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Cuando el ‘it bag’ se convierte en un Mercedes: claves para vender bolsos a los ‘millennials’

I. P. Gestal

16 may 2016 - 04:51

Gucci

 

 

Más parecido a la compra de un coche que a la de una prenda de ropa. Según el último estudio de la consultora NPD Group, la manera en que los millennials planean y realizan la compra de un bolso se parece más a la forma en la que, habitualmente, se decide la adquisición de un vehículo que a la de un producto de moda. Frente a la compra impulsiva y la logomanía de generaciones anteriores, los millennials deciden con meses de antelación y huyen de los símbolos visibles, aunque continúan comprando bolsos de marcas reconocibles.

 

El recorrido desde que una mujer toma la decisión de comprarse un bolso hasta que se hace con él es cada vez más complejo. El 41% de las jóvenes entrevistadas para el estudio comenzó a planear la compra del último bolso que adquirieron con más de un mes de antelación.

 

El proceso, como es habitual, comienza online. De hecho, la gran mayoría de las millennials (un 61%) empieza por consultar diferentes plataformas de ecommerce, donde comparan productos y precios entre diferentes marcas.

 

 

 

 

Sin embargo, pese a que la Red tiene un papel cada vez más importante en la compra, el informe insiste en que una buena experiencia en tienda es un paso esencial en la decisión final del consumidor.

 

En los bolsos, en particular, “conquistarla en la tienda, donde puede tocar y probar el producto, asegurará a la marca su lugar frente a las distracciones de los competidores”, afirma el documento, realizado en colaboración con la plataforma Stylitics. A largo plazo, los establecimientos físicos son fundamentales para crear fidelidad a la marca en un consumidor cada vez más promiscuo.

 

De hecho, a diferencia de lo que ocurre con el segmento de cliente más adulto, la marca es un factor que entra mucho más tarde en el proceso de decisión de compra de los millennials. Esta generación comienza decidiendo los atributos que busca en un bolso y, a partir de ahí, realiza un proceso de búsqueda entre las diferentes marcas y distribuidores.

 

 

 

 

En consecuencia, los millennials están abiertos a muchas más marcas y precios, siempre que ofrezcan el producto que están buscando. Además, los nuevos consumidores continúan prefiriendo artículos reconocibles, que se asocien a una marca, pero no a través de los logos, sino del diseño.

 

Sólo en Estados Unidos, las mujeres mayores de 18 años desembolsaron el año pasado 11.500 millones de dólares en la compra de bolsos. El gasto de los millennials de entre 18 y 24 años en esta categoría se elevó un 2%, impulsado por un aumento a doble dígito entre el tramo de edad superior.

 

Sin embargo, el mercado de bolsos de gama media y alta ha perdido cada vez más protagonismo en el sector, a favor de los zapatos. Según el último informe Luxury Goods Worldwide, elaborado por la consultora Bain, el crecimiento de las ventas de zapatos duplica al de los productos de piel (incluidos bolsos), aunque los segundos continúan generando un negocio mayor. En 2015, los productos de piel generaron 43.000 millones de euros en ventas, mientras que las de zapatos de gama alta ascendieron a 16.000 millones de euros.