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Consumidores, entre la voluntad y el bolsillo: demandan sostenibilidad, pero dan la espalda a la segunda mano

Pese a pedir más transparencia y sostenibilidad a las compañías de moda, sólo el 14% de los consumidores compra ropa de segunda mano, y el 39% espera a las rebajas para gastar.

Modaes

11 ene 2021 - 14:12

Consumidores, entre la voluntad y el bolsillo: demandan sostenibilidad, pero dan la espalda a la segunda mano

 

 

Los consumidores quieren ser más responsables, pero su gasto no refleja su voluntad. En los últimos años, los clientes se han mostrado más preocupados en materia de sostenibilidad y transparencia, según un estudio de Fashion Revolution. Esto, sin embargo, no se ve reflejado en su gasto.

 

El 69% de los consumidores quiere saber dónde se ha producido su ropa, un aumento de 10 puntos porcentuales respecto a 2018, cuando se realizó la misma pregunta. Asimismo, el 71% de los encuestados cree que los gobiernos deberían poner en marcha mecanismos que permitieran comprar moda de una forma más sostenible. El 70% de clientes coincide, además, en que los gobiernos son una pieza clave para garantizar que los artículos de moda se produzcan de forma sostenible.

 

Pese a la preocupación que dicen mostrar por la sostenibilidad, sólo el 14% de los clientes compra ropa de segunda mano en vez de prendas nuevas. El 39%, por su parte, afirma haber esperado al periodo de rebajas para comprar ropa nueva, mientras que sólo el 31% afirma haber adquirido prendas pensadas para durar en el tiempo. El 4%, por otro lado, declara comprar y vestir artículos según las tendencias de moda.

 

 

 

 

Los consumidores siguen repitiendo los patrones de compra ya existentes. No obstante, el 72% de los encuestados considera importante que las compañías del sector tengan certificaciones éticas, y el 80% de los entrevistados opina que es importante que las empresas tengan alguna certificación de sostenibilidad.

 

El 75% de los preguntados concuerda, además, en que las empresas de moda deberían esforzarse más en mejorar la vida de las mujeres que trabajan en la producción de piezas de ropa y calzado, lo que representa un incremento de tres puntos porcentuales respecto a 2018.