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¿Cómo vender en Asos?

C. Pareja

18 jun 2012 - 04:46

Es una de las plataformas de venta online más globalizadas, muchas de las firmas más importantes de moda tienen presencia en su tienda online y no hace más que ganar adeptos en la Red. Asos es uno de los multimarca preferidos por el consumidor para comprar moda online. La plataforma, que desde hace un año cuenta con una versión especial para el mercado español, es una gran oportunidad para muchos diseñadores independientes y pequeñas empresas del país.

 

Diseñadores independientes, tiendas multimarca o particulares que se dedican a vender prendas vintage. Todos tienen cabida en Asos Marketplace, la antesala para, algún día, poder vender en Asos al lado de las firmas más reconocidas. Asos Marketplace es una plataforma impulsada por el grupo británico de distribución online donde son los propios usuarios quienes venden sus prendas, ya sean nuevas o usadas.

 

El primer paso para empezar a vender en Asos es ponerse en contacto con la compañía. En algunos casos, como en el de la madrileña Kling, es la propia empresa la que se interesa por determinadas firmas. “Cuando pusieron en marcha su portal en España nos llamaron para que pasáramos a formar parte de Asos Marketplace –asegura Papo Kling, director general de la marca-; supongo que querían llamar la atención del consumidor español con marcas del país”.

 

Otros diseñadores, como la gallega Sara Coleman, tuvieron que ser insistentes para poder empezar a vender en Asos y ponerse en contacto con la compañía varias veces para, finalmente, poder conseguir estar presentes en la tienda online. “Mandamos varios mails hasta que conseguimos hablar con algún responsable –explica la fundadora de Sara Coleman-; si tu marca les parece interesante, te mandan un presupuesto ajustado a tus necesidades para que puedas empezar a trabajar con ellos”.

 

“Por lo general, Asos cobra una cuota de mantenimiento que suele variar dependiendo de la firma y negocia contigo el porcentaje que se quedará de cada venta”, explica Sonia Carmona, directora de Fashion Forward Spain. En la actualidad, el precio medio por tener una boutique en Asos suele ser de entre 20 libras (24,6 euros) y 50 libras (61 euros) mensuales, mientras que el porcentaje que se queda Asos de cada venta es del 20%.

 

Una vez se ha establecido el contacto con Asos y la empresa ha aceptado las condiciones, hay que seguir unos trámites para poner en marcha la boutique online. “Lo más complicado es el contacto, ya que lo que te solicitan después es abrirte una cuenta en PayPal, enviar fotografías de tus prendas, a ser posible de street style, y tener una actividad en las redes sociales muy alta”, asegura Sara Coleman.

 

Asos Marketplace pide, como mínimo, quince fotografías distintas para poder ilustrar la tienda online del diseñador, además de un compromiso de actualización de las nuevas creaciones que se vayan produciendo. “La gestión de los pedidos la hacemos nosotros directamente, nos encargamos de la distribución y de que lleguen al domicilio del comprador”, explican desde la firma catalana El Suso.

 

Ahora mismo, la gente no se gasta mucho dinero en ropa, por eso lo mejor para estar en Asos Marketplace es tener dos líneas: prendas de colección, que son más caras, y productos más baratos, como camisetas”, dice Nuria Gil, de El Suso.

 

Asos: poca rentabilidad pero mucha repercusión

Estar en Asos no se traduce en un aumento desorbitado de la facturación de un negocio, sino en la presencia internacional que otorga estar en el portal.

 

“Nosotros vendemos al año un millón de prendas, de las cuales 1.200 se compran a través de Asos –explica Kling-; esta cifra representa sólo el 1,2% del volumen total de ventas pero, aunque sea poco, el prestigio que te da estar en Asos no te lo dan otras plataformas de venta online que tengan su mismo modelo de negocio”.

 

Si bien es cierto que Asos es un buen complemento para cualquier diseñador independiente o pequeña firma, todos los entrevistados coinciden en que “esta plataforma no puede ser el único canal de venta en el que se comercializa una marca”. Asos puede ser una opción y una apuesta por estar presente en el ecommerce pero “nunca será el grueso de la facturación de una firma”, concluyen desde Kling.