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David's Bridal, el súper de las novias, se acerca a Europa

Joan Faus. Nueva York

9 dic 2013 - 04:48

 

 

Sábado por la tarde en la tienda insignia en Nueva York de David’s Bridal, el gigante de la moda nupcial que amenaza con conquistar Europa. El establecimiento de la mayor cadena de moda nupcial de Estados Unidos en el número 751 de la sexta avenida, en pleno Midtown de Manhattan, está bastante lleno pese a tratarse de un puente festivo. La mayoría de los clientes son mujeres jóvenes. Entre ellas, sobresale un grupo de cinco chicas, que están visiblemente emocionadas en escoger qué vestido a conjunto lucirán en la inminente boda de su amiga. Ante ellas tienen un amplísimo surtido para elegir y parecen estar encantadas con ello.

 

La distribución y el interiorismo de los locales de David’s Bridal suele ser el mismo en sus 300 tiendas (repartidas entre Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico), según cuenta uno de los empleados masculinos que hay en la caja central del establecimiento. El resto de los trabajadores que hay en el local son mujeres, que ayudan a elegir y a probarse el vestido deseado en caso de que alguien precise asistencia. De lo contrario, dejan al cliente ir bastante a su aire. Así, lo más previsible es que en su salto europeo, ante la inminente apertura de su primer establecimiento en Londres, la firma mantenga esta fisonomía habitual en sus puntos de venta.

 

David’s Bridals opta sobre todo por la racionalidad y la eficiencia en sus comercios. Uno entiende al instante dónde está cada cosa. La entrada se sitúa en el centro del local, con la caja registradora en plena línea recta, y la tienda se divide en dos secciones claramente delimitadas: a la derecha los vestidos de novia y a la izquierda los de fiesta de las invitadas.

 

Los vestidos están organizados por variadas colecciones en largos colgadores. Todas las prendas están envueltas en fundas de plástico transparentes y tienen detallado su precio de forma visible. A simple vista parece, por tanto, que uno se encuentra en una suerte de supermercado de trajes nupciales en el que puede rastrear entre una amplia gama de surtidos. El planteamiento es muy sencillo: la mujer pasea y mira, escoge el vestido y se va al probador a ver cómo le queda. En general, la distribución de la tienda es muy diferente de las predominantes en el sector nupcial en Europa (muy fragmentado y con pequeños operadores) y la atención al cliente es mucho menos personalizada.  

 

El precio de los trajes de novia oscila entre los 300 dólares (cerca de 220 euros) y los 2.000 dólares (unos 1.460 euros). En el caso del resto de vestidos de fiesta (los hay de todo tipo de colores y diseños) los precios son más económicos. Por ejemplo, hay vestidos por 69 dólares (unos 50 euros) o 199 dólares (145 euros).

 

David’s Bridal, sin embargo, va mucho más allá: quiere garantizarse de cubrir todo el círculo del negocio nupcial. En la tienda de Nueva York ofrece descuentos en los trajes para hombres en un establecimiento cercano de Men’s Wearhouse, con el que tiene un acuerdo. Lo mismo sucede con otro comercio de anillos, y otros complementos.

 

Fundada en 1950 en Florida, David’s Bridal fue adquirida  hace un año por el grupo de capital riesgo Clayton Dubilier & Rice en una operación valorada en más mil millones de dólares. El gigante nupcial no facilita su cifra de negocio, si bien asegura que viste a un tercio de las novias de Estados Unidos gracias a su posicionamiento basado en la variedad de oferta y en el precio. La empresa ha tenido diferentes propietarios desde su salida a bolsa en 1999, para ser adquirida un año más tarde por May Department Stores. Ahora amenaza con revolucionar el sector europeo.