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De residuos a calzado: las huellas de Kameleonik

F. Marín-Camp

9 oct 2015 - 04:45

De residuos a calzado: las huellas de Kameleonik

 

Mejorar el medioambiente pisando botellas de polietileno tereftalato. Este es uno de los objetivos de la compañía vasca Kameleonik, que se ha propuesto desarrollar un calzado a partir de los residuos industriales y domésticos que se generan en el País Vasco. Fundada por Elixabete Idoiaga y Guillermo Basterra, la empresa está llevando a cabo el proyecto Pisadas recicladas de la mano del Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja (CTCR) y la empresa Zicla, especializada en innovación en productos reciclados. Su aspiración es crear una línea de zapatos con materiales residuales de diferentes sectores que incluyen las botellas de plástico PET o las telas de los asientos de coches en desuso.

 

“La idea es fabricar todo tipo de calzado a partir de los residuos que generamos”, explica Idoiaga. Por el momento, el proyecto está en fase de estudio, pero la fundadora de Kameleonik prevé tener el primer prototipo de zapato reciclado antes de terminar el año.

 

“Esperamos poder sacar la primera colección al mercado en 2016 -asegura-; el reciclaje de residuos da mucho juego y ya estamos pensando en crear también complementos e incluso las primeras piezas textiles”.

 

La conversión de los desechos en zapatos aún está en el laboratorio, pero Kameleonik lleva tres años pisando fuerte en el sector del calzado ecológico.

 

Nacida en 2012, la compañía bilbaína diseña alpargatas de edición limitada que incorporan la innovación y la sostenibilidad a los procesos de elaboración tradicional. Pieles de vacuno libre de cromo, algodón fabricado en España o sedas impresas digitalmente son algunos de los materiales que Kameleonik usa actualmente para un calzado que se exporta a países como Japón, Corea del Sur, Italia, Francia, Líbano o Grecia.

 

El precio medio de una alpargata de Kameleonik ronda los 150 euros. La compañía registró unas ventas de 200.000 euros en 2014. Con el lanzamiento de la nueva línea de calzado reciclado, el grupo prevé alcanzar el millón de euros en 2017, según los cálculos de Idoiaga.

 

El calzado reciclado de Kameleonik se fabricará en talleres externos, tal y como pasa ahora con sus alpargatas. La compañía, que en la actualidad tiene presencia en una cuarentena de puntos de venta, se encarga del diseño, la selección de materiales y la estampación de las zapatillas de esparto que ahora distribuye. “Uno de nuestros objetivos pasa por encontrar una forma para que el calzado reciclado que vamos a desarrollar no sea tan caro”, explica Elixabete Idoiaga, fundadora de la empresa. “El norte de Europa, Estados Unidos y los países asiáticos son los mercados donde más se aprecian los artículos de moda reciclados”, destaca.