. Sin embargo, son pocos los diseñadores españoles que llegan a crear su propia empresa o a conseguir perdurar en el tiempo. ¿Dónde están actualmente algunos de los nombres que han sonado más fuerte durante los últimos años?

Estrella Archs

Fue la quinta diseñadora en abandonar Emanuel Ungaro tras su fundador y lo hizo después de tener que colaborar en una colección con la polémica actriz Lindsay Lohan. “Diferencias irreconciliables relacionadas con la dirección creativa de la marca” fueron los motivos de su salida en 2010 de Ungaro, el puesto más alto al que Archs ha accedido hasta la fecha.

 

La diseñadora, cuyo nombre real es Esther Angulo, se formó en la escuela londinense Saint Martins y fue mano derecha de Christian Lacroix en Pucci. La creadora llegó incluso a asociarse con Cacharel para en 2007 lanzar su propia marca, aunque el acuerdo terminó rompiéndose. Tras un breve paso por París tras su salida de Ungaro, Archs se encuentra actualmente en un segundo plano, liderando junto a su pareja, Greg Davies, el estudio de diseño The Uniqverse.

 

Davidelfín

El malagueño Diego David Domínguez González saltó a las primeras páginas de la prensa y las revistas en 2002, tras presentar en Cibeles la colección Cour desmiracles. Las capuchas y las sogas al cuello de las modelos desataron la polémica, pero también le catapultaron como una de las más firmes promesas del diseño español.

 

El diseñador creó Davidelfín en 2001 de la mano de los hermanos Deborah, Diego y Gorka Postigo Breedveld y la modelo Bimba Bosé (Elenora Salvatore Dominguín). No ha faltado desde 2002 a ninguna cita de Cibeles, pero su incursión en Nueva York se terminó con la llegada de la crisis.

 

El pasado febrero, Davidelfín cerró la que hasta entonces era su única tienda, ubicada en Madrid. Durante el último año, sus colaboraciones con empresas se han sucedido: desde el grupo Repsol hasta la compañía turística Iberostar, pasando por los caramelos Smint.

José Castro

José Castro, de origen gallego pero afincado en Barcelona, es uno de los pocos diseñadores españoles que ha llegado a ser miembro de la Federación Francesa de la Costura, junto a creadores como Balenciaga y Paco Rabanne. Su éxito en el campo creativo no ha ido de la mano del empresarial y no ha conseguido construir una estructura de negocio a partir de su genialidad.

 

La colección con la que se graduó en el Royal College fue destacada por The Daily Telegraph y a lo largo de su carrera ha trabajado para firmas como Givenchy, Alexander McQueen, Desigual y Antonio Miró.

 

En su última aparición en Cibeles la crítica lo colmó de elogios, que no se transformaron en pedidos de sus prendas. El diseñador ha buscado un socio capitalista, pero todavía no lo ha encontrado.

 

Joaquín Trias

Ha recibido algunos de los galardones más prestigiosos de la moda española y ha conseguido crear una empresa, que trata de hacerse un hueco en el mercado. El único punto de venta en España en el que Joaquín Trias vendía hasta ahora, Dérivée, acaba de cerrar sus puertas.

 

El diseñador se unió en 2008 al empresario Ángel Sartorius para poner en marcha su firma, a la que se incorporaron posteriormente más socios. Tras un breve paso por la pasarela de Nueva York, la firma se centró en la organización de su reducida distribución.

Josep Font

El catalán Josep Font ha tenido el privilegio de formar parte de los desfiles de Alta Costura de París. A pesar de haber logrado este hito, su carrera siempre ha estado muy ligada al mercado local y no ha llegado a despegar.

 

Es uno de los pocos diseñadores jóvenes españoles que ha logrado que su nombre se convierta en empresa, aunque no sea de su propiedad. La marca Josep Font está controlada por la abogada Carmen Ayats, que la ha gestionado desde sus fundación.

 

La firma llegó a contar con tiendas fuera de España, pero la llegada de la crisis económica complicó la situación: los puntos de venta se cerraron, se dejó de desfilar en París y Josep Font salió de su propia marca. Un año y medio después de verse obligado a salir de la empresa que lleva su nombre, el diseñador estudia nuevos proyectos para recuperar su carrera.

 

Miguel Palacio

Miguel Palacio inició su trayectoria a finales de los años ochenta junto a Fernando Lemoniez, hasta que en 2000 puso en marcha su propia firma y subió por primera vez a Cibeles. Es uno de los diseñadores españoles seleccionados por el capital riesgo, aunque su proyecto de crecimiento haya quedado finalmente frustrado.

 

AB Diseño y Moda (controlado por Artesanos Camiseros, Caja Madrid y la Comunidad de Madrid) puso en marcha un plan de desarrollo para Miguel Palacio, que pasaba por la apertura de tiendas en Madrid y otras ciudades europeas.

 

Palacio recuperó el cien por cien del capital de su firma antes de que AB Diseño y Moda dejase de operar. El diseñador continúa en activo con colaboraciones con empresas como Hoss Intropia, pero no ha llegado a abrir puntos de venta.

 

Juan Antonio Ávalos

El catalán Juan Antonio Ávalos se presentó en la pasarela independiente 080 Barcelona Fashion como una de las promesas del diseño emergente español. Sus diseños coloristas y deportivos captaron las miradas del público y la prensa durante todas las ediciones en las que participó el joven creador.

 

Tras abandonar el pasado año el Projecte Bressol, un programa que puso en marcha la Generalitat de Cataluña para potenciar diseñadores catalanes de moda, Ávalos  se ha tenido que enfrentar a una nueva etapa en su carrera profesional, en la que el único salvavidas al que podía acogerse eran las colaboraciones con grandes marcas para financiar su propia firma.

 

En la actualidad, Juan Antonio Ávalos ha decidido congelar la actividad de su propia enseña y probar suerte en el departamento creativo de otras firmas como empleado. Aunque el diseñador no volverá a subirse a la pasarela durante un tiempo, no descarta recuperar su marca cuando tenga los suficientes fondos como para poder resucitarla.